No por esperada, la noticia deja de tener la trascendencia que le corresponde a una doble campeona del Grand Slam, ganadora de las WTA Finals y ex número 1 del mundo. Garbiñe Muguruza, campeona de Roland Garros en 2016 de Wimbledon en 2017, y de la Copa de Maestras en 2021, anunció este sábado en Madrid, en la ceremonia de entrega de los Premios Laureus, que no volverá al circuito.
“He ido tomando la decisión poco a poco, estos meses han sido clave cuando volví a casa y dejé de competir. El descanso lo recibí con los brazos abiertos. No echaba en falta la disciplina y la dificultad de la vida que llevaba antes. Me he ido dando cuenta de que lo que más me apetece mirar es mi siguiente capítulo y no el del tenis”, dijo este sábado en conferencia de prensa.
La jugadora venezolana, de 30 años, decidió tomarse un tiempo fuera de las pistas en febrero de 2023, después de una profunda crisis de resultados, dejando abierta la puerta a un posible regreso. Más de un año después de aquella tregua en principio parcial, ha ratificado que ya no volveremos a verla compitiendo. “El tenis y cualquier cosa a nivel máximo te priva de muchas cosas. Quiero recuperar ese tiempo perdido y hacer cosas normales. Tengo planes de formar una familia, casarme, tener un perro. No soy una persona que se queda sentada, así que surgirán cosas”, explicó.
Jiri Lehecka disputará este sábado (20.00 h., Teledeporte y Movistar) en Madrid frente a Felix Auger-Aliassime su primera semifinal de un Masters 1000. El checo, 31º, 22 años, se había llevado el primer set por 6-4 ante Daniil Medvedev, tercer favorito, cuando su rival abandonó la pista lesionado. La otra plaza en la final se la jugarán Andrey Rublev y Taylor Fritz (16.00 h.). Al igual que le sucedió a Jannik Sinner, que ni siquiera pudo saltar a la pista en su encuentro de cuartos ante Auger-Aliassime debido a un problema en su cadera derecha, Medvedev tampoco pudo competir por problemas físicos. El público madrileño se quedó, así, sin poder disfrutar de ninguno de los dos encuentros de cuartos programados para este jueves.
Cuando tan sólo se habían disputado cinco juegos, el partido se detuvo para que Medvedev fuera atendido en la pierna derecha. El ruso abandonó la pista y regresó después de ocho minutos, perdió su servicio, dando muestras de no encontrarse en condiciones para competir. Salvó dos pelotas de break, ganó el juego y volvió a recibir cuidados, en la silla. Sólo le daría para acabar el set. De este modo, Alcaraz, que hubiera perdido el número tres del mundo en caso de victoria del ruso, lo mantendrá la próxima semana.
Medvedev tiene que defender dentro de poco más de una semana en Roma el título conquistado el pasado año, el único que ha ganado sobre tierra batida a lo largo de su carrera. Lehecka, el hombre que despidió a Nadal del torneo, consigue su tercera victoria en nueve partidos frente a integrantes del top5.
Hizo falta agotar el cronómetro y apelar a los penaltis en Anfield para dar con el vencedor de la disputa más atractiva de los octavos de final de la Champions. Coherente con su actuación en el encuentro de ida, el PSG, desafortunado entonces, llevó al Liverpool al límite en un intenso segundo acto de la confrontación que se dilató hasta los 120 minutos. Donnarumma, héroe insospechado del partido, detuvo dos lanzamientos desde los 11 metros y profanó un estadio donde nadie ganaba en competición europea desde que lo hizo el Real Madrid en los octavos de hace dos temporadas. 4-1 en la tanda para los franceses, con errores de Darwin Núñez y Jones. Doué hizo el definitivo. [Narración y estadísticas (0-1, 1-4)]
Pese a su victoria en el Parque de los Príncipes, el Liverpool sabía que debería andarse con cuidado después de la exhibición del equipo de Luis Enrique, que salió derrotado tras avasallar durante todo el encuentro y contar con ocasiones para haber viajado con un marcador bastante favorable. En la Champions se camina a menudo en el alambre, y ni siquiera la fortaleza de los reds se encontraba a salvo ante un rival que mantiene una evidente línea de crecimiento.
Dembélé aprovechó un grave error de Konaté que dejó desnudo a Allisson y respondió así al vigoroso arranque del Liverpool, que había amenazado con dos remates de Salah. La noche nacía luminosa. A partir de ahí, cada ofensiva local encontraba réplica en los parisinos. No anduvo lejos Barcola de hacer el segundo antes de toparse con Allison.
En su tenaz persecución de un torneo que se le niega, el PSG presenta esta temporada una fisonomía distinta. Una vez superados los contratiempos de la fase de grupos de la Champions, Luis Enrique ha logrado construir un equipo sin los oropeles de otro tiempo, con un carácter de corte asambleario, sin obviar la notable calidad individual, sobresaliente en el caso de Vitinha y con alternativas tan sugerentes como la de Doué, revitalizador en el tramo final.
Entusiasmo local
A medida que avanzaba el partido, ganaba presencia frente a un Liverpool guiado casi exclusivamente por el entusiasmo. Dembélé se excedió en un cara a cara con el arquero y dispuso de otra opción en un disparo que se fue a córner, rechazado por un defensor. Sujetaba bien la atropellada propuesta de los de Slot y salía con profundidad y criterio.
El Liverpool se nutría del balón parado. Donnarumma neutralizó con una formidable intervención el cabezazo de Luis Díaz a la salida de un córner, cuando se acercaba a la hora de partido. El colombiano ponía salsa en cada acción, fuera cual fuera su posición en el ataque. Nuevamente a pelota quieta la tuvo el Liverpool, pero apareció Kvaratskhelia, con el portero vencido.
Dembélé, tras anotar su penalti en la tanda definitiva.AFP
El duelo cobró la temperatura que le correspondía. A calzón quitado, en plena combustión con el empuje indesmayable de la grada, llegaron los mejores momentos del Liverpool, que perdió a Alexander-Arnold por lesión e incorporó a Darwin Núnez en la posición de un inane Diogo Jota.
Exhaustos, los locales resistieron en la prórroga y llegaron a una suerte donde suele sonreírles el destino. Esta vez no fue así. Se lo había ganado el Paris Saint Germain, que se sobrepuso al asombroso castigo del encuentro de ida y espera al vencedor del Aston Villa-Brujas (3-1 hace una semana) en cuartos.
El Bayern Munich ratificó su clasificación con una nueva victoria ante el Bayer Leverkusen, esta vez por 0-2, con goles de Kane y Davies, para redondear un 5-0 en el global. El Inter de Milán volvió a ganar al Feyenoord. Venció 2-1 en San Siro, con tantos de Thuram y Çalhanoglu, éste de penalti. Moder, también desde los 11 metros, anotó por los neerlandeses.
El bueno de Cachín no tuvo derecho al aliento de la discreta hinchada argentina. Algún grito perdido de "¡Vamos Pedro!" adquirió de inmediato carácter conspirativo y encontró la reacción de un sonoro murmullo en la Caja Mágica. Mal día para llamarse Pedro en el templo del tenis madrileño. Vaya usted a saber por qué. Y eso que el jugador de Bell Ville reaccionó con bravura tras un pésimo primer set y obligó a Nadal, que afina su puesta a punto pero todavía carece de continuidad en el juego, a pasar tres horas y cuatro minutos, las que necesitó para certificar un éxito más sufrido de lo que se podía esperar: 6-1, 6-7 (5) y 6-3.
La victoria ante Pedro Cachín y la consiguiente clasificación para octavos de final fortalecen a Nadal en este largo tiempo de incertidumbre. Son ya tres triunfos consecutivos, registro insólito viniendo de donde viene, y este martes le espera Jiri Lehecka, 31º, un artillero checo de 23 años que no ha de resultarle inabordable, siempre que logre recuperarse bien. La paliza ante Cachín, con menos de 24 horas de descanso, elevará la exigencia en un periodo donde todos los cuidados son pocos.
Superado un top 20 como Alex de Miñaur, 11º en el escalafón, se suponía que Nadal no tendría demasiados problemas frente a Cachín, un argentino de 29 años sin demasiado peso en el circuito. La victoria del sábado, en una escenografía propia de su despedida del torneo, supuso un indudable empujón para el ex número 1 del mundo, urgido a recuperar crédito y autoestima a menos de un mes del inicio de Roland Garros, donde tiene depositadas buena parte de sus ilusiones.
La inesperada reacción
Sin embargo, este lunes, tras disfrutar de un largo pero plácido primer parcial, Cachín mejoró el porcentaje con su servicio y empezó a meter más bolas en pista, progresión confluyente con un decaimiento de su rival. Se situó 4-1 y dispuso de dos bolas de set antes de llegar al desempate, pero envío sendas derechas más allá de la línea de fondo. Fue en el tie break cuando logró igualar el partido tras un passing shot cruzado de revés ante un saque y volea de Nadal.
Octavofinalista el pasado año, Cachín había encontrado la redención en Madrid, tras una secuencia de 15 derrotas consecutivas desde octubre. Su triunfo en segunda ronda contra Frances Tiafoe fue el primero logrado a lo largo de su carrera ante un jugador de los 20 primeros del ránking. Tenista de crecimiento tardío, relanzó su carrera al trasladarse hace unos años a Barcelona y contar como asesor con Álex Corretja.
Dentro de su proceso de reincorporación al circuito, a Nadal le toca foguearse con experiencias de estas características. La temprana rotura en el inicio del tercer set le permitió llevarse un partido que manejó con determinación y oficio en los momentos culminantes. Además de ofrecer un tenis fluido en el primer parcial, fue capaz de sostenerse en pista en el encuentro más largo desde que perdió con Jordan Thompson a principios de año en cuartos del ATP 250 de Brisbane. Entonces fueron tres horas y 26 minutos, con el alto precio de no volver a competir hasta el Conde de Godó. "Vamos a ver cómo nos levantamos mañana, ojalá que bien", comentó a pie de pista.