Lo que al principio fue una sospecha se acabó convirtiendo en un secreto a voces; y ahora ya en una certeza, después de certificar que ha reventado la burbuja y que Mireia Belmonte (Badalona, 1990) no estará en los próximos Juegos de París, los que hubieran sido sus quintos en la historia.
A pesar de que en sus compromisos publicitarios y en las comparecencias del Comité Olímpico Español (COE) Belmonte alimentaba sus opciones olímpicas, el mundo de la natación conocía una muy distinta sobre lo que en realidad estaba ocurriendo.
Y es que Mireia Belmonte (33 años), que lleva sin participar en una gran competición internacional desde que nadó en el Europeo de 2022 en Roma, tiene un complejo problema en el hombro que limita su rendimiento, tanto que durante muchos meses prácticamente su preparación se ha basado en el trabajo de pies.
La lesión se centra en el tendón de la porción larga del bíceps, que le da estabilidad en la cara anterior del hombro. La única solución, según algunos especialistas consultados, tendría que haber sido una intervención quirúrgica.
Esta decisión le hubiera supuesto despedirse a Mireia Belmonte de los Juegos de París mucho tiempo antes, porque los plazos de la recuperación le impedían progresar en la rehabilitación y estar a punto para la que tendría que ser su última gran cita.
Por eso, Mireia Belmonte pidió otras opiniones y le sugirieron otras soluciones para evitar el quirófano y seguir alimentando su sueño.
Su última bala era el Campeonato de España de Verano, que concluyó este sábado en Palma, unos selectivos, unos ‘trials’ en los que los nadadores apuraban sus opciones clasificatorias para París.
Y esta semana en Palma, Mireia Belmonte no pudo sacar adelante sus marcas en los 400 libre y los 200 y 400 estilos, simplemente porque está a años luz de sus registros y de las exigencias impuestas por la Real Federación Española de Natación (RFEN).
En los 400 estilos se clasificó para la final con 4:48.53, diez segundos por encima de la mínima (4:38.53). La final la nadó medio segundo más lenta, en 4:49.08. El viernes, en los 200 estilos se clasificó para la final con un tiempo de 2:17.95, en una prueba en la que la mínima olímpica se sitúa en 2:11.47; y en la final estuvo en 2:16.75.
Cerró su participación con los 400 libre. La mínima en el cuádruple hectómetro se situaba en 4:07.90 y la badalonesa nadó lo más rápido en la final en la que fue sexta con una marca de 4:20.72, muy lejos del tiempo requerido para estar en lo Juegos.
El director técnico de la RFEN, Luis Villanueva, cuestionado repetidamente en los meses anteriores a la cita de Palma, aseguraba que no se podían tener “grandes expectativas” sobre Belmonte, y reiteraba que “los problemas físicos” de la nadadora, le impedían rendir al nivel deseado.
Belmonte ha sufrido mucho por sus problemas físicos. Iniciaba su preparación y tenía que parar, no tenía continuidad, daba un paso hacia adelante y dos hacia atrás.
En los peores momentos se refugió en su entorno más próximo, aunque éste cada vez era más reducido, porque la nadadora no quería ni oír hablar de su retirada cuando se le insinuaba la posibilidad.
A finales de 2023, Mireia Belmonte tuvo que abandonar su club de los últimos once años, la UCAM Murcia, y firmó por el CN Barcelona. Seguía entrenándose en Sant Cugat, a las órdenes de Ben Titley, que se hizo cargo de ella desde 2022, y continuaba manteniendo una habitación en el CAR barcelonés, donde es la residente más veterana, pero los cambios no daban resultados.
Mientras cada vez podía nadar menos, Belmonte multiplicaba sus actos publicitarios lejos de la piscina, con campañas para una determinada marca de coches o de una entidad bancaria. De hecho, su llegada al CN Barcelona también se enmarca dentro de su plan de futuro.
Ahora la incógnita está despejada. La badalonesa, la mejor nadadora de la historia de España, campeona olímpica, mundial y europea, ganadora de cuatro medallas olímpicas, tiene que tomar su gran decisión. La de cómo afrontar el primer día de su “día después”.
Pero no va a ser algo sencillo. En los pasillos de Son Hugo, Belmonte medita y no parece dispuesta a cerrar la puerta justo en el momento que finalice este competición. No quiere que esta prueba quede en la memoria como la última de su carrera y por eso está dispuesta a aplazar el momento, a tomarse un par o tres de semanas antes de decidir.
¿Operarse y continuar? ¿Continuar adelante sin operarse? u ¿Operarse para seguir o para solventar de una vez sus problemas en el hombro?. En unas semanas, la respuesta.