Jenni Hermoso recurrirá la sentencia que condenó a una multa al ex presidente de la RFEF Luis Rubiales por el beso en la boca no consentido que le dio a la jugadora durante la celebración del Mundial que consiguió la selección española en Sidney agosto de 2023, según ha anunciado su abogado este viernes a la agencia AFP.
“Es su intención” recurrir la sentencia que se conoció el jueves, indicó el abogado Ángel Chavarría.
La defensa de Rubiales ya había dicho el jueves que también recurriría la decisión, que declaró al ex presidente de la Federación de Fútbol culpable de agresión sexual, pero lo absolvió del delito de coacciones.
El juez Central de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó a Rubiales a una multa de 10.800 euros por un delito de agresión sexual al Jenni Hermoso, así como a indemnizar a la jugadora con 3.000 euros por daños morales por el beso. Además, decretó la prohibición de comunicarse o acercarse a ella a menos de 200 metros durante un año.
La decisión se basa en que, aunque la agresión sexual siempre es “reprochable”, en este caso se encuadra en las de “menor intensidad” al no mediar violencia ni intimidación, ni tener “la víctima anulada su voluntad”.
El magistrado no ha visto probado, sin embargo, el delito de coacciones por el que también se acusaba a Rubiales y a tres ex altos cargos federativos, incluido Jorge Vilda, ex seleccionador femenino, que han sido absueltos.
JAVIER MARTÍNEZ
@JavierMartnez5
Actualizado Lunes,
3
julio
2023
-
01:39Ver 7 comentariosSamuel López, el entrenador que le acompañó en su triunfal paso...
El defensa francés, Raphael Varane, hasta ahora jugador del Como de la Serie A, ha anunciado su retirada del fútbol a los 31 años a través de un comunicado en sus redes sociales.
El texto del ex futbolista de Lens, Real Madrid, Manchester United y actualmente en el equipo dirigido por el entrenador español y leyenda del Arsenal y FC Barcerlona, Cesc Fábregas, comienza con la cantidad de desafíos que el jugador ha tenido que afrontar en su carrera. "Reflexionando sobre estos momentos, es con inmenso orgullo y sensación de realización que anuncio mi retiro del juego que a todos nos gusta", finaliza el primer párrafo de un total de seis.
El futbolista exlpica que escuchó "a su corazón y a su instinto" para tomar una decisión en que "el deseo y las necesidades son dos cosas diferentes". Así, tras su última victoria en Wembley en la FA Cup ante el Manchester City por dos goles a uno, el galo ha encontrado el momento perfecto para "colgar las botas".
La noticia fue adelantada ayer por la noche por el diario francés Le Parisien y horas después el jugador es cuando ha decidido colgar el comunicado de su retiro. En el que agradece haber podido luchar por sí mismo, por sus clubes, su país, sus compañeros y los seguidores de cada equipo.
Varane ha disputado un total de 14 temporadas en el fútbol profesional: una en el Lens, club de su debut en la Ligue1 de Francia; 10, en el Real Madrid, fichado por el entrenador portugués José Mourinho y su último periplo fueron tres años en el Mancester United, donde las continuas lesiones le han impedido rendir con regularidad.
"El juego al más alto nivel es una experiencia emocionante. Prueba cada nivel de tu cuerpo y tu mente. Las emociones que experimentamos no las puedes encontrar en ningún otro lugar. Como atletas, nunca estamos satisfechos, nunca aceptando el éxito. Es nuestra naturaleza y lo que nos alimenta", escribía sobre esas experiencias.
Esta última temporada había llegado al Como italiano en el que ha confirmado que estará, pero ya no como futbolista. "Una nueva vida comienza desde el campo. Me quedaré en Como. Simplemente sin usar mis botas y espinilleras. Algo sobre lo que estoy deseando compartir más pronto", anunció en el propio comunicado.
Raphael Varane consiguió como futbolista cuatro Champions League y cuatro Mundialitos de clubes, tres Ligas y tres Supercopas de España y otras tres de Europa así como una Copa del Rey, todo con el Real Madrid. Consiguió una FA Cup y una Carabao Cup con el Manchester United y el Mundial con la selección francesa.
"No me arrepiento, no cambiaría nada. He ganado más de lo que podría haber soñado, pero más allá de los elogios y trofeos, estoy orgulloso de que pase lo que pase, me he aferrado a mis principios de ser sincero y he intentado irme por todas partes mejor de lo que lo encontré. Espero haberlos hecho sentir orgullosos", recordaba en el texto.
Por último, agradecía: "A los seguidores de cada club en el que jugué, a mis compañeros de equipo, entrenadores y personal... desde el fondo de mi corazón, gracias por hacer este viaje más especial de lo que mis sueños más salvajes jamás podrían prever".
Se le escapó la gloria al Real Madrid en Berlín, esquiva esta vez, arrebatada por un histórico de vuelta. Tuvo que ser el Panathinaikos, 13 años después de su última Euroliga, ante quien cediera el trono el equipo de Chus Mateo. Ante ese Ergin Ataman que empieza a ser el ogro particular. Se derritió inexplicablemente el Madrid, sin referentes ni ideas ni pulmones, en una segunda mitad que le costó carísima. Los griegos, con un imperial Kostas Sloukas y apoyados en la fervorosa marea verde, son campeones de Europa por séptima vez. [80-95: Narración y estadísticas]
Las Final Four guardan misterios difíciles de resolver. Como que un equipo que amanece con 36 puntos en un cuarto se queda en 26 en toda la segunda mitad, nueve canastas en juego. Un suicidio explicado en la defensa del rival, en su agresividad que no fue capaz de igualar el Madrid, falto esta vez de héroes, horrible y señalado Hezonja, superados sus dos gigantes por el francés Lessort y Campazzo y compañía por los dos americanos eléctricos de Ataman, Jerian Grant y, sobre todo, Kendrick Nunn.
Fue una muerte paulatina la del Madrid, pero igual de dolorosa. Pretendía, al fin, acabar con ese maleficio que indica que desde hace 56 años no es capaz de enlazar dos Euroligas seguidas. Y ahí seguirá, con el honor eso sí de haber disputado las tres últimas finales, de seguir siendo temible pese a todo. Ahora el rey es verde, como en los tiempos de Obradovic.
Pero nada fue así en el comienzo, que se asemejó al de la semifinal contra Olympiacos del viernes. Como si en estas batallas en las que la mayoría duda, el Madrid encontrara el patio de su recreo. Y eso que el ambiente en el Uber Arena, teñido de verde, era feroz en contra. Pero cómo explicar que un chico tímido y sin apenas protagonismo, un canterano llegado de niño desde Senegal y al que su entrenador ha decidido colocar como titular en los cuatro partidos de las dos últimas Final Four anote ocho puntos de carrerilla, incluidos dos triples. O que en el primer acto, pura adrenalina y rock and roll, los blancos se dispararan a 36 puntos de récord, la perfección ofensiva, pese a que Tavares pronto se tuviera que ir al banco con dos faltas con fuerte cabreo (y técnica) de Chus Mateo.
Sloukas y Ataman levantan el trofeo en Berlín.ODD ANDERSENAFP
El Panathinaikos, como Olympiacos, volvió a encontrarse con un rival lanzado ya desde el amanecer. Eso no es casualidad. De nuevo el plan Mateo, al que sostenía un estupendo acierto, inspiradísimo Dzanan Musa. La máxima llegó tras un par de buenas canastas de la segunda unidad -el Chacho y Causer para el 41-27-, pero el soufflé blanco fue bajando a la vez que Lessort se adueñaba de la pintura. Coincidieron cuatro triples fallados, un robo en primera lídea de Jerian Grant (con antideportiva de Musa) y el subidón de las tribunas. Un parcial de 2-12 y la irrupción de un factor inesperado, pues Lucas Vildoza apenas cuenta para Ataman. Pero el argentino bien conoce a Campazzo. Fue su némesis, acercó a los helenos (46-45), aunque el propio Facu y Musa, con dos triples, volvieron a estirar la cuerda antes del descanso de una noche apasionante, la primera parte con más puntos de una final.
Si Sloukas (nombrado MVP) había cerrado el segundo cuarto, también abrió el tercero. Era el héroe. El veterano llegado este verano desde el eterno rival para devolver al equipo a estas cumbres. El PAO, con Juancho Hernangómez insertadísimo en su pujanza, importante en la intendencia griega (anulando a Yabusele), se estaba subiendo a las barbas de un Madrid cada vez más sufriente. Tavares y Campazzo cometieron la tercera bien rápido y un triple de Nunn al fin dio la vuelta al marcador (56-58).
El Madrid se encontraba de repente totalmente incómodo, sin recordar los resortes que le habían hecho poderoso, sin soluciones con los tres veteranos juntos en cancha, ni canastas (¡siete puntos en todo el tercer cuarto! su peor registro en toda la temporada), con un Hezonja desesperadamente errático, los pívots colapsados (cuarta de Poirier tras una técnica) y Ataman cada vez más seguro.
Las penetraciones valientes del Chacho eran oxígeno momentáneo en una selva de intensidad, pero cuando Lessort hizo la cuarta y Ataman optó por Mitoglou al cinco, fue el griego el que puso la máxima con un triple, extendida por Grant para encender todas las alarmas (65-73). El Madrid optó por la zona para cambiar la tendencia y Llull contestó los dos triples de Sloukas, en un duelo 'old fashion'. Una de las pocas canastas que el PAO concedió en transición, un mate de Tavares, arrimó al Madrid cuando ya visualizaba la orilla (76-79).
Pero ya no hubo más Madrid. Ya no hubo arrebato final, como tantas otras veces. Faltó frescura y talento. Dos hachazos de Nunn, un tipo que fue estrella en la NBA, y el temple del mágico Sloukas hicieron claudicar al rey en Berlín.