Joao Félix y la promesa que no se cumple: recados de Simeone y un lastre de 127 millones

Joao Félix y la promesa que no se cumple: recados de Simeone y un lastre de 127 millones

Atlético de Madrid – Brujas (18.45 h.)

Actualizado

El bajo rendimiento del portugués, en su cuarta temporada en el Atlético, le hace desaparecer de los planes del Cholo y pone en cuestión la millonaria apuesta del club por él

Joao Félix, durante un entrenamiento reciente del Atlético.Atlético de Madrid

En la mochila de Joao Félix se acumulan los lastres. Las sospechas que intrínsecamente acompañan a los tipos cuyo fútbol se apoya en el talento antes que en el esfuerzo. El peso rotundo del precio pagado por él hace ya más de tres años. Y la promesa de un despegue que, por unos motivos u otros, no termina de llegar, para nerviosismo general. Esta tarde el Atlético disputa una final demasiado temprano, un duelo con poquísima red ante el Brujas en el Cívitas Metropolitano, y no parece que Simeone se vaya a entregar a un Joao que cada vez sonríe menos.

Rezan en la zona noble del Atlético porque la relación entre el portugués y el Cholo termine acabando en éxito. Ese entendimiento entre dos personalidades que parecen en las Antípodas está la clave de bóveda de una apuesta arriesgada, de los más de 127 millones de euros (el fichaje más caro de la historia del club) que se pagó al Benfica por una perla de 19 años. Pero, de momento, las señales no son nada positivas en este inicio de la cuarta temporada rojiblanca de Joao, la que estaba marcada como la del estallido definitivo.

Para eso trabajó como nunca en verano el de Viseu, que se llevó un preparador físico personal a sus vacaciones en Ibiza, donde no perdonaba sus sesiones diarias a las 9 de cada mañana. Porque también tenía su primer Mundial en mente. Todo pareció arrancar de la mejor forma, con tres asistencias de gol en Getafe. Joao Félix fue titular los cuatro primeros partidos de Liga y los dos de Champions. Pero, tras el derbi, todo se torció.

Sin goles

Joao, que aún no se estrenó en la portería rival ni dio más pases de gol que aquellos en la primera jornada liguera, apareció tres minutos en Sevilla, 10 en Brujas y 16 ante el Girona. Cada una de sus acciones estaban salpicadas de indolencia y en el Jan Breydel se le vio gesticular de mala manera cuando no era él el llamado para entrar en acción. El sábado, cuando a Simeone se le cuestionó por el bigoleador Ángel Correa, en sus palabras se leyó un mensaje directo hacia el portugués. «Ángel nos pone contentos, porque es todo corazón. Muchas veces no ha iniciado en el comienzo, pero en todos estos años que está en el club siempre ha jugado, por méritos, por revulsivo, por enojarse, por demostrarlo… Cuando está enojado afuera, demuestra adentro y eso le da más posibilidad de jugar en un equipo que es todo pasión y exigencia», lanzó el Cholo.

Esa capacidad de no asumir las dificultades del joven mediapunta, ya sea la crítica o las suplencias, es lo que más encalla su relación de Simeone, quien no negocia con la entrega. Y lo que afila un problema que va más allá del rendimiento y del difícil encaje en el sistema. El luso tiene contrato hasta 2026, pero ya el pasado verano se empezó a deslizar el interés de otros clubes, como el Manchester United. Antes, había sido la petición inicial del Barcelona para que el trueque con Griezmann pudiera ser posible. Pero ahora su valor de mercado, sin protagonismo en el Atlético ni mucho menos con Portugal -la competencia es feroz ahí en la media punta y no se le intuye demasiado hueco en Qatar con Diogo Jota, Bernardo Silva, Bruno Fernandes..,)-, está a la baja, impensable compensar lo que en su día se desembolsó por él.

De Joao se aguarda, en definitiva, que marque las diferencias, que reine en la zona de ataque sin ser una rémora defensiva donde ahora parece una de las últimas opciones del Cholo. Morata, Cunha, Correa, Griezmann o Carrasco serán los titulares hoy, un partido en el que sólo vale ganar para no dilapidar las opciones de octavos. En tres temporadas ha anotado 29 goles y tampoco tuvo fortuna con los percances físicos. Una lesión muscular (isquiotibiales del muslo izquierdo) le apartó de la escena de los seis decisivos partidos del pasado final de curso, justo cuando parecía en su mejor forma, mes y medio en el que firmó seis goles y dos asistencias y que pareció una promesa que al fin se cumplía.

kpd