Sepp Kuss se impone en el Pico del Buitre, Lenny Martínez nuevo líder

Sepp Kuss se impone en el Pico del Buitre, Lenny Martínez nuevo líder

Vuelta a España

Actualizado

El americano gana la sexta etapa de la Vuelta a España y el francés L. Martínez se pone a 8 segundos de ventaja en la general

Sepp Kuss celebra en el podio tras ganar la sexta etapa de la Vuelta a EspañaMANUEL BRUQUEEFE

A falta de cuatro kilómetros para coronar el Pico del Buitre, la carrera estalló en múltiples bombas de fragmentación, esparciendo los dos bloques de corredores, formados por los miembros de la escapada del día y el pelotón, en mil pedazos. El resultado de la batalla coronó a Sepp Kuss (Jumbo Visma) como vencedor y entronizó a un nuevo líder: el diminuto, corajudo y veinteañero francés Lenny Martínez (Groupama-FDJ).

La sexta etapa se resumió en una fuga inicial de una cuarentena de corredores y en la persecución de un pelotón que, en la subida final, colofón agónico de una jornada durísima, perdió hombres a chorros, gateando penosamente pendiente arriba. Mezcló, desperdigados, a los favoritos con los restos de la fuga y dejó la general en esa misma mezcla de trigo y paja, mena y ganga, en la que todos, igual de heroicos, merecen pleitesía y aguardan acontecimientos.

La escapada la formaban gentes ilustres: Lenny Martínez, Hugh Carthy, Mikel Landa, Juan Pedro López, Marc Soler, Sepp Kuss, Romain Bardet, Oier Lazkano, Dylan Van Baarle, Lennard Kämna, David de la Cruz, Javier Romo, Wout Poels, Jefferson Cepeda, Einer Rubio, etc. Martínez estaba a 17 segundos de Evenepeol, y una docena de fugados a menos de 1:30.

Llegaron juntos al pie del puerto, presidido por el Observatorio Astrofísico de Javalambre: 10 kilómetros con una pendiente máxima del 16% y una media del 8%. Pero antes, la ruta no ofreció apenas descansos ni descansillos. Subía y subía con pocas pausas.

Mientras Kuss reptaba vigorosamente hacia la meta, en busca del triunfo parcial y tal vez de la general, Martínez y Bardet precedían a un popurrí de “maillots” empapados en sudor y músculos en ácido láctico. Más o menos dispersos, retorciéndose, resistieron Landa, Soler, Poels, Rubio, Rodríguez, Cras y Cepeda a Roglic, Vingegaard, Ayuso y Mas, que venían igualmente en distinta mezcolanza, segundo arriba, segundo abajo.

Evenepoel cedió al principio, tras el ataque de Roglic, el primero de los tenores que rompió el fuego en la guerra entre los grandes, y luego recuperó terreno. Sembró dudas, pero no las suficientes como para descartarlo. Roglic y Vingegaard llegaron juntos en una rentable jornada para el Jumbo, que mantiene sus piezas engrasadas.

Nada ha cambiado realmente. No se piensa en serio que, con todo lo que queda todavía, lo más importante, lo “mejor-peor” de la carrera, Martínez, Kuss, Soler, Landa o Poels puedan ganar la Vuelta. Los favoritos siguen muy cerca unos de otros, en su conflicto particular. Evenepoel es noveno a 2:47. Mas, décimo a 2:50. Vingegaard, undécimo a 2:52. Roglic, duodécimo a 2:58. Y Ayuso, que perdió a Jay Vine por caída, decimocuarto a 3:06.

La séptima etapa, llana y más bien cuesta abajo, supondrá un armisticio. La octava, un tormento con la llegada a Xorret de Catí, un puerto de primera con cuatro anteriores, tres de segunda y uno de tercera, en un trayecto corto (165 kms.) anuncia nuevas emociones.

kpd