Agarrar el liderato y mirar al duelo ante el Atlético con una distancia de diez puntos. El Real Madrid consiguió encaramarse al primer puesto de la Liga con un plácido partido en Getafe que los dos goles de Joselu pusieron cuesta abajo sin que el equipo de Bordalás, invicto en su estadio, ofreciera resistencia. Sin embargo, el encuentro le deja secuelas para el derbi del próximo domingo.
La última jugada del partido puede obligar a Carlo Ancelotti a recoser el centro de su defensa. De Burgos Bengoetxea mostró una la quinta amarilla a Tchouaméni que le impedirá jugar ante el Atlético. El francés estaba jugando de central por el susto que obligó a Rüdiger a retirarse en el descanso. En un encontronazo con Greenwood sufrió un golpe muy doloroso en el muslo izquierdo, encima de la rodilla, que hizo saltar las alarmas. Sin Militao ni Alaba, recuperándose de la rotura del ligamento cruzado, Nacho y Rüdiger son los único centrales que puede alinear Ancelotti, que echa mano de Tchouaméni cuando alguno de los dos tiene que salir del once.
Con la sanción al francés, cruza los dedos el italiano para que Rüdiger se recupere. “Tchouaméni no estará en el derbi y esperemos que Rüdiger pueda. Es un golpe fuerte en el muslo, pero es un guerrero y veo complicado que no llegue al partido”, se consoló el entrenador, que ayer hizo siete cambios.
El calendario se empina y empiezan las rotaciones, ideales para Joselu, que al Getafe le marcó su primer doblete en Liga como jugador del Real Madrid, que pudo ser triplete si no hubiera querido ser generoso con Vinicius. Siete tantos suma el gallego en Liga, tres de cabeza, y 13 en todas las competiciones. “Es una bendición tener un delantero con estas condiciones diferentes al resto y esta calidad. Siempre ha ayudado al equipo, es humilde y serio. Estamos encantados”, aseguró Ancelotti, satisfecho con el resultado de esta cesión sobre la que el Real Madrid tendrá que decidir en junio. “Está haciendo todo lo posible para quedarse. Lo está haciendo espectacular”, admitió el italiano.
Igual de elogioso fue con el partido de Luka Modric, titular que jugó los 90 minutos después de acumular banquillo. “Ha hecho un partido perfecto y ha sido el que mejor ha manejado la posesión. Ha controlado el tempo justo”, elogiaba el entrenador.
Dos partidos para golpear
El Real Madrid sumó con la de ayer seis victorias consecutivas y se encarama al liderato con 57 puntos, con dos sobre el Girona y diez sobre el Atlético de Madrid. Ellos serán los próximos rivales que visiten el Santiago Bernabéu en dos duelos en los que los blancos podrían dar un golpe casi definitivo a la Liga.
Pero Ancelotti no quiere cuentas de la lechera. “Si ganamos tendremos seis puntos más y eso será bueno. Estamos en buena racha y el equipo anímicamente está bien. Se ha visto que en este partido hemos estado enchufados desde el primer minuto y lo hemos manejado bien, algo que no era sencillo”, advirtió.