Los golpes ponen a Lamine Yamal en duda para el duelo ante Serbia: “Con su edad y su talento tratan de intimidarlo, es la ley del fútbol”

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La protección a Lamine Yamal, por su edad y por la atracción que genera en los rivales, se ha convertido en un debate recurrente en las convocatorias de la selección pero ayer dejó el plano teórico y pasó al práctico. El joven jugador salió el estadio Enrique Roca de Murcia cojeando de la pierna izquierda después de haber jugado 93 minutos y haber recibido entradas le costaron tarjeta amarilla a los defensas daneses.

El temor es que sea una sobrecarga muscular por el esfuerzo y los golpes que acumula el futbolista, imprescindible tanto para el Barça como para la selección. Si Hansi Flick sólo ha renunciado a su titularidad ante Osasuna -la única derrota en Liga de los azulgrana-, Luis de la Fuente le ha alineado no sólo en los tres duelos disputados en esta Nations League ante Serbia, Suiza y Dinamarca, sino que en la Eurocopa sólo prescindió de él ante Albania. Como campeón de Europa y a sus 17 años, Yamal lleva disputados 14 partidos y 1.107 minutos en apenas dos meses de competición.

Además, ser la estrella de España, el jugador más diferencial, le ha puesto en el foco de los rivales, que tienen la intención de pararle como sea. Los daneses lo hicieron con muchas ayudas… y también a base de patadas. “Le dan patadas… como decía un amigo mío: ¿qué queréis que le dé besos?”, trataba de naturalizar De la Fuente. “Los rivales se emplean contra él con dureza, hasta el límite del reglamento, es cierto. Ante ese talento y esa edad, lo que tratan es de intimidar y buscar el contacto. Es la ley del fútbol. Él tendrá que aprender de esto y tratar de quitarse el balón antes para evitar esas entradas”, auguró el seleccionador.

No será consuelo su argumentación si debido a esos problemas musculares pierde a otro futbolista para el partido en Córdoba ante Serbia que puede dejar encarrilado la clasificación para los cuartos de final de la Nations League sin esperar a los duelos de noviembre ante Dinamarca en Copenhague y Suiza en Tenerife.

Porro y Morata

Otros dos nombres propios de la victoria de España en Murcia fueron Álvaro Morata. Las confesiones del delantero sobre sus problemas de salud mental coparon la previa y se convirtieron en una ola de cariño hacia él. Las 29.000 personas que acudieron al Enrique Roca corearon su nombre en algún momento del partido y le ovacionaron cuando De la Fuente lo sacó del campo. “Eso es lo que buscábamos, que le transmitieran cariño y seguridad, y estoy orgulloso de que los aficionados hayan reaccionado así. Ojalá se repita en otros campos”, deseó el seleccionador.

El otro protagonista, esta vez más por lo que hizo en el campo que por la reacción de la grada, fue Pedro Porro. El extremeño pudo quitarse el peso de encima de no haber jugado ni un solo minuto como internacional en el que España fuera ganando el partido. Su debut ante Escocia fue estrepitoso, como el de todo el equipo, y ante Dinamarca, por la baja de Carvajal y la retirada de Navas, De la Fuente volvió a darle la confianza.

El lateral se convirtió en mucho momentos en un buen arma ofensiva del equipo, con desparpajo. “Con Pedro siempre hemos contado, pero en otros momentos hemos tenido la visión subjetiva de que Dani y Jesús estaban mejor. Ahora está en unas circunstancias tiene que aprovechar y está muy bien en el Tottenham”, explicó el seleccionador.

La victoria ante Dinamarca deja a España como líder de grupo y la encarrila hacia los cuartos de final, a los que llegarán el primero y segundo de cada grupo. Pero, además, tiene gusto a superación por la cantidad de bajas que acumula el equipo. “Todos los proyectos se consolidan mejor desde la victoria. Hay jugadores en la recámara muy talentosos que nos permiten mirar el futuro de manera tranquila. Teníamos un bloque cohesionado y ahora hay que construir otro edificio”. Palabra de seleccionador.

kpd