Victoria del conjunto blanco en su primer partido en casa de la temporada (93-79).
El Real Madrid consiguió la primera victoria en casa de la temporada (93-79) en un ‘cómodo’ partido ante el Monbus Obradoiro al que dominó de principio a fin y en el que Dzanan Musa mostró a su nueva afición sus habilidades, sobre todo en ataque. El 0-2 inicial anotado por Leo Westermann fue una ilusión porque el Real Madrid fue claro dominador de un primer cuarto en el que arrasó al Obradoiro con el 27-12 final.
No importó que un golpe mandara al banquillo a Tavares, Vincent Poirier dominó con claridad bajo los aros en ataque y en defensa. El 12-6 en rebotes, 8-2 en asistencias y 43-6 en valoración al término de los primeros diez minutos, dejan clara la diferencia que hubo en la pista.
En el segundo cuarto, el Madrid levantó el pie del acelerador y el juego se volvió descontrolado en ambos lados de la cancha. Los gallegos aumentaron la intensidad de su defensa y después de 3.30 minutos dominaba en el parcial por 6-11, 33-23, tras un descomunal atasco de los locales en ataque.
Mateo llamó a capítulo a sus jugadores y el Madrid intentó retomar la intensidad inicial hasta cerrar el marcador con 42-25, con buenos minutos de Dzanan Musa.
En el Obradoiro poco más allá de la buena voluntad, Rubén Guerrero y Dragan Bender no pudieron frenar, siquiera entorpecer, a los pívots locales y solo acciones aisladas de Edgar Vicedo (2 triples) o Álvaro Muñoz (1) fueron algo positivo.
Presión en defensa
Moncho Fernández intentó que sus jugadores subieran la presión en defensa, ante un Real Madrid que, sin forzar, recuperó el orden e hizo valer el mayor peso específico de su plantilla, 57-37 (min.24.40).
Dos triples de Westermann mantuvieron al Obra en el marcador para no alcanzar la veintena de puntos de desventaja. Al final del tercer cuarto, 68-55, con parcial para los gallegos por 26-30 gracias a los puntos de Bender.
Musa siguió demostrando que tiene muchos puntos en sus manos y el Real Madrid encaminó los últimos cinco minutos de juego con la victoria más que asentada, 83-62. Eli Ndiaye y Hugo González jugaron los últimos minutos y el Real Madrid se anotó la victoria por 93-79.