Posiblemente haya sido la primera ronda más vista de la historia del tenis. La atmósfera en la Philippe Chatrier era más propia de una final del torneo que de un encuentro del segundo día de la competición. Fue una tarde especial, de las que no se olvidan. Nadal se apaga, y todavía no somos muy conscientes de lo que hemos presenciado durante todos estos años, de tantas y tantas victorias en una competición donde se ganó la vitola de indestructibl
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