Sergio García está en modo Ryder Cup. Y lo ha demostrado de principio a fin en el tercer torneo del año en el LIV Golf, que el golfista español ha conquistado brillantemente tras finalizar con 63 golpes en la última jornada del LIV Golf de Hong Kong y lograr la segunda victoria en menos de un año en la gira saudita tras el triunfo conquistado el pasado mes de julio en Valderrama.
García salía en el colíderato en los últimos 18 hoyos junto al inglés Paul Casey y al norteamericano Peter Uihlein, pero un gigantesco putt de eagle en el hoyo 3 de más de 10 metros le colocaba por primera vez al frente de la clasificación.
Precisamente el acierto en los greenes ha sido una de las claves de la victoria de García esta semana. A su consistencia habitual de tee a green se ha sumado una buena cantidad de putts embocados. García rescató un viejo putter del armario, un modelo que ya usó hace seis años y que ha vuelto a poner en juego con sorprendente acierto esta semana.
A partir del eagle, la ronda fue una exhibición de García. La racha de cinco birdies consecutivos del 8 al 11 le llegaba a dar un cómodo colchón de cuatro golpes de ventaja que el ganador del Masters de 2017 administraría con inteligencia en el tramo final del día.
Otro de los cambios positivos está también en la bolsa de García. Su caddie, Benji Thompson, que ya ganó con Abraham Ancer en este mismo escenario el año pasado, está acompañando esta temporada a García simultaneando la labor de caddie con Neil Wallace.
El momento más tenso del día llegaría con una mala salida con la madera 3 de García en el hoyo14, muy desviada a la derecha. Terminó el español en otra calle, pero lograba salvar el par embocando un putt de metro y medio.
Tres golpes fue lo más cerca que llegaron a estar sus rivales. Phil Mickelson (-14), Dean Burmester (-15) o Lucas Herbert (-13) se relevaron en el intento de captura al español, aunque realmente nunca tuvieron opción de victoria. Burmester fue segundo con 62 golpes finales, la mejor ronda del día, mientras que Mickelson a sus 55 años terminaría tercero en solitario. García cerró las puertas con otro enorme birdie en el hoyo 16, que le hacía retomar los cuatro de ventaja a falta de dos hoyos.
En el 18, par cuatro final, otra mala salida generó dudas en el equipo del capitán de los Fireballs, su caddie era partidario de un golpe a calle y no arriesgar, pero García pegó otro magistral hierro dibujando una curva perfecta de izquierda a derecha para aterrizar en el centro del green. De nuevo, otro certero toque en un putt largo y el español apuntalaba un nuevo triunfo en su carrera con 18 golpes bajo el par. Minutos antes, Luis Masaveu, el último fichaje español de García, apuntalaba con birdie en el hoyo 10 el triunfo de los Fireballs, la guinda a una semana redonda y el segundo título por equipos en los tres eventos del año. Masaveu terminó en el puesto 52º, mientras que David Puig terminó 18º con -8, y Jon Rahm volvió a coleccionar otro top-10, terminando sexto empatado con -11, aunque nunca llegó a tener opciones de victoria el de Barrika que sigue con su récord de terminar todos los torneos que ha jugado del LIV Golf entre los 10 primeros.
El triunfo es un impulso importante en un año clave para García, donde de momento tiene asegurada su presencia en los dos primeros majors del año. Una temporada donde el jugador de Castellón jugará su major número 100 mirando a la Ryder Cup. “Yo sinceramente lo único que puedo hacer es jugar lo mejor que pueda, dar todo de mí mismo y conseguir cosas buenas. Que hayan jugadores europeos jugando a buen nivel es bueno para el equipo europeo. No lo veo como una competencia. Al final lo único que puedo hacer es mirar lo que yo hago, intentar mejorar cada semana, intentar hacerlo bien cada semana y cuando llegue el momento de hacer el equipo, ver si estamos dentro o si Luke cree que debo estar o no”, comentaba Sergio en exclusiva para El Mundo a principios de la semana en una entrevista ante su major número 100 que se podrán leer próximamente.
Ante la pregunta de la inminente paz en el golf mundial y la posibilidad de poder jugar de nuevo en el PGA Tour, García contestó sin tapujos: “Sinceramente, si la cosa se acaba arreglando, jugaría a lo mejor uno o dos torneos del PGA Tour como mucho y probablemente dudo hasta que juegue, una de las razones principales por las que me vine al LIV fue porque quería pasar más tiempo con mi mujer y mis hijos, con mi familia, y ya he tenido que jugar el DP World Tour, ahí estoy jugando unas cuatro o cinco semanas más. No quiero volver a jugar 26-27 torneos, quiero intentar mantenerme en 20-22 y esa es mi idea”. Concluía el flamante nuevo ganador en el LIV que a sus 45 años suma su victoria profesional número 38.