Europa League
Sevilla-Roma
El portugués elogió al técnico vasco y la experiencia de los jugadores del Sevilla, pero lanzó un aviso sobre su equipo: “No saben de lo que somos capaces”.
José Mourinho se puso y se quitó la piel de cordero varias veces antes de la final de la Europa League ante el Sevilla. Sabe muy bien qué significa enfrentarse a un equipo que cuenta sus finales por victorias, seis en los últimos 17 años. Sólo su peso en el banquilllo contrarresta un palmarés que cae del lado sevillista. La Roma, que no entrenó en el Puskas Arena, no es favorito, no quiere serlo, pero a la vez se repite una y otra vez que la historia no juega. Y la única carta que tienen, la experiencia de su banquillo, no quiere jugarla.
‘Mou’ no dudó en señalar a sus jugadores como inexpertos, “niños del primavera” frente a los galones de los sevillistas, pero a la vez lanzó su mensaje: “Es cierto que carecemos de la experiencia en Europa League y que el Sevilla ha sido habitual estar en las finales mientras que para nosotros es extraordinario e inolvidable. Pero no conocen de lo que es capaz mi equipo. No somos angelitos“, aclaró el portugués, que de nuevo piropeó a los “25 o 26 grandes jugadores” que tiene el Sevilla y se sorprendió de que su presupuesto fuera inferior al de la Roma. “Será porque Lamela, Montiel o En-Nesyri ganan poco”, deslizó entre sonrisas antes de confirmar que su única duda, Dybala, “lo podremos ver 20 o 30 minutos”.
Entre tanta ida y venida edulcorada del rival, Mendilibar ni se inmutó. “Ni la historia, ni el presupuesto ni los piropos ganan. Yo voy a dormir igual esta noche porque he madrugado para venir aquí”, admitía el vasco, que lleva días con el once en la cabeza para hacer, como describió Rakitic, “el partido perfecto”. “Será diferente al del United y la Juventus. Sabemos cómo van a jugar y cómo tenemos que hacerlo nosotros. Mantener nuestra idea es clave”, recordó el entrenador.
Si Mourinho deslizó que, pese a tener un año más de contrato, había hablado con sus capitanes acerca de su continuidad, a Mendilibar la pregunta le persigue. A finales de semana su etapa en el Sevilla puede ser historia. “No me importa mi futuro. Firmé para dos meses y medio. Si me importara habría apretado entonces. Estaba en el paro y ahora estoy disfrutando porque salgo a cada partido sintiendo que puedo ganar. Otras veces he pensado que lo más fácil era perder”, admitió.
¿Será decisiva la final para su continuidad? “No lo creo. Es como si un cronista reescribe toda la crónica porque llega gol en el minuto 90”. A Mendilibar ese gol puede darle un título.
