Sensaciones extrañas en la zona mixta del Santiago Bernabéu. Real Madrid y Manchester City volvieron a empatar camino de la vuelta en el Etihad Stadium y por los pasillos del estadio nadie parecía del todo contento. b, con la cabeza agachada y el rostro serio, pasó por delante de los periodistas sin mover la vista ni un centímetro del horizonte, lejos de las sonrisas que había dejado el año pasado. El noruego apenas tocó balón, fruto de una presión agobiante de Rüdiger sobre él y del resto de los jugadores del Madrid sobre sus compañeros. Hombre a hombre. "Muy raramente lo habíamos hecho y salió bien. Hemos recuperado muchos balones", admitió Ancelotti sobre una de las claves del 3-3.
El técnico italiano decidió cambiar algunas cosas de su once ideal ante la visita de Guardiola. Intercambió las posiciones de Rodrygo y Vinicius, escoró al '11' a la izquierda y centró al '7', defendió en un 4-2-3-1 y eligió a Tchouaméni para acompañar a Rüdiger en el centro de la zaga. Si analizamos sólo el primer minuto, le salió horrible.
Tchouaméni tardó 40 segundos en ver la amarilla que le deja fuera del partido de vuelta y Bernardo Silva tardó apenas 60 segundos en batir a Lunin para el 0-1. Las caras en el banquillo madridista eran un poema, pero no cambiaron el plan de partido. La idea era clara y funcionó: "Hemos empezado mal, con un gol en contra, pero el equipo lo ha manejado bien, robando y buscando transiciones. Con el cambio de posición entre Rodrygo y Vinicius buscaba mantener la buena racha de Rodrygo, que jugó muy bien contra el Athletic, a Vini realmente no le cambiaba casi nada lo que tenía que hacer", explicó Ancelotti.
Su decisión sorprendió a Guardiola: "Me ha sorprendido ver a Vinicius centrado, sí. Había escuchado a Ancelotti decir que no le había gustado el 4-3-3 contra el Leipzig, y pensé que si lo decía no lo iba a hacer contra nosotros. Han tenido sus momentos. El tema es que no puedes parar siempre sus transiciones, es imposible pensar que el Madrid no te va a correr. La cosa es que te lo haga lo menos posible, hoy nos lo han hecho mucho", admitió el de Santpedor.
Vinicius, Rodrygo y Valverde dispararon tres veces a puerta cada uno y aprovecharon los errores del City en salida de balón, fruto de la presión madridista, hasta que el pulmón del conjunto blanco comenzó a sufrir. "Ellos no se esperaban verme por la izquierda, porque siempre está Vini y hoy lo hicimos diferente, una táctica nueva. Salió bien, pese a que el resultado no fuese el que queríamos", declaró Rodrygo.
"Mientras tuvimos piernas..."
La presión hombre a hombre del Madrid impulsó al equipo pero también le hundió cuando los jugadores empezaron a estar más fatigados. "El partido ha sido bueno hasta que hemos perdido energía. Ahí ya hemos tenido que poner bloquebajo y buscar más las transiciones", explicó Ancelotti. En zona mixta, Fede Valverde se reconocía "muy cansado". "Mucho desgaste después de estar corriendo tantos minutos detrás de la pelota, ya nos costaba salir a la contra. Intentamos robar más arriba, presionarles más porque sabíamos que con nuestra velocidad les podíamos hacer daño. Y mientras tuvimos piernas y oxígeno nos dio para marcar goles", reflexionó.
El uruguayo también se refirió al calendario, que les dio una cierta ventaja a la hora de tener más descanso que el City para el partido, pero según Valverde es un arma de doble filo. "Yo, y hablo por mí, estoy acostumbrado a jugar cada tres días, nos gusta más y nuestro cuerpo se acostumbra a eso. Cuando paras una semana y dices 'voy a descansar' es peor. Parece que te cuesta el doble, te cansas más, te contracturas más durante el partido... Pero es parte de quien hizo el calendario".