Fran Garrigós: “Del judo no se puede vivir”

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«Pues la noche fatal, fatal. No he dormido nada. Entre la emoción, la tensión acumulada y la cafeína… Yo creo que me meto ya en la cama hasta mañana», cuenta con media sonrisa un chico normal de Móstoles que el sábado abrió el telediario. Porque a Fran Garrigós, que ya era campeón del mundo, el bronce en París, la primera medalla del equipo español, le cambia la vida. Y aún así, como estaba previsto, se irá a Tailandia de vacaciones con su novia, Ana, con la que le hubiera gustado compartir la experiencia olímpica, judoca ella también.

Para saber más

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¿Cuántos medallistas olímpicos hay en Móstoles?
Pues no lo sé. El skater Danny León, que está aquí en París, es también de allí. Pero tampoco sé de más. Lo mismo hasta me ponen el nombre a una calle o un pabellón. Veremos a ver qué pasa.
¿Cuál ha sido la felicitación que más le ha emocionado?
Las de los grandes deportistas. Nadal, Alcaraz, Gasol… Es un honor.
¿Qué le fastidia a un chico de su edad más allá del judo?
Pues eso, que no se hable tanto de deportes que no son tan mediáticos. Que eso sólo ocurra durante los Juegos Olímpicos. Al final, sólo se habla siempre fútbol. O de baloncesto.
¿Cómo surgió lo de formar parte del Ejército del Aire?
Me comentaron si me apetecía participar con ellos en las competiciones. Y yo encantado. Soy sargento reservista, hice una formación de 15 días en Torrejón. No era algo que estuviera en mis planes, pero bueno, siempre que se pueda competir y representar a tu país es bueno. Un orgullo.

Margarita Robles, Ministra de Defensa, recibe a Fran Garrigós, el pasado mes de junio.EFE

¿Su padre, Paco, trabajaba en la construcción?
Cuando hubo la crisis de 2008 lo dejó. Y ahora se dedica a otras cosas. Para mi familia ha sido un momento muy bonito. Subir a a ese podio y ver que que estaban ahí…
¿Esta medalla supone un desahogo económico?
Sí, es muy importante en eso también. Mis padres nos han enseñado a toda la familia que si trabajas por tus sueños, es posible que puedas cumplirlos. Nos han enseñado a trabajar todos los días, a intentar ser mejores cada vez. Yo estudié INEF. Al final el judo no te da para vivir, necesitas tener una salida al mundo laboral, estar lo mejor preparado posible.
Pierde la semifinal y en un rato se sobrepone en el combate por el bronce. Esa es la lección.
Sí. Perdí esa semifinal, podíamos estar luchando por el oro. No sabes nunca cuándo vas a volver a estar en los Juegos Olímpicos y menos luchando por un bronce. Lo di todo después.
Ana (Pérez Box), su novia, no pudo clasificarse para París.
Ella es un pilar fundamental en mi vida. Está ahí todos los días, ayudando, apoyándome. Ella confía más en mí que yo mismo. No es la forma en la que me hubiese gustado estar en estos Juegos Olímpicos. Me hubiese gustado que ella también pudiese competir. Pero tenerla aquí a mi lado al terminar el combate fue muy especial.
¿Dónde estaría Fran si no fuera por el judo?
Es que no me imagino la vida sin el judo. Es todo, desde que me levanto hasta que me acuesto. El día que no voy a entrenar o cuando llevo mucho tiempo de vacaciones, estoy deseando volver. Incluso vuelvo antes de tiempo, casi siempre.

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