Fútbol americano
El equipo de El Touchdown analiza lo mejor y lo peor de la jornada en el episodio de esta semana.
Casi sin darnos cuenta hemos superado el ecuador de la temporada, hemos visto alzarse y caer a muchos aspirantes, nacer estrellas y amontonarse heridos, esta es la competición del cambio permanente en la que nada se mantiene constante excepto los Carolina Panthers y Mike McCarthy. Vamos con las notas de una semana que llegaba con tres partidos entre colosos centrando la atención y de la que, de repente, se apropió un rookie.
SOBRESALIENTE
CJ Stroud. Un sobresaliente es poco, su partido contra Tampa Bay fue de matrícula de honor indiscutible. Desde la primera jornada, el quarterback novato de los Houston Texans ha dado la sensación de ser una estrella en ciernes, pero lo del domingo fue otro nivel con 470 yardas, cinco pases de touchdown, ninguna intercepción y un último drive para ganar el partido absolutamente magistral: 75 yardas en menos de un minuto, pase decisivo a Tank Dell y a casa. Conviene no precipitarse, pero… ¡Pero! Los análisis previos al draft que discutían su capacidad para leer más allá de su primera opción e improvisar fuera de estructura, han quedado obsoletos muy rápido y Bryce Young, el QB de Carolina elegido con el número 1 del draft, tiene una misión muy complicada por delante para que la sombra de ser seleccionado un puesto antes que Stroud no le persiga siempre.
NOTABLE
Kevin O’Connell y Josh Dobbs, ex aequo. Lo que están haciendo los Minnesota Vikings es excepcional. Tras empezar la temporada 1-4, perder aún sin fecha de retorno al mejor receptor de la NFL, Justin Jefferson (lesionado en la semana 5) y caer su quarterback titular, Kirk Cousins, para lo que queda de liga, cualquiera hubiera tirado la toalla, pero ellos han ganado cuatro partidos seguidos y aspiran muy seriamente a playoffs. El trabajo de O’Connell en su segundo año como entrenador jefe es más brillante que el del año pasado… cuando acabaron 13-4. Pero lo de este domingo fue un paso más allá: sin Cousins, el rookie Jaren Hall fue titular y se lesionó en el primer cuarto. Ahí entró Dobbs, que había llegado traspasado al equipo cinco días antes y no se sabía las jugadas. Perdió dos balones nada más salir y ahí empezó la magia. Improvisando, bien guiado por O’Connell y cogiendo conceptos sobre la marcha, lideró una remontada imposible. Dobbs es ingeniero aeroespacial con la máxima nota posible y tiene el mejor mote del mundo: The Passtronaut. Esa cabeza es oro.
APROBADO
Las Vegas Raiders. Las franquicias cometen demasiadas veces el error de prolongar hasta final de temporada situaciones insostenibles con sus entrenadores, en parte por evitar líos, en parte por quedar bien y parecer pacientes, en parte por tener un cabeza de turco hasta enero. Pero alargar la agonía nunca es la solución. Los Raiders despidieron a Josh McDaniels, que volvió a demostrar que es absolutamente incapaz de liderar un grupo y caer bien a más de tres personas a la vez con media temporada por delante, y ahora tienen más tiempo para estudiar con calma el mercado de técnicos y cobrar ventaja sobre otros equipos que comiencen el proceso dentro de dos meses. Y, sobre todo, permitirán a sus aficionados ver a un equipo que no parezca absolutamente miserable cada vez que se pone el casco. ¿La respuesta de los jugadores? Una victoria con mensaje a su ex técnico: cierra al salir.
NECESITA MEJORAR
Dak Prescott. Mike McCarthy, su entrenador, no va a mejorar ya a estas alturas de su carrera. Es lo que es: esa música de ascensor que ni suma ni resta. Pero el quarterback de los Dallas Cowboys sí puede dar un poquito más, porque lo ha dado en otras ocasiones. Sin ir más lejos, durante los tres primeros cuartos contra los Eagles, en los que mantuvo a su equipo en un toma y daca con el mejor equipo de lo que va de liga, pero los tres últimos drives fueron un desastre, calculando mal donde pisar en una conversión de dos puntos que lo hubiera cambiado todo y comiéndose sacks absolutamente inadmisibles en las jugadas decisivas. McCarthy no le ayuda, pero él no es inocente.
SUSPENSO
Arthur Smith. El entrenador de los Atlanta Falcons es el hijo del fundador de FedEx, uno de los hombres más ricos de América, y cual personaje de Succession está empeñado en romper el lujoso juguete que le han dado para demostrar que es más listo que el resto. Spoiler: no lo es.