Santi Aldama: “Me siento como un base disfrazado en un cuerpo gigante”

Santi Aldama: "Me siento como un base disfrazado en un cuerpo gigante"

Mundial de Baloncesto


Entrevista

Actualizado

El pívot, debutante con la selección, atiende a EL MUNDO en Yakarta. Reflexiona sobre su adaptación, el papel de Rudy y las expectativas. «A veces me cuesta encontrar mi espacio», admite

Santi Aldama, en Yakarta.ALBERTO NEVADOFEB

“Bromeo mucho con Dillon Brooks” cuenta Santi Aldama (Las Palmas, 2001) en el hall del hotel Fairmont de Yakarta, aunque la temible Canadá de su ex compañero (entre otras estrellas), será la historia del domingo. Antes, este viernes (11.45 h., La 2), Letonia, primera noche grande para España y para los llamados a protagonizar el futuro como él. Con una madurez y un discurso que no deja de llamar la atención para un chico de 22 años, el pívot de los Grizzlies charla con EL MUNDO antes de la cena.

Para saber más

Para saber más

Dice Scariolo que tiene “curiosidad” por cómo vais a responder los nuevos en vuestro primer partido decisivo.
Yo lo afronto un poco como siempre. Hay que disfrutar de jugar al baloncesto y no ‘sobrepensar’ lo que significa el partido, pero a la vez con un plus de concentración, de estar atentos y anticiparnos a las cosas que puedan pasar.
¿Lo más parecido que ha vivido son los playoffs NBA?
De las finales con las categorías inferiores de la selección hace mucho ya. Tengo el recuerdo y lo utilizaré, sobre todo esta noche para pensar en cómo afrontar el partido contra Letonia. Los playoffs y alguna eliminatoria en la Universidad, esos recuerdos me pueden ayudar. Va a ser de muy alto nivel, duro y creo que el que más ganas tenga y lo demuestre va a ser el que se lo va a llevar.
Se le vio nervioso el primer día, ¿cómo diría que se encuentra en su primer Mundial?
Me siento muy cómodo en el equipo. Creo que llevo ya ocho partidos este verano e igual contra Costa de Marfil me costó un poco entrar en ritmo. Pero estoy cómodo, buscando maneras en las que puedo aportar, intentando buscar mis tiros y los de los compañeros y, sobre todo, intentando mejorar defensivamente. Sé que es algo muy importante para este equipo. Hago algunas cosas bien, pero en otras tengo que mejorar e intentar tener el menor número de errores.
La famosa defensa de Scariolo. ¿Es tan diferente?
Es distinta, yo nunca había hecho algo así, pero es muy interesante. No es que sea muy compleja, pero las reglas son claras. Hay que ejecutarlas con precisión, anticiparse a lo que vaya a hacer su ataque. Somos un equipo que juega bien al baloncesto, obviamente. Pero creo que de nuestra defensa nace nuestro mejor ataque. Es algo que se escucha mucho en baloncesto, pero en nuestro caso es una realidad.
¿Debe soltarse en ataque también?
Tengo que seguir encontrando los tiros. Y dentro del baloncesto FIBA, que hacía cuatro años que no lo jugaba, la situaciones para generar todo eso. A ratos me siento cómodo, pero otros me cuesta más encontrar mi espacio. Es parte de la adaptación.
¿Cuántas cosas va a aprender en este mes y pico con la selección?
Es una experiencia única, un máster acelerado para mí. Juegas un Mundial, que es el baloncesto a su máximo nivel. Con jugadores como Rudy al lado. Y competir desde el minuto 1. Para algunos es nuestra primera competición con la absoluta, pero tenemos que adaptarnos y aportar al equipo, al sueño que tenemos todos.
Aldama, en un entrenamiento con la selección en Yakarta.ALBERTO NEVADOFEB

¿Cómo es estar al lado de Rudy?
Es el compromiso. Podría quedarse con su familia y cada verano está aquí, desde 2004. Ves cómo actúa fuera de la pista con los compañeros, cómo se cuida… Eso para un joven como yo, ver a alguien de su nivel cómo lo mantiene, supone una experiencia. Estoy alimentándome de su experiencia, crezco como profesional a su lado.
¿Siente que España le está descubriendo y que a la vez le exige?
Sí, siento eso, que me están descubriendo y que la gente tiene ganas de verme. No tengo presión, es algo bonito. Yo tengo más ganas que nadie de acabar con una medalla. Pero hay que tomárselo con filosofía.
Su padre disputó los Juegos de Barcelona. ¿Le cuenta muchas batallitas?
Le hace mucha ilusión, me cuenta muchas historias. Aquellos Juegos, más allá del resultado deportivo, que no fue el más deseado, los recuerda con cariño. Por todo esto también es aún más orgullo vestir esa camiseta, representar a España en competiciones de este calibre.
Le costó dar el estirón y empezó jugando de base, pero estaba predestinado.
Yo creo que sí, que soy un base disfrazado en un cuerpo gigante. Desde pequeño me gusta distribuir el balón y obviamente, anotar. Encontrar el mejor tiro posible para el equipo… disfruto mucho con eso. A veces hasta un poco más de la cuenta. La genética me hizo un favor. Inevitablemente, iba a ser alto, tanto por mi padre como por mi tío (Santi Toledo). Pero mira, crecí un poco más lento y pude disfrutar de jugar de base.
Aldama, durante el partido contra Irán.BAY ISMOYOAFP

¿Cuál es su primer recuerdo de la selección?
El Mundial de 2006 es probablemente el primero, tenía cinco años. Más que de ver los partidos, la imagen. Pero si me tuviera que quedar con una escena, con un fragmento, sería el mate final de Pau cuando metió 40 puntos contra Francia. Ese momento se me quedó grabado. Ahí dije, tengo ganas de estar ahí. Me marcó.
¿Cuál es su próxima evolución en la NBA?
Cada año intento mejorar algo. El primero fue entrar en rotación y tener minutos. Ahora lo siguiente será mejorar la manera en la que ayudo al equipo a ganar partidos y seguir creciendo. El resultado en playoffs no fue el esperado. Algún día nos gustaría ganar un anillo. Pero es parte del aprendizaje, somos muchos jóvenes. Jugamos contra LeBron James y Anthony Davis… si te pones a pensar, intentas sacar lo que puedes aprender de haberte enfrentado a ellos. Qué ha hecho LeBron para ganarnos.
¿Cómo vivió la marcha de Ricky por su problema de salud mental?
Es un tema delicado y personal. Cada uno lo vive a su manera. Más allá de la presión a la que estamos sometidos, que es muy alta, cada uno tiene en su vida sus propias cosas que le angustian y le preocupan. Tenemos herramientas, pero incluso así a veces es complicado. A nivel deportivo, nos hubiese encantado que Ricky estuviese aquí, pero a nivel personal estamos con él, le queremos muchísimo. No he podido compartir mucho tiempo con él en la Familia, pero siempre ha estado atento desde que llegué a la NBA. Cuando me operé de la rodilla me escribió un mensaje. Siempre ha estado ahí para mí. Espero que todo le vaya bien.
Por último, ¿cómo lleva la pocha?
Voy aprendido. El otro día no quedé último, eso ya es positivo (ríe).

kpd