Sinner salva tres bolas de partido, gana a Djokovic por segunda vez en 9 días y mantiene viva a Italia

Sinner salva tres bolas de partido, gana a Djokovic por segunda vez en 9 días y mantiene viva a Italia

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Vence por 6-2, 2-6 y 7-5, logrando uno de los triunfos más importantes de su carrera. El serbio llevaba 21 victorias consecutivas en la Davis, donde no perdía desde 2011.

Djokovic felicita a Sinner, este sábado, en Málaga.LLUIS GENEAFP

Es indudable que después de ganar por primera vez a Novak Djokovic en Turín y presentarse invicto ante él en la final de la Copa de Maestros, Jannik Sinner compite mejor, mira a los ojos a todo el que se ponga al otro lado de la cinta. Prueba de ello es el valor con el que salvó tres pelotas de partido y eliminatoria al servicio en el noveno juego del tercer parcial para volver a imponerse al serbio, 6-2, 2-6 y 7-5, y mantener viva a Italia en las semifinales de la Copa Davis. Si en Turín, antes de ser arrollado por él en la final, puso fin a la racha de 19 victorias consecutivas de Nole, este sábado, en Málaga, detuvo en 21 su secuencia de triunfos en la Copa Davis. Hay que volver al 18 de septiembre de 2011, contra Juan Martín del Potro, cuando se retiró lesionado, 7-6 y 3-0 abajo, para encontrar la anterior derrota de Djokovic en esta competición. El rival de Australia en la final de este domingo se decidirá en el partido de dobles.

Para saber más

Al igual que sucedió en la eliminatoria de cuartos ante Gran Bretaña, Djokovic salió a la pista respaldado por la victoria de Miomir Kecmanovic en el primer partido. Esta vez el rival era de nuevo Sinner, en el tercer enfrentamiento entre ambos en nueve días. Vencedor en la fase de grupos de la Copa de Maestros y vapuleado en la final, el joven jugador italiano salía con la urgencia de un triunfo que permitiera a su país seguir vivo en las semifinales y apurar su suerte en el encuentro de dobles, del mismo modo que en el debut de los de Filippo Volandri frente a Países Bajos.

Pocas veces a lo largo de la temporada que fenece se ha visto a Djokovic tan desbordado y errático como lo estuvo en el primer set, en el que perdió dos veces su servicio y quedó sometido al formidable trabajo de Sinner, limpio y violento en el golpeo, rápido y punzante, dominador de todas las situaciones. Corto de acierto con el servicio, sin respuesta con el resto, el serbio quedó a la deriva, sin encontrar la forma de hacer daño a su rival.

Una temporada intachable

Ganador de tres títulos del Grand Slam para subirse hasta los 24, Djokovic cierra su octava temporada no consecutiva como número 1 del mundo, dorsal que luce ya durante 400 semanas, registro exclusivo, como tantos otros. Podría pensarse que no le daba para más, que, pese a la impresionante final de Turín y el cómodo triunfo ante Cameron Norrie el pasado jueves, padecía cierta fatiga o descomprensión, aunque hubiera cifrado la Copa Davis como uno de sus objetivos prioritarios del año.

Poco tardó en desmentir cualquier sospecha e invertir el desarrollo del partido. Cerró la hemorragia en un segundo set en el que, en una secuencia casi calcada, cambiaron radicalmente los papeles. Sinner dio un paso atrás, no supo digerir la enorme superioridad que había mostrado y observó crecer al hombre que, además de someterle en el segundo de sus partidos en Turín, le había levantado dos sets adversos el pasado año en cuartos de Wimbledon y le había despachado en tres esta misma temporada en las semifinales del All England Club, además de vencerle en 2021 en Montecarlo, en la primera de sus citas.

Con problemas para sostenerse con el servicio en el segundo set, el de San Candido resistió hasta plasmar en un momento crítico, 4-5, 0-40, tercer parcial, el estirón que ha dado en las dos últimas semanas: un revés fuera de Djokovic, un servicio ganador y una volea de derecha le sacaron del pozo. El serbio pagó el tren perdido, entregó su saque a continuación en un juego horrible y ya no pudo volver atrás.

kpd