En el canal de Vaires-sur-Marne, la sede del piragüismo slalom en los Juegos de París, hay espectáculo fuera del agua. Los kayakistas bajan por el agua entre puertas y remolinos y son a quienes enfocan las cámaras, quienes se están jugando las medallas, pero en la orilla bajan con ellos por la hierba a toda prisa sus entrenadores, sus fisioterapeutas, incluso los presidentes de sus federaciones. Normalmente hay gritos, en realidad siempre hay gri
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En las vitrinas de Billie Jean King (Long Beach, Estados Unidos, 1943) brillan sus 12 títulos de Grand Slam entre 1966 y 1975, pero también debería aparecer impresa y enmarcada una copia de la lista Forbes de deportistas mejor pagadas en 2023. Entre las 10 primeras hubo nueve tenistas. Si Iga Swiatek recibió el año pasado más de 10 millones de euros en premios fue gracias a la lucha que King empezó en 1970, que llevó a la formación del circuito WTA y que acercó el tenis a una igualdad económica que todavía es utópica para el resto de deportes.
Ahora, junto a su mujer, la también exjugadora Ilana Kloss (Johannesburgo, Sudáfrica, 1956), King quiere dar lustre a la Billie Jean King Cup by Gainbridge, la antigua Copa Federación, que se celebrará en Málaga del 13 al 20 de noviembre, justo antes de la final de la Copa Davis. Desde Nueva York, donde ambas residen y disfrutan del desenlace del US Open, atienden a EL MUNDO por videollamada.
El año pasado la final de la Billie Jean King Cup fue en Sevilla y este año será en Málaga. ¿Por qué vuelve a España?
Kloss. Antes de que nosotras nos involucráramos la Federación Internacional de Tenis ya tenía un acuerdo para que la Copa Davis y la Billie Jean King Cup se disputaran en Andalucía. De hecho, nuestro torneo junior también se jugará allí, en Córdoba. No participamos del acuerdo, pero realmente disfrutamos de Sevilla y tenemos muchas ganas de ir a Málaga.
King. Es cierto, había un acuerdo, pero a mí me encanta España. He estado muchísimas veces pese a que perdí muchas veces contra España en los años 90, cuando yo era capitana de Estados Unidos en la Copa Federación. Me encanta la gente, cómo vivís la vida y muero de ganar por ir a Málaga este año.
¿Creen que en España se valora el deporte femenino como se merece?
King. Yo he disfrutado mucho jugando en España, me he sentido valorada, pero siempre he pensado que Arantxa Sánchez-Vicario y Conchita Martínez no fueron tan apreciadas como se merecían. Con dos estrellas tan grandes, en los años 90 pensaba que el tenis femenino viviría un boom en España, que se convertiría en una potencia mundial y no pasó así. Se sigue hablando más de deporte masculino y sé que hay lucha en muchos ámbitos. El año pasado estuve en la final del Mundial de fútbol femenino que ganó España, me hice una foto con el equipo y seguí de cerca el escándalo. No quisiera entrar ahí, pero sí me gustaría decir que espero que vengan muchas niñas a ver la Billie Jean King Cup a Málaga y que eso les anime a jugar a tenis.
Kloss. Las figuras de Arantxa y Conchita son muy importantes para el tenis y nosotras, en la Billie Jean King Cup, lo tenemos muy en cuenta. Conchita ya fue la directora el año pasado y su ayuda fue muy, muy útil para el torneo. España ha disfrutado de grandes campeones, como Juan Carlos Ferrero, Rafa Nadal o ahora Carlos Alcaraz, pero también debe valorar a sus campeonas.
King. De hecho, creo que el equipo español puede hacer grandes cosas en la próxima Billie Jean King Cup. Paula Badosa está jugando muy bien otra vez, ha vuelto de su lesión y la veo feliz. Ha trabajado muy duro, se ha dejado la vida y ahora me parece una tenista muy peligrosa.
¿Si ganaran Arantxa y Conchita ahora serían más valoradas de lo que lo fueron en su época?
King. Posiblemente. Las cosas están cambiando, las deportistas empiezan a ser más valoradas. Cada vez hay más mujeres muy conocidas y eso es importante para que las niñas tengan referentes. Pero falta más apoyo de todos los estamentos, que lo tengan más fácil. Las mujeres deben recibir la misma ayuda que los hombres en el deporte porque cuando eso pasa las mujeres empiezan a ganar y son un orgullo para toda la sociedad. Cuando España ganó el Mundial de fútbol femenino todo el país estaba emocionado. Luego el escándalo llenó los titulares, pero no hay que olvidar la emoción que se vivió antes.
El tenis es el deporte que reparte más premios entre las mujeres con diferencia. ¿Cómo lo consiguieron hace más de 50 años?
King. Diría que hubo dos años cruciales. El primero fue 1970 cuando nueve tenistas firmamos un contrato con Gladys Heldman por sólo un dólar y nos convertimos en profesionales. Sabíamos que nos iban a sancionar, pero nos plantamos al precio que fuese, hicimos lo que teníamos que hacer. Y el segundo fue 1973. Creamos la WTA, logramos la igualdad de premios en el US Open y todo cambió. También creo que fue importante aquel año mi partido contra Bobby Riggs porque lo vieron 90 millones de personas y sirvió para cambiar la mente de muchas personas y sus corazones.
¿Creen que el tenis femenino está en un buen momento?
Kloss. Por supuesto, es un momento increíble. Es un gran espectáculo y creo que la próxima Billie Jean King Cup será apasionante. Las dos jugamos la Copa Federación muchos años atrás y sabemos que es una competición especial porque juegas para tu país. Será nuestro segundo año en la organización y estamos trabajando muy duro para que todo vaya bien.
King. Estamos empezando a crear el proyecto que queremos. Realmente queremos ayudar para que mejore el tenis femenino, para que haya más niñas que jueguen, para que nuestro deporte crezca. Tiene que ser mucho más grande de lo que es, queremos crear más estrellas.
JAVIER SÁNCHEZ
@javisanchez
Montmeló
Actualizado Lunes,
5
junio
2023
-
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«Estoy en el camino. Es un proceso largo, pero estoy intentando disfrutar del camino. Mi tenis está ahí y, si me respeta la espalda, ojalá pueda volver arriba», reclamaba Paula Badosa y en ese condicional está ahora su carrera. Si le respeta la espalda, si le aguanta el físico, si su cuerpo le permite seguir. La española, ahora 139 del ranking WTA, ya confesó que estaba jugando infiltrada en Roland Garros, como hizo en el Masters 1000 de Roma, que su fractura en la cuarta vértebra le martiriza, pero si puede convivir con ese dolor, le sobra tenis para discutir a las mejores. Aquella Badosa que fue número dos del ranking WTA en 2022 sigue sobre la pista.
En tercera ronda del Grand Slam francés lo confirmó ante la bielorrusa Aryna Sabalenka, su mejor amiga en el circuito y su mejor rival, pues comparten estilo de juego. Perdió por 7-5 y 6-1 en una hora y 16 minutos, pero demostró que no se ha olvidado de moverse, de golpear, de luchar como hizo antes de que empezara su calvario. «El año pasado estaba en casa viendo Roland Garros por la tele, tumbada en el sofá, y estoy agradecida por esta oportunidad. He jugado un buen primer set», analizaba y en efecto.
El marcador engaña, como tantas otras veces, pero Badosa pudo vencer a la actual número dos del mundo, la campeona del último Open de Australia. En el primero tuvo un 3-5 con saque a favor para llevarse el periodo. Hasta ese momento se había visto una Badosa pletórica. Al contrario que en sus duelos de primera y segunda ronda ante Katie Boulder y Yuliya Putintseva, entró en la pista con una concentración plena. El patrón de juego estuvo definido desde entonces: dos tenistas pegando golpes desde el fondo de la pista, a ver quién pegaba más duro, a ver quién pegaba más fuerte. Sabalenka, maestra en la materia, cometió algunos fallos y Badosa le castigó y le castigó y le castigó. Con el saque como condena y no como privilegio, la española convirtió las tres opciones de break que tuvo mientras la bielorrusa dejaba pasar hasta ocho en ese periodo.
El momento de Sabalenka
Luego el partido cambió por completo. Frente a la cima de la victoria, Badosa se frenó y, ante el abismo de la derrota, Sabalenka aceleró. La actual número dos de la lista, la única que discute el dominio de Iga Swiatek, demostró los motivos de ese estatus y a base de golpes, ¡bum!, ¡bum!, ¡bum!, ¡bum!, lo giró todo. Del 3-5 se pasó al 7-5 y Badosa, ya desanimada, sólo pudo salvar la honra en el segundo set. Pese a todo se mostró serena. «En ese momento decisivo me han empezado a caer winners por todos los lados, me he puesto un poco nerviosa y una jugadora del nivel de Alyna te hace pagar estos fallos», reconoció la española, tranquila tras el encuentro. Si en las dos rondas anteriores había pasado de la angustia a la euforia y de la euforia al cabreo, este sábado fue en el primer set la Badosa concentrada que levantaba títulos.
Le ayudaba no tener nada que perder, pues no era la favorita. La ayudaba verse en un escenario como la Philippe Chatrier, una pista central que no pisaba desde la primera ronda de hace dos años ante Fiona Ferro, una pista central que se llenó para animarla. Ahora disputará el dobles mixtos con su pareja, Stefanos Tsitsipas, parte de su recuperación, según indicó. «Tenemos una relación muy bonita. El tenis puede ser muy duro y se vuelve más humano, más divertido, si lo compartes con alguien a quien quieres», exponía Badosa, atada ahora mismo a un condicional. Si el físico le aguanta, le sobra tenis para discutir a las mejores.