Entrenar de noche, a la pata coja o estar tres días en silencio: la revolución española que rompió el dominio coreano del tiro con arco

Entrenar de noche, a la pata coja o estar tres días en silencio: la revolución española que rompió el dominio coreano del tiro con arco

Chung Jae-Hun, Im Dong-Hyun, Lee Chang-Hwan, Kim Woo-Jin, Lee Seung-Yun… Así sigue el palmarés hasta que aparece Andrés Temiño. En el pasado Mundial de tiro con arco, un español asaltó la historia para proclamarse campeón individual y campeón en el doble mixto junto a Elia Canales. Fue un deporte dominado durante décadas por Corea del Sur, con clases desde la escuela, millones de practicantes y hasta una liga profesional. Pero ya no lo es.

Ahora manda un país, España, que sólo cuenta con 20.000 federados y 500 clubes, gracias a una cualidad olvidada, menospreciada, repudiada en Asia: la creatividad. Si allí el entrenamiento se basa en la repetición —en lanzar miles y miles de flechas cada día—, aquí se centra en la variabilidad. ¿Hacer voto de silencio en un convento de Lleida para mejorar la concentración? Claro. ¿Entrenar en la oscuridad de la noche en Ibiza? Por supuesto.¿Y hacerlo a la pata coja o de mil maneras distintas? ¿Por qué no?

«No nos aburrimos», admite Temiño en conversación con EL MUNDO en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, donde sigue preparándose con la mente en un único objetivo: el oro en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.

Han roto con el método coreano.
Supongo que sí, aunque no es cosa mía. Hace unos años que el cuerpo técnico de la selección empezó a introducir ejercicios diferentes y nuestro método ya no se basa en la repetición exagerada como antes. Antes les copiábamos, y ahora ya no. Creo que los coreanos alucinarían si vieran cómo entrenamos. Hay un momento en el que, tirando normal, ya no hay mucho margen de mejora: puedes estarte horas y horas y progresar es muy difícil. Por eso es mejor si lo complicas. Tiramos a la pata coja, tiramos con los ojos cerrados, mal colocados, desde muy lejos, a dianas muy pequeñas… Tenemos un entrenador, Carlos Morillo, que es psicólogo y nos propone cosas así.
Como tirar flechas de noche.
Eso empezó como un experimento y funcionó. Estábamos en una concentración en Ibiza y los técnicos nos propusieron tirar de noche para ver qué sentíamos. Apagaron todas las luces del campo de tiro, dejaron sólo un foco en la diana, y nos dimos cuenta de que las sensaciones se multiplicaban. Como no te ves, la propiocepción aumenta un montón: notas mucho más lo que estás haciendo.
Después de ganar un Mundial parece una genialidad, pero podía haber sido un desastre.
Al principio era un poco raro. Todos habíamos tirado a la pata coja o con los ojos cerrados por hacer la broma, y cuando te dicen que lo hagas en un entrenamiento de la selección te sorprende. Pero luego te das cuenta de que si te ponen en dificultades, mejoras cuando vuelves a tirar normal. Esa capacidad de adaptación te da un plus.
Todo está en la cabeza.
Totalmente. De ahí viene la meditación. El tiro con arco tiene mucha relación con la meditación, con el autocontrol, con la respiración. Fue muy útil ir al monasterio [de Les Avellanes, en mitad de la sierra del Montsec, cerca de Lleida] antes de los Juegos Olímpicos de París y estar tres días en silencio. Al principio costaba no hablar entre nosotros, especialmente en las comidas, pero aprendimos a estar en el momento presente, a recuperar el foco…

SERGIO GONZÁLEZ

En estos tiempos, el tiro con arco es un deporte contracultural.
Todos los deportes te exigen concentración: en uno de contacto, o estás presente o te meten un castañazo. Pero en el tiro con arco es básico. Si estás nervioso, es imposible. Aquí gana el más tranquilo. Tienes que estar lo más zen posible, apartar los juicios, olvidar las expectativas.
Hablando de eso, no estuvo en los Juegos Olímpicos de París. Pese a sus 20 años [ahora 21], era candidato a medalla y se quedó en la clasificación.
Pasó lo que pasó, y aprendí mucho sobre mí mismo. El año pasado, antes de los Juegos, hubo un momento crítico en el que empecé a pensar en las expectativas, en lo que podría ganar, en el futuro… y acumulé mucha tensión. Me pudo la presión. Para mí, lo mejor del último Mundial no fueron los dos oros, sino ver que podía gestionar la presión, que no volvía a caer en el mismo error.

Transporte y Logística

¿El Mundial le ha cambiado la vida?
Qué va. Me bajé del podio y todo se había terminado. He dado algunas entrevistas, pero mi vida es exactamente la misma.
Del tiro con arco no se puede vivir.
Ojalá, pero aquí en España es imposible. La única forma de vivir del tiro con arco es ser entrenador en un club o conseguir una medalla en los Juegos Olímpicos o en los Mundiales, pero eso puede ofuscarte. Si dependes de una competición para subsistir, es muy difícil que lo hagas bien. Yo tiro porque me gusta, no por dinero. Si lo hiciera por dinero, estaría jodido.
Su padre precisamente era entrenador en su ciudad, Zaragoza.
Sí, pero por hobby. Se dedicaba al mantenimiento. Practicaba aeromodelismo, pero cuando yo nací ya no tenía tanto tiempo y empezó con el tiro con arco. Le gustó, y cuando crecí fue mi entrenador hasta que me fui al CAR. Ahora lo ha dejado. En realidad, ni yo sé si me dedicaré a entrenar. Estoy estudiando online un grado superior en Transporte y Logística porque tiene muchas salidas.
¿Cómo se celebran dos oros en un Mundial?
En casa, con la familia. Me dieron tres semanas de descanso y estuve con los míos, haciendo vida normal. No tenía que entrenar si no quería, pero fui un par de días a practicar. Hasta los próximos Juegos Olímpicos queda mucho, y quiero estar en el momento presente, no volver a perderme en el camino.

kpd