El jefe de Haas, uno de los conjuntos más modestos de la parrilla, es protagonista del documental ‘Drive to Survive’, un éxito. Ahora presenta su propio libro.
Corren decenas de aficionados hacia la entrada del paddock del circuito de Montmeló. ¿Quién ha llegado? Quizá sean Fernando Alonso o Carlos Sainz. Quizá sea Max Verstappen, quizá Lewis Hamilton. Quizá sean Charles Leclerc o Checo Pérez. «¡Es Guenther!». ¿Cómo? «Todavía me sorprendo. Cuando un fan grita mi nombre por la calle aún pienso: ¿De qué conozco a ese chaval? ¿Es amigo de mi hija? ¡Ah, no! Ha visto el documental», comenta Guenther Steiner en charla con EL MUNDO tras presentar su libro Sobrevivir a toda velocidad. Un año en la Fórmula 1 (Principal, 2023). Como jefe de equipo de uno de los peores de la parrilla, Haas, ha alcanzado la fama gracias al Drive to Survive de Netflix, donde se resalta su carácter, su humor, su naturalidad y, por qué no decirle, sus tacos.
- ¿Cómo lleva la fama?
- No la llevo, no hago nada diferente. La mayoría de veces es divertido, pero cuesta acostumbrarse. Más cuando estoy con mi familia. La primera vez que escuche que el público coreaba «¡Guenther, Guenther!» estaba paseando con mi hija por el pitlane y me moría de vergüenza. Miraba a la gente como diciendo: «Por favor, parad».
- No ha visto el documental de Netflix. ¿Su familia lo ha hecho?
- Mi mujer lo ha visto y creo que mi hija también. No les pregunto por si acaso. ¿Te explico algo divertido? Antes de que saliera la primera temporada, los responsables de prensa del equipo la vieron, me explicaron algunas escenas y me dijeron que podía pedir que las borraran. Yo les dije: «Dejadlas, no pasará nada». Y lo siguiente fue aterrizar en Australia y que hubiera allí un grupo de aficionados con mi cara en sus camisetas.
- Le gusta la imagen de usted que proyecta el televisor.
- Sí, soy yo, no actúo. No me disgusta todo el fenómeno, aunque a veces me sienta raro. La gente se divierte y eso está bien. El año pasado vi un vídeo de Sebastian Vettel imitándome, haciendo mi acento, y era muy gracioso. La Fórmula 1 son los pilotos, no soy yo. Obviamente en el documental aparezco más que otros, pero no lo he buscado.
- ¿Su carácter es una rareza entre la seriedad de la Fórmula 1?
- Seguramente. Pero intento no pensarlo mucho. Mi carácter no encajaría en un equipo corporativo como Mercedes o McLaren, exigen otro perfil, aunque estarían encantados con mi exposición. El dueño de Haas, Gene Haas, me conoce muy bien, sabe que soy así y, de hecho, si me viera serio, me llamaría para preguntarme si estoy enfermo.
- Fue director de Carlos Sainz padre en el Mundial de rallies, saltó a la Fórmula 1 con Jaguar, trabajó en Red Bull y ahora está con Haas. Lleva más de 30 años dando vueltas por el mundo. ¿Cómo se sostiene toda una vida así?
- Llevo casado 29 años y con mi mujer no hemos vivido otra vida. Estamos acostumbrados, también mi hija. No es lo ideal, pero se puede gestionar. Hace unos años me aparté de la Fórmula 1, creé mi propia empresa, nos instalamos en Estados Unidos, viajé poco y no lo eché de menos porque disfrutaba. Ahora, de vuelta al Mundial, es lo mismo. El problema no es viajar, el problema sería tener un trabajo aburrido.
- Esta temporada, Haas, con Magnussen y Hulkenberg, está por delante de Alfa Romeo, Alpha-Tauri y Williams. ¿Está contento?
- Nunca estoy contento (ríe). Es un año muy interesante para la Fórmula 1 porque detrás de Red Bull estamos siento equipos en tiempos muy parecidos. Me gustaría luchar por los podios, estar más adelante, pero cada domingo peleamos por puntos y eso es para estar contento.
- También de la vuelta a la cima de Fernando Alonso.
- Es increíble. Todos sabemos que Alonso es uno de los mejores pilotos, si no el mejor. Ve cosas que otros no ven, tiene mucha experiencia, es muy inteligente. Pero lo que más me impresiona es que se mantenga así a su edad. Está ganando la carrera al paso del tiempo.