Duele mucho ver que todo el trabajo que has hecho contra un club grande se puede venir al traste en una acción en el último minuto de partido. Duele más si consideras que esa acción, un penalti en contra, la ha estado reclamando tu rival desesperadamente cuando tú consideras que estaba al límite del reglamento.
Primero fueron los gestos al banquillo de Diego Simeone de Borja Jiménez de que hablan mucho y después, tras las pertinentes réplicas rojiblancas y el posterior fallo de Griezmann desde los once metros, vino el de las lágrimas y unas palabras que captaron las cámaras de la retransmisión: “A llorar, ahora vas a la sala de prensa y lloras”.
Tras el feo incidente y la victoria del Leganés sobre el Atlético para cortar su racha de 15 victorias seguidas, la mejor en la historia del club, fue Borja Jiménez el que fue a rueda de prensa no a llorar sino a disculparse por lo ocurrido en el banquillo. Lo hizo antes de responder a ninguna pregunta tras el paso del Cholo por la misma silla en la que él estaba sentado.
“Antes de todo quería pedir disculpas porque me han cogido haciendo un gesto, que en el fragor de la batalla y durante el penalti, entre los banquillos siempre nos decimos muchas cosas sin ninguna mala intención, pero quería disculparme porque hice un gesto que no me representa”, apuntó Jiménez de los incidentes en la banda.
Reveló el propio entrenador del Leganés que no tuvo la oportunidad de hablar con Simeone ni antes ni después del partido por lo rápido que entró y salió el argentino del terreno de juego, pero que sí pudo debatir con algunos miembros del vestuario rojibllanco pero no de la polémica.
No obstante, seguro que si Simeone tiene motivos para llorar no son arbitrales sino por la inesperada derrota de su equipo. Era sólo la segunda en liga, sí, pero cortaba una racha de 15 victorias seguidas. “Hemos recorrido 15 partidos maravillosos, récord en la historia del club, fue un camino muy bonito que nos benefició en Liga, Copa y Champions”, apuntó el técnico argentino.
Habló también de dolor, el Cholo, pero es consciente de que esto es fútbol y la derrota es algo tan normal como la victoria, aunque no para él en los últimos tiempos. “Cuando uno se acostumbra a ganar luego es más difícil perder porque es muy lindo. Obviamente duele perder, pero es parte del camino y hay que aceptarlo”, apuntó.
De hecho, sus números en el Atlético siguen siendo los de un entrenador más acostumbrado a festejar que a lamentar. Hablamos de 423 victorias en 710 partidos por solo 132 derrtotas y 156 empates. Sigue el Atlético líder de la liga por delante de Barça y Real Madrid pese al buen juego culé. “Pensar que el Barcelona perdió cinco partidos y es probablemnete el que mejor juega y quizás no había tenido que perder ninguno, bueno es fútbol”, comentó.
Matagigantes
Uno de esas derrotas se la infligió también el Leganés, con un ejercicio de resistencia como el de este sábado en Butarque. Dmitrovich se tuvo que esmerar en ambos duelos e hizo de su portería un muro. Si el portero serbio recibió 15 disparos sobre su portería ante los culés, los rojibancos hicieron 19. La posesión en cambio fue en un 80% para los culés frente al 67% de los colchoneros en los duelos con los pepineros.
“El nivel de exigencia debe ser ganar siempre. Pasó también como cuando ganamos al Barça y después perdimos con el Villarreal. Si ganáramos siempre estaríamos arriba y no es nuestra realidad, pero todos los encuentros valen puntos. Tenemos que disfrutar. Esta semana hemos ganado a dos equipazos como Atlético y Almería”, comentó Jiménez.