La carrera de Jorge Vilda: la sombra de su padre Ángel y siete años en la selección (y sólo en la selección)

La carrera de Jorge Vilda: la sombra de su padre Ángel y siete años en la selección (y sólo en la selección)

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El técnico de 41 años asumió la sub-19 tras sustituir a su padre, expreparador físico de Cruyff, y dio el salto a la absoluta en 2015. Apoyó a Rubiales en las elecciones de 2018.

Jorge Vilda, en Las Rozas.EFE

Es el centro de la diana de esta eterna polémica que vive la selección española de fútbol femenino. Jorge Vilda (Madrid, 1981) ha aguantado las embestidas y se ha aferrado a un puesto que no hace más que tambalearse por las continuas críticas de las futbolistas del combinado nacional. Un puesto que, después de siete años, es su casa. Lo mismo que la Federación y la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, su hogar desde sus primeros pasos en el banquillo. Nunca ha salido de ahí. Y quizás ahí residen algunas de las claves de este conflicto.

La vida profesional de Jorge Vilda está ligada a la de su padre, Ángel, preparador físico del Barcelona de Johan Cruyff, del Atlético de Luis Aragonés y del Real Madrid de Jupp Heynckes. El fútbol, lógicamente, fue el epicentro de su infancia y adolescencia. “Vivir el Dream Team de Cruyff desde dentro me marcó“, ha dicho. Jugó con Xavi Hernández en los alevines del Barça y con Iker Casillas en la cantera del Madrid, hasta que una lesión le alejó del césped y le acercó a la banda.

En 2010, y aprovechando la presencia de su padre en las categorías inferiores del fútbol femenino de la Federación, dio el salto a la selección sub-17 femenina. Ahí lo bordó: dos Eurocopas, dos subcampeonatos europeos, un bronce mundial, un bronce europeo y un subcampeonato del mundo. Títulos que le convirtieron en uno de los técnicos de moda en Las Rozas. En 2014 sustituyó a su padre en la sub-19, fue nominado a FIFA World Coach femenino y en apenas unos meses asumió el cargo de seleccionador de la absoluta tras la dimisión de Ignacio Quereda.

El apoyo a Rubiales y no a Larrea

Desde entonces, el fútbol femenino español y la selección en particular no han dejado de crecer, aunque no ha logrado pasar de la barrera de los cuartos de final en los tres campeonatos importantes que ha disputado. Cayó ante Austria en la Euro 2017, ante Estados Unidos en el Mundial 2019 y contra Inglaterra en el torneo continental de este verano. Aun así, la selección ha conseguido ascender hasta el octavo puesto del ranking mundial y es una de las grandes potencias en categorías inferiores.

Una de las polémicas no futbolísticas de Vilda llegó en las elecciones a la presidencia de la RFEF en 2018. Algunas informaciones previas a la convocatoria aseguraban que el técnico apoyaba a Juan Luis Larrea, pero finalmente terminó votando a Luis Rubiales, que acabó convertido en presidente. Una circunstancia que ahora, con Vilda convertido en seleccionador y director deportivo de la Federación, no pasa desapercibida para sus críticos.

Las futbolistas se quejan de su poca experiencia más allá de la selección y no vieron con buenos ojos el trato que dio, ya como director deportivo, a algunas seleccionadoras de las inferiores. Además, creen que sus métodos son antiguos y que después de siete años en el cargo, la selección necesita un cambio para subir otro escalón más en el fútbol femenino mundial.

kpd