Cruzó la línea de meta y apenas le salió la voz. Unos tímidos agradecimientos con el tono encogido por la emoción mientras los fuegos artificiales surcaban el cielo de Ciudad de México. A falta de Checo Pérez, los aficionados locales festejaban la primera victoria en Fórmula 1 de un hispanohablante en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Esta vez sí hubo fiesta. El Foro Sol se inundó de camisetas rojas para celebrar la primera victoria de un Ferrari
Hazte Premium desde 1€ el primer mes
Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web
No por esperado, el doblete de Lando Norris y Oscar Piastri disminuiría la euforia de Zak Brown, el jefe de McLaren, que apretaba los puños en el garaje de Melbourne Park. La velocidad del MCL39 en el arranque del Mundial 2025 ha dejado sin respuestas a sus rivales. Norris, autor de la pole (1:15.096) con 84 milésimas sobre su compañero, dejó a Max Verstappen a casi cuatro décimas. Por no hablar de Charles Leclerc y Lewis Hamilton, relegados a la séptima y octava posición, a 65 y 87 centésimas, respectivamente. La prometida réplica de Ferrari en Australia quedó en agua de borrajas.
Desde los test de Bahrein, la inercia de McLaren se antoja inalcanzable para sus adversarios, sin recursos para el seguir la estela de los monoplazas papaya. Ni siquiera Verstappen, con problemas de sobrecaliento en los neumáticos que le hacían perder el paso en el tercer parcial. Desde el viernes, el tetracampeón venía sufriendo lo suyo, aunque en su primer intento de la Q3 había logrado trepar hasta el liderato, con 24 milésimas sobre George Russell. Por entonces, Piastri arrastraba un fallo en la curva 13, mientras los comisarios borraban el tiempo de Norris, por traspasar los límites en la curva 4. Dio igual, porque cuando hubo que empujar de veras, nadie osó sujetar a los McLaren.
La decepción de Ferrari se hizo más sangrante ante la irrupción de Yuki Tsunoda, que el domingo partirá quinto con el Racing Bulls, por detrás de Russell. No iba de farol el pilotoo japonés, el último en cruzar la línea de meta, puliendo por siete centésimas el crono de Alexander Albon. El británico partirá sexto con Williams, mientras Carlos Sainz tuvo que resignarse a la décima posición. Una actuación de más a menos por parte del madrileño, como corresponde a su periodo de adaptación al FW47.
La grava de la curva 10
Falló Carlos con estrépito en su primer intento de la Q3, mientras Albon se colaba sexto, a medio segundo de la cabeza. De allí ya no se moverían, aunque su regular desempeño a lo largo de toda la sesión, con una configuración muy agresiva y poco combustible en el depósito, debería hacer reflexionar a sus rivales. Especialmente a Aston Martin. Fernando Alonso, decimosegundo y Lance Stroll, decimotercero, confirmaron los malos augurios para la escudería de Silverstone.
Mantener el AMR25 sobre el asfalto resultaba una ardua tarea en la Q2 para Alonso, que probó la grava de la curva 10, una zona muy rápida donde Sainz también iba a pasar sus fatigas. McLaren marcaba las referencias por delante de Verstappen, con los Ferrari algo más descolgados.
Sainz, con el FW47, el sábado en Melbourne Park.AFP
Un trompo de Hamilton a la salida de la curva 11 arruinó el último intento de tres pilotos, mientras los comisarios anotaban un incidente entre Russell y Leclerc en la curva 3. Los daños en el suelo lastraban a Alonso, sin opciones de alcanzar el top10, como su compañero Stroll. Ninguno de los dos mejoró su crono de la Q1. Entre tantos estragos, Williams salvaba la situación holgadamente, con Sainz séptimo y Albon noveno.
En el año de los rookies, con siete pilotos por debajo de los 23 años, Gabriel Bortoleto irrumpió como una centella a bordo del Sauber. El brasileño apartó por nueve milésimas a Andrea Kimi Antonelli, que rodaba muy bajo con su Mercedes y había dañado el fondo plano con un paseo por la grava de la curva 6. Jack Doohan quiso dar una alegría a la afición local metiendo su Alpine en la Q2 para desdicha de Liam Lawson, cuyo sufrimiento al volante del Red Bull llamaba a la compasión. Un error del neozelandés en la última curva desencadenaría su temprana eliminación en una Q1, donde sólo se contaron 66 centésimas entre el primero y el decimoséptimo.
Tras la victoria de Charles Leclerc en Monza, muchos eran los nombres que podían protagonizar esta clasificación en el Gran Premio de Bakú. Aston Martin había sido la gran atracción de la semana con la confirmación del fichaje de Adrian Newey; McLaren, tras la pifia en Italia, tenía que solucionar los problemas internos y apagar definitivamente el fuego para acompañar a Lando Norris al campeonato y por último Ferrari, que quería confirmar la flecha para arriba y que, de nuevo, ha encontrado el premio con el monegasco. Excelente durante toda la jornada (1:41.365 s).
Pero en esta ocasión, no fue la rivalidad con Oscar Piastri lo que dejó atrás al aspirante Norris, sino un posible exceso de confianza del equipo de Andrea Stella, que no calculó bien la mejora progresiva de la pista y una mala última vuelta, provocada por una bandera amarilla en el último sector, lo que condenó al británico en la Q1 con un 17º puesto. Jarro de agua fría y primera gran sorpresa para la parrilla nada más comenzar. Un simple "lo siento", nada más volver al garaje, fue más que suficiente. No había mucho más que decir.
Los 'papaya' fiaban todo entonces a Piastri, que tenía que mantenerse firme entre los primeros para tener alguna opción en carrera y frenar así a un fuerte Carlos Sainz y los dos Red Bull que, ansiosos por volver arriba, se quedaron otra vez algo lejos. El australiano supo mantener el tipo. El campeón, por su parte, se sitúa "en ninguna parte" (6º), algo que él mismo ya pronosticaba y que Sergio Pérez, uno de los grandes dominadores del circuito, aprovechó para ponerse dos puestos por delante de él y terminar cuarto.
Franco Colapinto fue el otro gran nombre en esta jornada. El argentino logró meter a su Williams por primera vez entre los diez mejores. Una novena posición, por encima de Albon, que podrá disfrutar en carrera, aunque por delante tendrá a un Fernando Alonso que, con una grandísima vuelta en la Q2, consiguió quedarse a un paso de Lewis Hamilton y superar ampliamente a su compañero de equipo Lance Stroll (15º). "No esperábamos este rendimiento. Hemos dado más del máximo", señaló Mike Krack, jefe de la escudería verde.
El heptacampeón fue de nuevo superado por George Russell, que se queda también cerca del podio con un quinto puesto algo peligroso al estar entre los dos Red Bull.