Hubo un tiempo en que Simeone era justo. Hoy basta con ver el trato dispensado a De Paul y a Joao Félix para comprobar que ya no lo es.
Cada vez que Joao Félix tira el peto al suelo o hace un gesto infantil porque juega menos de lo que cree que merece, se equivoca.
Cada vez que Simeone señala o humilla al fichaje más caro de la historia del club teniéndole 45 minutos calentando para b
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