Mbappé, Día 1: un español perfecto “porque quería jugar aquí”, “una hora” de sueño por los nervios y los mensajes de Vinicius

Mbappé, Día 1: un español perfecto "porque quería jugar aquí", "una hora" de sueño por los nervios y los mensajes de Vinicius

Apareció en la sala de prensa sobre las tres menos veinte de la tarde, con un traje impoluto y una maqueta del Santiago Bernabéu en la mano. ¿Un detalle del Madrid? No. “Es un regalo que me hicieron mis padres cuando tenía ocho años”, contestó Kylian Mbappé. En una sola frase, en un sorprendente y perfecto español, el galo resumía lo que significaba para él fichar por el conjunto blanco. Unos minutos antes, había sido presentado con por Florentino Pérez ante los 85.000 espectadores que llenaban Chamartín.

“Empecé a estudiar español en el colegio, no era el mejor, pero sabía que tenía este sueño de jugar en el Madrid y si hablas el idioma es mejor. Cuando llegas a un sitio, es más fácil adaptarte”, explicó sobre su extraordinario nivel. “Tenía como entrenadores a técnicos que hablaban español, como Luis Enrique o Pochettino. Me ayudaron mucho y no tengo miedo a hablar, a cometer errores. Quiero mejorar lo más rápido posible”.

Para saber más

Su día fue “todo lo que había soñado, incluso más”. “He dormido una hora, o una hora y media, por la noche, de los nervios”, admitió. “Soy muy nervioso y me he levantado con presión, con presión de disfrutar cada segundo. Quiero que la gente vea lo que significa esto para mí. Significa mucho“, reflexionó, con un discurso bien argumentado, sin errores, sin nervios aparentes. Toda una lección en semejante escenario.

Reconoció que el “1, 2, 3, Hala Madrid” de su discurso en el césped había sido un “guiño” a Cristiano Ronaldo, “mi gran ídolo”, y que le da igual llevar “el número 9, el 22 o el 49” porque “no me veo la espalda”. Entre reflexión y reflexión, Mbappé sonrió y bromeó. Hizo suyo el foco mediático.

En la primera fila de la sala de prensa estaban sus padres Wilfried y Fayza, que le han educado desde pequeño en la importancia de los idiomas y la necesidad de afrontar escenarios como el de su primer día en el Bernabéu. A su lado, gente de la máxima confianza del delantero, como la abogada Delphine Verheyden y dos personas que trabajan en su agencia de comunicación. Todo estaba estudiado al máximo detalle, cada tema de conversación, cada reflexión… Mbappé no es sólo un jugador de fútbol, es mucho más, y lo sabe.

“Yo también fui un niño como muchos de los que había hoy en el estadio. Estuve en el Bernabéu con 12 años. Si yo he podido, ellos también“, aseguró ante los medios, en un discurso importante, porque el futbolista invitó a su presentación a más de una decena de niños de su Fundación. El mensaje estaba claro: esto era el sueño del niño.

La importancia del vestuario

Ante el micrófono, mensajes para la afición, para los medios y para sus compañeros. “No estoy en el grupo de WhatsApp, pero espero estar pronto”, bromeó. “Llego con humildad y ambición, lo primero es adaptarme bien al equipo y a los compañeros”, fue su primera respuesta sobre el vestuario. Tiene claro que la plantilla del Madrid ha conseguido durante los últimos años un ambiente idílico y él sólo quiere sumar, por eso, cuando le preguntaron por el número 10 de Modric, negó que lo quisiera. “¿Quién ha dicho que he pedido el 10? Respeto máximo para Luka, un genio del fútbol. A mí el número no me importa”.

Cuestionado sobre los varios “no” que respondió al Madrid durante los últimos años, contestó con una reflexión que también llevaba en el bolsillo: “Es mi sueño desde niño. El Madrid era mi única opción al salir de París y los sueños no se pagan. El pasado es pasado. Quiero pensar en el presente”. Respuesta inteligente.

Otro problema podría haber sido su posición, parecida a la de Vinicius. De nuevo, respuesta hábil. “Puedo jugar en las tres posiciones. En Francia, en PSG y en el Mónaco he jugado en las tres… Lo más importante es estar bien físicamente. La posición es un detalle, yo quiero estar en el campo, pero no es un debate”.

Las referencias al vestuario fueron continuas: “Los franceses siempre me decían ‘ven a Madrid, es el mejor club del mundo‘. También Vini, que me mandaba mensajes y me decía ‘ven que vamos a jugar juntos arriba’. Todos me hablaban del club”. “No voy a tener problemas para jugar con ninguno porque son grandes jugadores”, añadió.

Sobre la mesa, dos temas importantes a corto plazo: su nariz y la gira de Estados Unidos. “Mañana hablo con los médicos del club y vamos a hacer las cosas juntos. Voy a trabajar para estar en la Supercopa de Europa, porque es un título y sería único, y sobre la gira estoy en manos del club. Lo que decidan estará bien. Si quieren que vaya, voy, si no, no voy”.

kpd