La Federación Ecuestre Internacional (FEI) ha suspendido a la jinete británica de doma Charlotte Dujardin por un año y le ha impuesto una multa de 10.000 francos suizos (107.000 euros) por “por conducta contraria a los principios del bienestar de los caballos” según informó el organismo federativo en un comunicado, recogido por Efe.
El 22 de julio de 2024, la FEI recibió un vídeo que mostraba a Dujardin azotando excesivamente a un caballo durante una sesión de entrenamiento en un establo privado y, al día siguiente, la británica confirmó que era ella y decidió retirarse de los Juegos Olímpicos de París 2024 y ser suspendida provisionalmente, por lo que la sanción estará en vigor del 23 de julio de 2024al 23 de julio de 2025.
Durante la misma, Dujardin tiene prohibido participar en todas las actividades relacionadas con competiciones o eventos bajo la jurisdicción de la FEI o de una federación nacional.
Como se señala en la decisión del Tribunal FEI, la aceptación por parte de la jinete de las sanciones propuestas hace que esta decisión sea definitiva y no esté sujeta a apelación.
“Es lamentable que este caso haya puesto a nuestro deporte en los titulares por las razones equivocadas, especialmente durante un momento crítico previo a los Juegos Olímpicos”, expresó la secretaria general de la FEI, Sabrina Ibáñez.
La británica Charlotte Dujardin es tres veces medallista de oro olímpica en doma clásica.
El ex entrenador sueco Sven-Göran Eriksson confesó este miércoles que espera ser recordado como "un buen hombre", al conocerse en enero de 2024 que padece un cáncer de páncreas terminal y habiéndose apartado de la actividad futbolística, tras una dilatada carrera como seleccionador inglés y técnico de equipos como la SS Lazio, el IFK Göteborg y el SL Benfica, entre otros.
El ex técnico será el protagonista del próximo documental de Amazon Prime Video, 'Sven', y, en palabras recogidas por el diario inglés 'Mirror', dijo que ha tenido "una buena vida" y que cree que "todos tememos el día de nuestra muerte, pero la vida también es muerte".
"Hay que aprender a aceptarla tal y como es. Con suerte, al final la gente dirá 'sí, era un buen hombre', pero no todo el mundo lo dirá. Espero que me recuerden como un tipo positivo que intentaba hacer todo lo que podía. No lo lamentéis, sonreíd. Gracias por todo, entrenadores, jugadores, público... Ha sido fantástico. Cuídate y cuida tu vida. Y vívela. Adiós", concluyó Eriksson.
A sus 76 años, en enero de este año anunció en la radio sueca P1 que le habían detectado ese cáncer inoperable y que le quedaba "como mucho un año de vida". "Todo el mundo puede ver que tengo una enfermedad que no es buena, y todo el mundo supone que es cáncer, y lo es. Pero tengo que luchar contra ella el mayor tiempo posible", comentó al respecto.
Eriksson era consciente de que "en el mejor de los casos" su esperanza de vida sería "alrededor de un año", pero que sus médicos tampoco podían "estar totalmente seguros". "Es mejor no pensar en ello. Hay que engañar al cerebro. Podría ir por ahí pensando en eso todo el tiempo y sentarme en casa y sentirme miserable y pensar que tengo mala suerte y cosas así", indicó.
En el documental, el ex seleccionador de Inglaterra prefiere ahora ver "el lado positivo de las cosas" y no enterrarse "en los contratiempos" surgidos a raíz de su enfermedad terminal, aunque sabe que "este es el mayor contratiempo de todos".
Tras una larga vida dedicada al fútbol, en febrero de 2023 dejó el puesto de director deportivo que ocupaba en el club sueco Karlstad debido a problemas de salud. Anteriormente, se había convertido en el primer seleccionador extranjero de Inglaterra, cuando fue nombrado en 2001 para dirigir a los 'Three Lions'. El sueco fue el entrenador en el Mundial de 2002, la Eurocopa de 2004 y el Mundial de 2006, llegando en los tres torneos hasta los cuartos de final.
Como técnico también dirigió al Degerfors IF y al Göteborg en su país natal, con el que conquistó la Copa de la UEFA, así como al Benfica, donde en dos etapas cosechó tres Ligas y una Copa de Portugal; luego entrenó a la Sampdoria, con la que se proclamó campeón de la Copa de Italia, y la AS Roma, con la que logró otra Copa de Italia.
Pero su etapa más destacada como entrenador de clubes la vivió con el vecino del conjunto 'giallorosso', la Lazio, con la que levantó una Serie A, una Supercopa de Europa, una Recopa de Europa, dos Copas de Italia y dos Supercopas transalpinas en las cuatro campañas en las que dirigió al conjunto romano, entre 1997 y 2001.
También ocupó los banquillos del Manchester City y del Leicester City, durante una temporada en cada caso, pero sin lograr ningún título. A nivel de selecciones dirigió a México, Costa de Marfil y Filipinas, que fue su última experiencia como entrenador entre 2018 y 2019.
En marzo de este mismo año, Eriksson también pudo cumplir su sueño de entrenar al Liverpool FC sobre el césped de Anfield, cuando se hizo cargo de las Leyendas del club para un partido benéfico en un estadio 'red' con las gradas abarrotadas.
Max Verstappen dispone este fin de semana de su primera oportunidad para convertirse en campeón del mundo. Un logro que le permitiría igualar con Alain Prost y Sebastian Vettel en el palmarés histórico. La manera más sencilla de asegurarse en Las Vegas su cuarto Mundial será cruzar la meta por delante de Lando Norris.
Además, en el momento en que el piloto de McLaren acabe por debajo del noveno puesto, Mad Max se proclamará automáticamente campeón. Estos son el resto de escenarios en los que Verstappen podrá alzarse con el título en el Strip Circuit.
- Si gana la carrera
- Si Norris acaba segundo y él es tercero con la vuelta rápida.
- Si Norris acaba tercero y él es cuarto con la vuelta rápida.
- Si Norris acaba cuarto (sin la vuelta rápida) y él es quinto.
- Si Norris acaba quinto (sin la vuelta rápida) y él es sexto.
- Si Norris acaba sexto (sin la vuelta rápida) y él es séptimo.
- Si Norris acaba séptimo (sin la vuelta rápida) y él es octavo.
- Si Norris acaba octavo (sin la vuelta rápida) y él es noveno.
- Si Norris acaba noveno con la vuelta rápida y él es décimo.
- Si Norris acaba noveno (sin la vuelta rápida) o peor.
- Si Norris y él acaban fuera de la zona de puntos.
¿Cuáles son las opciones de Norris?
El líder de McLaren necesita remontar 62 puntos en las últimas tres carreras (Las Vegas, Qatar y Abu Dhabi) donde se reparten 86 puntos. De este modo, tendría que sumar al menos esos 62 y esperar que el holandés se quede a cero en cada una de ellas. Es decir, un promedio de 21 puntos de ventaja por carrera, algo altamente improbable. Además de esperar esas tres desgracias de su antagonista, Lando no podrá bajar de la segunda posición en estas tres últimas rondas y deberá ganar al menos una de ellas.
¿Qué sucede con el Mundial de Constructores?
McLaren lidera la tabla con 36 puntos de ventaja sobre Ferrari y 49 sobre Red Bull. Dado que aún quedan por repartir 147 puntos en las tres últimas citas, lo más probable es que el título no se decida hasta el 8 de diciembre en Abu Dhabi, última parada del Mundial. El otro punto de interés será la lucha por la sexta plaza, ocupada ahora por Alpine tras su doble podio en Interlagos. Sin embargo, los franceses sólo cuentan con tres puntos de margen ante Haas y cinco ante Visa Cash App RB, por lo que todo puede cambiar de aquí a la carrera en Yas Marina.
La violencia en los aledaños del fútbol celebra un triste aniversario. Han transcurrido ya 100 años desde que un hincha uruguayo murió en Argentina cuando celebraba el oro de la Celeste en los Juegos de 1924. No hay evidencia documental precisa, pero la mayoría de investigadores considera aquella muerte como la primera. El kilómetro cero de la cultura ultra. Un fenómeno tan vivo, tan despiadado, que se actualiza día a día. Ayer mismo, la policía italiana arrestó a 19 radicales, acusados de «delitos de conspiración criminal, con el agravante del método mafioso, además de extorsión y lesiones». Entre los detenidos figuraban Luca Lucci y Renato Bosetti, jefes de la Curva Sud del Milan y la Curva Norte del Inter. Al capo nerazzurro se le vincula con la N'Drangheta, la organización mafiosa más poderosa del mundo. A Lucci, ya condenado por tráfico de drogas, se le relaciona con Matteo Salvini, vicepresidente del Gobierno de Giorgia Meloni. En mayo de 2023, los lugartenientes de Lucci acudieron a las instalaciones de Milanello en protesta por las derrotas del equipo. «Nos animaron a darlo todo», dijo entonces Stefano Pioli, técnico rossonero.
«Hoy se habla de lo sucedido en el Metropolitano entre Diego Simeone y el Frente Atlético, pero no es raro encontrar a entrenadores y jugadores disculpando algunos comportamientos de los ultras», explica a EL MUNDO James Montague, autor de 1312: Among the Ultras, A Journey With the World's Most Extreme Fans (Ebury Press, 2020), uno de los más celebrados textos sobre la materia. «Cuando estos grupos son poderosos y encuentran un espacio dentro del fútbol, ya sea en Italia, Alemania o Serbia, son un colectivo al que conviene escuchar, te guste o no», añade el británico.
A esta estrategia, precisamente, se viene sumando el fútbol francés gracias a la Instance Nationale du Supportérisme, un grupo de trabajo que incluye, desde 2017, a los Ministerios de Interior y Deportes, la Federación, la Ligue 1, un panel de sociólogos y los representantes de los ultras. «En mi país estos grupos están más estructurados que en España, donde todo parece mucho más espontáneo. Por supuesto, en el Frente Atlético también habrá un núcleo duro, pero no tan organizado como aquí», detalla a este periódico Adrien Verrecchia, uno de los autores de Ultra, mode de vie (La Grinta, 2017), un volumen de 530 páginas que aborda, entre otros episodios, la decisión del PSG de expulsar a Kop de Boulogne y Virage Auteuil, sus dos históricas facciones.
Tendencia «muy difícil de frenar»
La mayoría de estadios de la Ligue 1, creados o actualizados para la Eurocopa 2016, cuentan con las más modernas medidas de seguridad, incluidas cámaras dotadas de un zoom capaz de identificar a quien lanza cualquier objeto. «En España, desgraciadamente, todo se centra en la represión. Y considero que no tiene sentido sancionar a toda una afición por lo que hayan hecho determinadas personas. En el caso del lanzamiento de objetos nunca debemos considerarnos a salvo de una iniciativa individual. Así que, bajo mi punto de vista, no hay ninguna receta milagrosa, ninguna pócima mágica», ratifica Verrecchia.
Según los datos de la Policía Nacional, 305 ultras fueron arrestados durante las dos últimas temporadas en el fútbol español, vinculadas a delitos relacionados con la violencia. Unas cifras preocupantes, aunque por debajo de las de países como Italia. «Desde aquí, lo que sucede en España se ve como algo natural. No bueno, pero normal al fin y al cabo. En mi país sucede con toda normalidad, a pesar de las muchas leyes aprobadas para frenar lo peor del hooliganismo. Pero este fenómeno está ligado a la política y a los clubes, por lo que ahora es muy difícil frenar la tendencia», relata Diego Mariottini, otro experto en las conexiones entre fútbol y sociedad. Desde Ultraviolenza! Storie di sangue del tifo italiano (Bradipolibri, 2004) a su más reciente Dios, patria y muerte. El fútbol en la guerra de los Balcanes (Altamarea, 2021), este escritor ha estudiado las implicaciones de la ultraderecha en los estadios.
«El Frente es conocido por sus vínculos con grupos fascistas de toda Europa. Desde comienzos de los 90, cuando el presidente Jesús Gil se hizo célebre por simpatizar con ellos. En cualquier caso, se trata de un problema general, no español o del Atlético. La fascistización de las gradas se ha subestimado a lo largo de los años y ahora es un gran problema a resolver», completa el autor transalpino.
En Argentina, en cambio, el fenómeno de las barras bravas ocupa diferentes coordenadas. Se trata también de grupos organizados mediante una estructura vertical y muy ligados a los clubes, que extendieron sus dominios a otros ámbitos como los sindicatos o los partidos políticos, aumentando su cuota de poder y alcanzando ingresos millonarios. Sin embargo, el perfil ideológico queda más difuso. «En los 80 y 90, los episodios de violencia tenían que ver con enfrentamientos entre barras de clubes rivales, pero a comienzos de siglo, con la prohibición del público visitante, evolucionó hacia peleas entre facciones de la barra del mismo equipo. A diferencia de Europa, en estos choques asoman muchas armas de fuego, lo que aumenta la cifra de muertos», apunta a este diario el sociólogo Nicolás Cabrera.
«Lo sucedido con Simeone y Koke representa otro ejemplo de que los actores del fútbol nunca se hacen cargo de la violencia que ejercen. Hay cero autocrítica. La violencia siempre está en el otro. Los veo más preocupados de llevar el agua a su molino que de construir un fútbol cada vez más tolerante, inclusivo y pacífico», sostiene Cabrera, argentino radicado en Brasil, cuya labor docente se circunscribe al Observatório Social do Futebol, en la Universidade do Estado do Rio de Janeiro.
«el enemigo de mi enemigo...»
Al igual que Verrecchia, Cabrera aboga por un «sistema individual de punición», como el ofrecido por el Programa Tribuna Segura. Toda persona que accede a un estadio argentino debe identificarse con su número de documento, por lo que si cuenta con antecendentes penales o asuntos pendientes con la Justicia, su entrada queda automáticamente invalidada. Y si alguien participa en una pelea, las cámaras recogen su imagen y se le prohíbe asistir a más partidos.
De regreso a nuestro continente, una de las lecciones que nos dejó la pasada Eurocopa de Alemania, fue ese fluido intercambio de la cultura ultra. La violencia entretejida por sus correligionarios. «Se trata de una red internacional basada en valores culturales o políticos compartidos. Pero el factor más importante es saber quién ejerce como antagonista, dado que aquí rige una ley: el enemigo de mi enemigo es mi amigo», ilustra Montague, antes de regalar otro ejemplo. Si el Frente Atlético se relaciona con radicales de la Roma se debe, en gran parte, a que Ultra Sur mantiene cierta amistad con los del Lazio. «A menudo es más importante contra quién estás que a quién apoyas», zanja.
«La cultura ultra no es conocida en España por sus grandes tifos o espectáculos pirotécnicos, aunque sí refleja las ideas de una parte de la comunidad. En el caso del Frente Atlético, la extrema derecha. Los ultras españoles son, en gran medida, una mezcla de la estética italiana y la política de su país», concluye Montague. Según su citado libro, el fenómeno ultra se afianzó por primera vez en Italia a finales de la década de 1960 y desde allí se fue extendiendo por Europa. Esa cultura llegó a España tras la muerte del dictador, con una influencia muy marcada por los aficionados ingleses e italianos presentes en el Mundial de 1982. Aquel mal sueño de hace cuatro décadas vuelve hoy a aterrorizarnos.