Final Four
Ante las ausencias de Deck y Yabusele, Chus Mateo baraja alternativas en el puesto de ala-pívot para intentar frenar al “líder” del Barça
“Mirotic es su líder, tenemos que tratar de limitar su impacto”. En el vestuario del Real Madrid son conscientes de cual es la principal amenaza del Barça para el clásico que de nuevo se repetirá este viernes en la Final Four. Al talento del montenegrino se unen tantas afrentas pasadas, tantas cuentas por saldar y hasta el morbo perenne de su pasado blanco. Pero en esta ocasión, todo eso se multiplica exponencialmente porque coincide con la debilidad del equipo de Chus Mateo: en el Zalgirio Arena no comparecerán ninguno de los dos ‘cuatros’, ni el sancionado Gerschon Yabusele ni el lesionado Gaby Deck.
Desde que Niko Mirotic decidió que su aventura NBA había terminado y que ponía rumbo de vuelta a Europa con el Barça, sus enfrentamientos contra el Real Madrid en el que se formó han tenido de todo. Polémicas, desagradables insultos en el WiZink y, sobre todo, desequilibrantes actuaciones. En lo deportivo, siempre fue un problema, aunque no siempre su equipo ganara. En la mente de todos su estruendosa exhibición de hace un año en el Stark Arena, otra semifinal de Euroliga: 26 puntos, 12 rebotes y cinco asistencias. 39 de valoración completamente en el olvido, pues fue el Madrid el que se llevó el triunfo. “Ni con Deck y Yabusele resultó sencillo”, ha admitido estos días un Mateo que deberá volver a acudir a lo táctico para intentar frenar al principal recurso ofensivo del Barça, más con la ausencia de Corey Higgins.
Fue en la serie contra el Partizan donde más salió a relucir el bagaje de un entrenador acostumbrado en su carrera a buscar soluciones en la sombra. “Lo haremos como podamos. Ya estamos acostumbrados a eso de rehacernos de las bajas. Veremos qué se nos ocurre”, respondió Chus Mateo que debutará como primer espada en la Final Four, pero que ya disputó cuatro y ganó dos como asistente de Pablo Laso y que hizo un llamamiento a “la energía del equipo”.
Hezonja, Rudy, Ndiaye…
Contra Mirotic deberá ser una labor coral, aunque no parezca esta vez la zona defensiva que exhibió ante Obradovic el mejor de los recursos con la cantidad y calidad de tiradores azulgranas (Abrines, Laprovittola, Kuric, Sanli, el propio Mirotic…). Pero también será un cometido individual y ahí lucen varios nombres, algunos ‘inventos’ del propio Mateo.
El principal señalado para la misión es Mario Hezonja, otro que también tomó el puente aéreo, en sentido contrario, tras su paso por la NBA. El croata siempre se desenvolvió en el juego perimetral, pero por tamaño (2,02 metros) y poderío físico ya ha demostrado que puede adaptarse al puesto de ala-pívot. “Mario está teniendo una temporada extraordinaria. Estoy encantado con él, contentísimo por su espíritu. Será uno de los que entre en esa situación”, confesó el técnico madrileño, que ya ha recurrido a él este curso. Especialmente durante la serie contra el Partizan: en los tres partidos finales promedió 7,6 rebotes (14 sólo en el tercero en Belgrado). “Nunca he jugado en esta posición, sólo un poco en Portland y Nueva York, pero en la NBA es fácil hacerlo. Aquí es más exigente, porque los cuatro no botan. Tienes que hacer trabajo sucio, rebotear, bloquear… Puedo jugar en las cinco posiciones, de uno a cinco. Sé que lo puedo hacer. Donde me necesite Chus, ahora no importa tu rol”, acepta el desafío.
Pero no será el único. En la plantilla blanca hay otros dos ala-pívots. Pero ni Anthony Randolph, que volvió hace unas semanas de una gravísima lesión en su talón de Aquiles, está en el mejor momento ni Petr Cornelie parece tener la confianza de Chus Mateo. Aunque Mateo mencionó al galo entre las opciones (también lo hizo con Abalde) parece Rudy Fernández el otro jugador con más opciones, en su caso no por tamaño y sí por experiencia, capacidad defensiva y sabiduría táctica.
“No será fácil. Son partidos muy largos. Hay que tener más de un as en la manga”. Y ese conejo en la chistera de Mateo puede ser un canterano. Ya en su momento Usman Garuba fue de los que mejor bailó con Mirotic. Eli John Ndiaye, 18 años, nacido en Senegal pero nacionalizado español, emergió como titular y grata sorpresa en el quinto e histórico duelo contra el Partizan. “Eli hizo un muy buen quinto partido contra Leday. Lleva trabajando todo el año. Ha estado preparado. El chico ha cumplido con creces. A lo mejor le toca de nuevo”. “Todo el mundo sabe que Mirotic es muy bueno. Yo haré todo lo posible para ayudar al equipo”, admite el joven, apenas 13 partidos en Europa y que hace apenas un año estaba disputado la Euroliga júnior.