Con la selección ocurre una cosa curiosa. Mientras en el gran público no despierta demasiado interés entre campeonatos, incluso en una época como esta, donde da gusto ver al equipo y viene de ganar la Eurocopa, en las ciudades donde aterriza todo se pote patas arriba, especialmente el tráfico en los alrededores del estadio. Hacía 28 años que España no jugaba en Tenerife (en 1996 venció a Eslovaquia, 4-1) y en la isla todo pasa por el partido de hoy. Ayer, en el entrenamiento abierto que servía también para recaudar fondos y ayudar así a los damnificados por la DANA, los más aclamados fueron, cómo no, Pedri y Ayoze, que para eso son de aquí.
El caso es que, con nada en juego en el partido, porque España certificó ser primera de grupo el pasado viernes en Copenhague y Suiza ya ha firmado su descenso a la Liga B de esta Nations, la cosa pasa por ver las caras nuevas de esta concentración. Y Luis de la Fuente le va a dar ese gusto al personal.
El seleccionador ha hecho jugar, en los 26 partidos que ha dirigido, a 64 jugadores (el último el pasado viernes, Marc Casadó). De ellos, 55 han tenido, al menos, un minuto. Hoy se intuyen al menos dos novedades más, Aitor Paredes y Samu Aghehowa. Si no es como titulares, con minutos durante el partido, para convertirse en los debutantes número 20 y 21. Sólo hay cuatro futbolistas que hayan estado en todas sus convocatorias: David Raya, Fabián, Zubimendi y Nico Williams, aunque el extremo del Athletic se cayó de tres de esas listas por lesionarse en la jornada del fin de semana.
Porque De la Fuente ha llevado al equipo a la siguiente fase. Empezó con muchas dudas y haciendo muchos cambios de su primer a su segundo partido. Pero el trastazo ante Escocia hizo que se volviera conservador y mantuviese un gran bloque de, al menos, siete u ocho jugadores en todos los partidos. La prueba más evidente de esto fue la pasada Eurocopa, donde, salvo el intrascendente tercer partido de la fase de grupos contra Albania, mantuvo el mismo once salvo alguna lesión (Laporte en la primera jornada y Pedri, que se fue lesionado en la semifinal).
Y resulta que el cuerpo técnico todavía tiene jugadores en sus libretas de apuntes a los que no ha llamado. «El otro día bromeábamos en el staff, porque tenemos cuatro o cinco jugadores por puesto que cualquiera de ellos podría ser titular en este equipo», explicaba el técnico el pasado viernes en Copenhague, donde su equipo sumó su partido oficial número 20 sin perder.
Y en esas reuniones sonríen al ver cómo la baja de Dani Carvajal parece que la puede suplir, con más que dignidad, Pedro Porro, que hasta ahora había dejado dudas. O de que detrás de Álvaro Morata se intuyen opciones como Ayoze Pérez o el propio Samu, un tipo sobre el que se posarán hoy casi todas las miradas. Porque en esta nueva fase de la selección, la tercera fase, por llamarlo así, resulta que, juegue quien juegue, el equipo funciona. «Queremos seguir ganando, estos jugadores tienen hambre y para nosotros hay mucho en juego», zanjó Luis.