El TAD retrasa los planes del Gobierno para inhabilitar a Rubiales

El TAD retrasa los planes del Gobierno para inhabilitar a Rubiales

Caso Rubiales

Actualizado

Los siete miembros del tribunal necesitan más tiempo para decidir si incoan el expediente por “falta muy grave” necesario para apartar al presidente suspendido por la FIFA

El presidente del CSD, Víctor Francos.EFE

«Tenías que haberte ido el viernes». Así de contundente sería el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Víctor Francos, si se cruzara con Luis Rubiales. Su decisión de enrocarse en la presidencia ha complicado todo el proceso. Obliga al Gobierno a forzar su inhabilitación y a la RFEF a borrar su impronta con celeridad, dos procesos que no son fácil como quedó demostrado este lunes. La burocracia y las garantías que deben cumplirse han complicado más de lo deseado separar a Rubiales del fútbol español.

La «suspensión provisional» por 90 días de la FIFA es aún la única medida que aparta al granadino de la Federación porque el CSD sigue esperando que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) se pronuncie sobre la denuncia que elevó. La urgencia con que quiso actuar el Gobierno se topó con los tiempos de los siete juristas -designados cuatro a propuesta del propio CSD y otros tres de las federaciones deportivas- que debían decidir si abrían expediente a Rubiales por «falta muy grave». Necesitan que sea esa la tipificación que se le aplica por el beso a Jenni Hermoso y al tocamiento de genitales en el palco para poder inhabilitarlo. Sin embargo, en la reunión telemática de ayer del órgano administrativo no debieron ver con tanta claridad los fundamentos jurídicos que elevó el CSD. Aunque adelantaron su habitual reunión de los miércoles al lunes llegaron a la medianoche sin resolución y con la necesidad de más documentación en la que apoyarse. Eso obligó Víctor Francos a aparecer a media tarde con muy poco que decir. No había ‘castigo’ que anunciar..

El presidente del CSD se presentó ante la prensa sin conocer si el acuerdo de los barones territoriales de la RFEF, que llegó a las once de la noche, estaba «a la altura de lo que demanda la sociedad y el fútbol español». Y tampoco tenía noticias de cuál sería la decisión del TAD. «No conozco a ningún miembro, no he hablado con nadie, no sé si están deliberando o no, sólo que están reunidos. Sólo puedo decir que si incoan el expediente por falta muy grave, el CSD actuará», sentenció. Aunque el deseo hubiera sido poder actuar este mismo lunes, en el Gobierno tienen claro que deben ser cautos. La resolución del TAD puede ser recurrida por Rubiales en el tribunal contencioso-administrativo y nadie quiere darle la posibilidad de ser un mártir.

Tampoco sabía Francos si a la inhabilitación del Gobierno se uniría la reprobación de la Federación o si habría reestructuración de las selecciones tras las imágenes en la Asamblea. La vicepresidenta Yolanda Díaz había pedido destitución de Jorge Vilda y Luis de la Fuente, pero el socialista quiso ser cauto. «No ha habido jamás un gobierno que decida los entrenadores. Lo que puedo decir como Víctor Francos es que a mí no me gustan los aplausos. No me gustó lo que se dijo en la Asamblea ni lo que se aplaudió. Pero las consecuencias las tiene que decir la Federación», aclaró.

Tampoco está de acuerdo con la líder de Sumar sobre la lentitud del CSD para apartar a Rubiales. «Tenemos que ser muy rigurosos. No es justo que se diga que hemos actuado más tarde que la FIFA. Ellos son una organización privada y nosotros un estado de Derecho. La FIFA podría haber actuado el martes, ¿por qué no lo hizo? Por responsabilidad como el Gobierno de España», aseguró el presidente del CSD.

En lo que sí fue tajante es en el perjuicio a la imagen del fútbol que ha provocado el beso de Rubiales y la gestión de la crisis que generó. En contacto con la FIFA, el presidente del CSD ve problemas para la candidatura española, con Portugal y Marruecos, al Mundial 2030: «A mí no me gusta engañar. Hace dos semanas estábamos mejor situados, pero somos un gobierno tozudo».

kpd