A veces, lo que hace que un jugador bueno pase a ser muy bueno es que el primero sueña con irse y el segundo daría todo por quedarse
Hay un momento en la vida en que todos somos como el primer Griezmann y hay otro momento en que nos asemejamos algo más al segundo.
No les hablo del talento, sino de la actitud.
Ser el primer Griezmann es decir cosas como que ya comes en la misma mesa
Hazte Premium desde 1€ el primer mes
Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web
Si lo prefieres