Vuelta a España
Andrea Picciolo releva en el jersey rojo a su compatriota Lorenzo Milesi y el danés Andreas Kron se llevó finalmente el triunfo en la segunda etapa de la ronda española
Más lluvia, sabotajes, un aparente intento de plante… La segunda etapa de La Vuelta tuvo de todo. También, un cambio en el liderato. Andrea Piccolo, del Education First, le tomó el relevo a su compatriota, un Lorenzo Milesi que se vio terriblemente mermado en una de las múltiples caídas que trufaron el recorrido entre Mataró y el Estadi Olímpic, donde finalizó la etapa, a pesar de que los tiempos para la general se tomaron finalmente en la avenida María Cristina. Esa fue la decisión que tomaron los responsables de la prueba a instancias de los ciclistas, preocupados por el aguacero de este sábado. Con todo, sí se mantuvieron tanto las bonificaciones previstas como la meta para decidir quién iba a ser el vencedor de esta segunda jornada. Título que, en este caso, recayó en las manos de Andreas Kron. El danés protagonizó una gran escapada final en la siempre dura subida al alto del Castillo de Montjuïc que, a la postre, le daría un triunfo con dedicatoria. Fue para Tijl De Decker, recientemente fallecido a causa de las graves heridas sufridas en una caída parecida el pasado miércoles, en un entrenamiento.
Los instantes previos a la salida de esta segunda etapa, con Mataró como escenario de fondo, fueron tremendamente movidos. Los corredores, con el vigente vencedor de Tour, Jonas Vingegaard, a la cabeza, exigieron que la toma de tiempos para la general tuviera lugar a varios kilómetros de la meta. Su gran preocupación era la bajada desde el Castillo de Montjuïc. Con el suelo mojado, entendían que podía ser terriblemente peligrosa. Y, a decir verdad, no les faltó razón, aunque equivocaron la localización. A pesar de que la lluvia pareció inicialmente dispuesta a darles tregua, su repentina reaparición, muy especialmente en las calles de Molins de Rei, provocó múltiples caídas que afectaron, entre otros, al primer líder, Lorenzo Milesi, a Pelayo Sánchez, a Callum Scotson, a Primoz Roglic, quien no tuvo no obstante problemas para seguir rodando, a Rui Oliveira y, también, a Oscar Onley y a Pierre Latour, quienes sufrieron además sendas fracturas de clavícula. Muy pronto, se destacarían cinco escapados, Andrea Piccolo, Javier Romo, Joel Nicolau,Matteo Sobrero y Jetse Bol. Los tres últimos, con el paso de los kilómetros, acabarían engullidos por el pelotón y Piccolo, pese a verse también afectado por una caída, acabaría por erigirse como nuevo líder, por mucho que la etapa cayera finalmente en manos de Kron.
Las continuas caídas y el agua, además, no fueron los únicos contratiempos a los que tuvieron que enfrentarse los ciclistas. Tras pasar por el trazado del circuito de Montmeló, encararon un tramo que pasaba por el parque natural de Sant Llorenç del Munt y l’Obac marcado en este caso por el sabotaje. Muchos fueron los corredores que se vieron afectados por pinchazos, provocados, sobre todo, por artilugios maquiavélicamente ideados para surtir tal efecto. Entre ellos un Remco Evenepoel aún decepcionado por las terrible condiciones de este sábado y quien, a pesar de todo, peleó lo indecible para poder seguir en carrera con garantías. Todas las circunstancias negativas que rodeaban la etapa llevaron además a que Vingegaard, de nuevo, decidiera liderar lo que parecía un conato de plante en plena carrera que, a la postre, fue una manera de lograr que Roglic, afectado la caída de un corredor del UAE Team Emirates, pudiera incorporarse finalmente al grueso del pelotón. Los cabezas de cartel, en el tramo final una vez marcados los tiempos de la general, optaron aparentemente por no arriesgar y renunciar finalmente a las bonificaciones en otra jornada que se puso demasiado sobre el alambre. La tercera etapa, que tendrá lugar entre Suria y Arinsal, en Andorra, seguro, será ya otra cosa. Si la climatología lo permite, por supuesto.