Leo Messi termina su contrato con el Inter Miami a finales de 2025 y ambas partes negocian una renovación que parece bien encaminada. El futbolista es feliz en la ciudad y en el país, donde es una de las principales imágenes publicitarias, acumula patrocinadores y el futuro futbolístico a medio plazo también le conecta con América, porque el próximo Mundial será aquí. Para entonces, el equipo presidido por David Beckham planea tener inaugurado Freedom Park (el Parque de la Libertad), su nuevo estadio. No será sede FIFA, reservado eso para el Hard Rock, pero con sus 25.000 espectadores, sus palcos VIP y las celebraciones de conciertos y eventos esperan convencer a Messi.
«Es uno de los proyectos más grandes de todo Miami», explica a EL MUNDO Víctor Oliver, vicepresidente de Ingresos y Operaciones del club. Este periódico pudo visitar las obras y conocer las interioridades de un proyecto que quiere convertir al Inter Miami en la mejor organización de la MLS y una de las principales del fútbol al otro lado del charco. Todo conectado entre el balón y el entretenimiento, algo clave en una ciudad multicultural y de negocios como Miami.
Freedom Park será un estadio de fútbol, pero también una sede de conciertos, un centro comercial gigante con tiendas y restaurantes y tendrá al lado un parque al aire libre que será uno de los más grandes de la ciudad.
Grada retráctil
Situado al lado del aeropuerto, han construido sólo un nivel por temas de seguridad y tendrá una cubierta que tape prácticamente todas las plazas del estadio. Además, una de las gradas será retráctil para favorecer la preparación y celebración de conciertos sin dañar demasiado el césped.
Y pegado a la hierba, una de las claves del nuevo proyecto. Freedom Park será uno de los primeros estadios de fútbol en tener palcos VIP situados en la banda del campo, una decisión que dentro del Inter Miami se valora como «estilo NBA» y que acercará a los famosos de la ciudad al juego, como en la liga de baloncesto. El conjunto de Florida tiene claro que quiere mezclar fútbol y entretenimiento.
«En el Chase Stadium, que ha sido nuestro estadio temporal hasta inaugurar el nuevo, han estado a pie de césped LeBron James, Karol G, Kim Kardashian, Serena Williams, Bizarrap… El concepto aquí es diferente. La gente quiere estar cerca, no sólo quiere ver bien el partido como en Europa», asegura Oliver.
La cultura deportiva en Estados Unidos es diferente. Los encuentros de béisbol, NBA o NFL duran más que los de fútbol y los espectadores no están sentados en su sitio durante todos los minutos del encuentro. Hacen vida social en el interior del estadio, beben, comen y se relacionan.
5.000 localidades premium
En el nuevo Freedom Park, Inter Miami tendrá diferentes palcos VIP en distintas partes del estadio, sumando 5.000 localidades premium, las más demandadas hasta ahora. Y las del césped han volado. Disponen de 18 y 17 de ellas ya están vendidas, dejando una para los compromisos del club y de sus propietarios, creando un clima similar al que lograron los Lakers en su pabellón, convirtiendo el asistir a sus partidos en una experiencia VIP rodeada de famosos.
El retorno económico, además, se estima gigante. Cada palco situado en el césped, una suite VIP para varias personas, se ha vendido entre 380.000 y 500.000 dólares sólo para la primera temporada, en la que esperan contar con Messi. 8,5 millones sólo por esos palcos que harán aumentar los beneficios de la organización en un 40%. Los Lakers, por ejemplo, tienen suites que alcanzan los 5 millones al año.
Real Madrid y Barça, en su caso, cuentan con asientos y zonas VIP en sus estadios, pero no a pie de campo. Un asiento ‘super VIP’ en el Bernabéu cuesta 250.000 euros… Pero por 30 años, más un adicional de 21.000 euros anuales. Hace unos meses, los blancos vendieron 300 asientos VIP para 30 años y ganaron 70 millones, mientras que los culés vendieron 475 para 30 años por 100 millones. El futuro quizás esté más cerca del césped.