Terraplanista, antivacunas y antisemita: la polémica de Kyrie Irving que puede acabar con su carrera

Terraplanista, antivacunas y antisemita: la polémica de Kyrie Irving que puede acabar con su carrera

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En su último año de contrato con los Brooklyn Nets y con Nike, la promoción de un documental que culpa a los judíos de la esclavitud ha aterrado definitivamente su imagen. Ya ha pedido disculpas y donado medio millón a organizaciones “que trabajen para erradicar la intolerancia”.

Irving, en su último partido en casa.Jessie AlchehAP

Miren la foto de arriba. En primera fila del Barclays Center, ocho espectadores, en principio aficionados de los locales Brooklyn Nets, con un mensaje dirigido a uno de los líderes del equipo, Kyrie Irving. “Fight antisemitism”, “Lucha contra el antisemitismo”. Supuestamente el jugador se acercó y les dijo: “Gracias por el apoyo”. Fina ironía. Un punto de comedia pese a encontrarse en el peor momento de su carrera. De ésta quizá no sale.

Kyrie Irving, base indómito, anotador imparable, campeón de la NBA con los Cleveland Cavaliers en 2016, es desde hace años la estrella de la liga que más polémicas genera, pero hasta ahora éstas nunca le han perjudicado en exceso.

En febrero de 2017 dijo en el podcast ‘Road Trippin’ que la Tierra es plana, que John Fitzgerald Kennedy fue asesinado porque quería “terminar con la mafia bancaria en el mundo” y que la CIA mató a Bob Marley por enaltecer la paz. Tres de tres en teorías conspiranoicas. ¿Pasó algo? En absoluto. En los meses posteriores se retractó vagamente de algunas afirmaciones y animó a la gente “a informarse”. Nada más.

En septiembre de 2021 se negó a vacunarse contra la covid, aseguró que la vacunación era “la mayor violación de los derechos humanos de la historia” y, según su familia reveló a ‘Rolling Stone’, afirmó en privada que existían “sociedades secretas que utilizaban las vacunas para conectar a los negros a un ordenador maestro”. ¿Pasó algo? En absoluto. No jugó como local [se lo prohibía el estado de Nueva York], pero tampoco importó.

Ahora todo parece distinto. Y eso que esta vez ha sido más discreto. Un tuit con un enlace de Amazon como único texto sirvió para volverle a poner en el foco encima y para hundir un poco más su imagen. Quizá de manera definitiva. Habrá que verlo.

El documental antisemita

La pasada semana, Irving promocionó en su Twitter el documental ‘Hebrews to Negroes: Wake Up Black America’, una obra antisemita que defiende que los negros son los verdaderos descendientes de los israelitas y, entre otras cosas, que “los judíos europeos” son los responsables de la esclavitud en América. Su mensaje duró apenas un instante, el jugador lo borró poco después, pero el escándalo ya era un hecho.

La NBA, la NBPA (la Asociación de Jugadores de la NBA), los Brooklyn Nets y Nike [que calza a Irving] se desmarcaron del contenido del film y lanzaron mensajes “en contra el odio”. El propio Irving fue forzado ayer a rectificar -“Estoy al tanto del impacto negativo de mi publicación hacia la comunidad judía y asumo la responsabilidad”, escribió- y anunció que donará medio millón de dólares a “organizaciones que trabajen para erradicar la intolerancia”. Pero igualmente ahora su porvenir es una incógnita.

Porque hasta ahora sus controversias siempre se soterraban con baloncesto. Y actualmente eso es más difícil. Junto a Los Angeles Lakers de LeBron James, los Brooklyn Nets son el equipo más decepcionante de la liga. Aspirantes al anillo desde 2019, cuando ficharon a Irving y a Kevin Durant, cada temporada van a peor y el inicio de la actual está siendo nefasto. Dos victorias y seis derrotas han llevado al despido de su entrenador, Steve Nash, y a la posible contratación de Ime Udoka, un técnico repudiado por los Boston Celtics tras un escándalo sexual, y por el momento Irving no parece parte de la solución. Pese a que aún promedia casi 27 puntos por partido, sus porcentajes de tiro son los peores de su carrera, especialmente en el triple, y nunca había repartido tan pocas asistencias.

En verano, al igual que Durant, Irving reclamó el traspaso, quiso marcharse de los Nets y descubrió que no había franquicia que pujara por él lo suficiente. ¿Y si ya no interesa? Al final del curso presente, Irving termina su contratazo con los Nets -este año cobra 36,5 millones de dólares- y su vinculación con Nike y franquicia y marca ya han mostrado sus poquísimas ganas de renovarle. A sus 30 años, su futuro es más gris que nunca. La última de sus muchas polémicas ha acabado con su reputación.

kpd