El estamento le castiga durante 90 días mientras se resuelve su caso. Pedro Rocha, hasta ahora vicepresidente, asume la presidencia interina.
La FIFA ha sentenciado a Luis Rubiales. A través de su Comisión Disciplinaria, la máxima organización del fútbol mundial ha anunciado hoy la suspensión “provisional” del presidente de la Federación Española de Fútbol por un periodo inicial de 90 días, en virtud del artículo 51 de su Código Disciplinario, “de toda actividad relacionada con el fútbol a nivel nacional e internacional”, mientras, dice la FIFA, “se tramita el procedimiento disciplinario abierto contra él”.
En su lugar, la Federación ha emitido un comunicado para anunciar que Pedro Rocha, vicepresidente adjunto, asume la presidencia interina. “Luis Rubiales ha manifestado que se defenderá legalmente en los órganos competentes, confía plenamente en las instancias de la FIFA y reitera que, de esta manera, se le da la oportunidad de comenzar su defensa para que prevalezca la verdad y se demuestre su completa inocencia”, reza el texto de la RFEF.
Además, el presidente de la Comisión, Jorge Ivan Palacio, ha dictado dos directivas adicionales mediante las cuales ordena a Rubiales, a la Federación y a sus directivos y empleados que “se abstenga, mediante él mismo o terceros, de contactar o intentar contactar con Jenni Hermoso o su entorno cercano”.
Informa la FIFA que la decisión ha sido comunicada hoy a Rubiales, a la RFEF y a la UEFA para “su debido cumplimiento”, y la organización reitera “su compromiso absoluto con el respeto a la integridad de todas las personas y por lo mismo condena con el mayor vigor todo comportamiento en contrario”.
El castigo de la entidad presidida por Gianni Infantino llega un día después de la negativa de Rubiales a dimitir tras el escándalo por su beso a Jenni Hermoso y de la contundente campaña mediática iniciada por las futbolistas. 81 jugadoras, las 23 campeonas, las rebeldes y otras históricas, se unieron ayer en un comunicado conjunto donde aseguraban que no volverían a la selección “si siguen estos dirigentes”.
Rubiales insistió en que fue un beso “consentido”, pero Hermoso rechazó esa versión y aseguró haberse sentido agredida, algo que ha elevado el caso a las más altas instancias políticas y deportivas. La FIFA ha sido la primera en castigar al presidente de la RFEF, pero en nuestro país el Consejo Superior de Deportes ya ha enviado el caso al Tribunal Administrativo del Deporte en virtud de la Ley del Deporte.