“Por mucho que busquen y difamen, no encontrarán nada, porque no hemos hecho nada de lo que se nos acusa”, insiste el máximo dirigente azulgrana ante los compromisarios del club.
Los ecos del caso Negreira, cómo no, estuvieron también muy presentes en la asamblea de compromisarios del Barça de este año. En su discurso, el presidente azulgrana, Joan Laporta, recuperó de nuevo el concepto al que recurrió esta misma semana, el de «madridismo sociológico», como parte de su defensa y se mostró especialmente beligerante.
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«La historia del Barça no se ensucia. Me refiero al ataque más feroz y reputacional que hemos recibido: el caso Negreira. Es una campaña de desprestigio, no lo podemos permitir. Por mucho que busquen y difamen, no encontrarán nada, porque no hemos hecho nada de lo que se nos acusa. Había unos informes técnico-arbitrales, con facturas y transferencias. La hipótesis del juez es que ese dinero era para comprar árbitros, y nosotros probamos que era para asesoramiento arbitral. Unos lo estamos probando y los otros no pueden hacerlo», aseguró el máximo dirigente barcelonista.
«No quieren que el Barça sea más que un club. Hay que ir mucho a Madrid por trabajo y así te das cuenta de que hay un madridismo sociológico en todos los centros de poder: político, económico mediático y deportivo. En mi primer mandato ya luché contra ello y no lo pasaron bien. Ahora, nos atacan porque ven que el presidente que les hizo sufrir está otra vez al frente del club. No les interesa que se hable de su poder, que está impregnado en todos los ámbitos. Son los promotores de intentar controlarnos, perjudicarnos y, si pueden, destrozarnos. Más pronto que tarde, todo acabará con una sentencia que absolverá al Barça. Tengo malas noticias para el madridismo sociológico: repetiremos el mejor Barça de la historia», arengó un Laporta que señaló la recuperación de la entidad bajo su mando como el gran detonante de las acusaciones.
«Entre todos hemos salvado el club, a pesar de los palos en las ruedas que nos ponen desde fuera. Nos atacan porque volvemos a ir bien. Deportiva y económicamente. Estamos volviendo a la excelencia deportiva. Tenemos un equipo joven, con muchos jugadores de la cantera, con mucho más valor en el mercado y más sostenible que el que heredamos. Y no quiero hablar solo de fútbol: la temporada pasada ganamos las seis ligas. Es algo único. Y capítulo aparte merece también la Champions del femenino», desgranó. «Económicamente, vamos mucho mejor. Llegamos cuando acababa la temporada 2020/21 y lo que hicimos fue salvar la entidad, que tenía entonces una deuda de 1.350 millones de euros, la mayor parte a corto plazo, con 455 millones de patrimonio neto negativo. Tomamos decisiones valientes y salvamos al club. Y sin tocar el bolsillo de los socios. Hoy presentamos un beneficio de 304 millones de euros, superior a lo que aprobamos hace un año, con unas cifras de récord en el área comercial», aseguró.
Los compromisarios, en una asamblea fundamentalmente telemática, con presencia en la sala sólo del presidente, su junta, los miembros de las comisiones y los senadores, es decir, los socios más antiguos, aprobaron con una amplia mayoría los números presentados por la junta, a pesar de que el número de participantes, de nuevo, fue muy inferior a lo deseable en un acto con tanta trascendencia para el gobierno de la entidad. Así, la aprobación de la liquidación de la temporada 2022-23, cerrada con unos beneficios de 304 millones de euros en gran parte gracias a la aplicación de las famosas palancas, tuvo lugar con 376 votos a favor, 45 en contra y 20 en blanco emitidos por los 462 compromisarios acreditados en ese momento. La aprobación del presupuesto para el presente ejercicio, que prevé unos ingresos de 859 millones de euros y unos beneficios de unos ocho millones, a pesar de que el primer equipo debe jugar en Montjuïc y en gran parte gracias también a la contención en el gasto invertido en masa salarial deportiva, mientras, tuvo lugar con 372 votos a favor, 37 en contra y 12 en blanco contabilizados sobre un quorum, en el momento de la votación, de 437 compromisarios.