Tribunales
Recuerda que la última declaración del jugador no coincide con otras pruebas como la posición de las huellas dactilares en el aseo
El Juzgado de Instrucción número 15 de Barcelona debe decidir esta semana si deja en libertad al jugador Daniel Alves pese a la acusación de agresión sexual a una mujer en los lavabos de la discoteca Sutton de Barcelona. Alves declaró de nuevo hace unas semanas y explicó que la relación fue consentida, por lo que su letrado, Cristóbal Martell, reclamó de nuevo la salida en libertad del ex defensa del Barça.
Sin embargo, tanto la Fiscalía como la acusación particular, que representa a la víctima, han presentado escritos en el juzgado en los que se oponen a esta salida. Principalmente argumentan que existe riesgo de fuga pero también señalan que la última declaración de Alves en el juzgado está llena de contradicciones. Así, la abogada de la víctima, considera que si los dos hubieran tenido la intención de mantener relaciones sexuales de forma consentidad hubieran ido a ‘la suite’ y no en el baño al pie de las escaleras que llevan a esta habitación en exclusiva.
La discoteca tiene un espacio privado al que se accede desde la zona de los reservados por la puerta al lado del DJ subiendo unas escaleras. Es una habitación privada con una televisión y un sofá. Las imágenes de las cámaras de seguridad indican que Alves entró primero por esta puerta y después ella. Las declaraciones de los dos coinciden en que fueron al lavabo que está al pie de esas escaleras.
La letrada de la víctima, Ester García, recuerda que Alves ha ofrecido diversas versiones contradictorias sobre lo que ocurrió en el aseo del local y que en el último interrogatorio explicó que fueron consentidas con penetración. El jugador remarcó que había negado antes conocer a la chica bajo el argumento de querer salvar su matrimonio y sólo más tarde, ante los numerosos indicios de culpabilidad existentes, confesó que ella le hizo una felación pero fue consentida.
Sin embargo, la defensa de la víctima detalla que tuvo que cambiar su versión de que existió penetración vaginal ya que la prueba biológica en la ropa y dentro del cuerpo de ella concluyeron que los restos correspondían a Alves, por lo que su testifical fue hacia la aceptación de las relaciones pero siempre con consentimiento. También remarca la defensa de la mujer que la última declaración de Alves no coincide con el resultado de pruebas practicadas en este procedimiento como como la posición de las huellas dactilares dentro del baño.
En este sentido, hay huellas en el lavabo que indican relaciones por detrás y no él sentado en el wáter como explicó en el juzgado el defensa brasileño, según fuentes judiciales. La abogada también señala que el informe aportado por la defensa de más de 200 páginas con analisis de las cámaras de seguridad en las que se remarca una “cercania” entre jugador y víctima es una interpretación interesada y de parte, según el escrito de la acusación particular.
Finalmente, igual que la Fiscalía, la acusación mantiene que existe riesgo de fuga de Alves ya que no acredita un aumento del arraigo en nuestro país sino que disminuye ya que su esposa Joana Sanz anunció que quiere divorciarse y dejó la vivienda familiar. Además señala que su capacidad económica es la misma que cuando se acordó la prisión en enero pasado. Por eso, la acusación cree que nada une a Alves a España y por tener dinero fuera del país existe riesgo de fuga.