Luka Modric recibió la primera pregunta en español. Respondió en croata. En la segunda pregunta, el periodista, de nuevo español, pidió recibir la respuesta en castellano. "Es que me piden que responda sólo en croata", y se lo dijo, en ese idioma, al jefe de prensa de su selección. Tras una mirada mutua, dijo Modric: "Sólo en croata". Y así respondió toda la rueda de prensa, fueran las preguntas en el idioma que fueran, este viernes en la sala de prensa del Olímpico de Berlín.
Fuera una anécdota o fuera una reafirmación, un tanto absurda, del profundo sentimiento nacionalista de las expediciones deportivas croatas, el centrocampista del Madrid respondió, entre sonrisas, en su idioma. Está aquí, en Alemania, 18 años después de debutar en la selección, en el Mundial de 2006 (en realidad lo hizo en marzo de ese año, ahí jugó el primero de sus 175 partidos, y 25 goles, del hoy capitán). "En todo este tiempo he mejorado en todos los aspectos, pero prefieron que sean los demás los que hablen de mi", zanjó.
Modric elogió sinceramente a España. "Es una de las favoritas para el torneo. Antes la base era el Real Madrid y el Barcelona, pero ahora el seleccionador está dando oportunidades a jugadores de otros equipos y tienen mucho talento, muchas variantes", explicó, y no tuvo reparos en elogiar a la gran sensación de su rival este sábado. Lamine Yamal se convertirá en el jugador más joven de la historia en debutar en una Eurocopa.
"¡Me siento muy viejo al oír estas cosas!", bromeó primero. "Seas joven o viejo, lo que importa es lo que demuestras en el campo. Lamine Yamal ha hecho cosas increíbles y todos lo ven como un gran peligro de España. Tiene una gran carrera por delante, todos lo hemos visto", dijo sobre el jugador de la selección española.
Después fue el turno de Dalic, el seleccionador, que dijo no querer "venganza" tras la derrota en los penaltis de la final de la Nations League el pasado verano. "Venganza no, pero sí queremos ganarles". Aunque lo mejor de su turno fue cuando le preguntaron si le hubiera gustado que Dani Olmo, que pasó casi una década en Zagreb formándose, hubiera decidido jugar por Croacia. "Sí", respondió sin titubeos. Fueron muchos los intentos, por cierto, de la Federación croata porque eso fuera así, pero Olmo nunca tuvo dudas de que jugaría con España.