El piloto italiano de MotoGP Luca Marini sufrió graves lesiones, especialmente preocupante un neumotórax, tras una dura caída durante los ensayos previos a las 8 Horas de Suzuka, anunció su escudería, Honda, el jueves.
Marini, que debe mantenerse en el país nipón en observación hasta que tenga luz verde para viajar, sufre una luxación de cadera, lesiones en los ligamentos de una rodilla, fracturas del esternón y ligamentos de una clavícula y un neumotórax, indicó Honda.
Actual 13º clasificado del Mundial de MotoGP, Marini estaba participando en su segunda jornada de ensayos para las 8 Horas de Suzuka, una carrera de resistencia que se celebra en el trazado que también acoge el Gran Premio de Japón de Fórmula 1.
El italiano de 27 años publicó una foto en su cuenta de Instagram en la que aparece tumbado en una cama de hospital haciendo el símbolo de la victoria con los dedos y la acompañó de un mensaje en italiano: “¡Gracias a todos por el apoyo! Os mantendré informados”.
“Honda HRC y el equipo Honda HRC Castrol apoyarán plenamente a Marini en su recuperación”, declaró la escudería en un comunicado.
El domingo en Silverstone, Marini terminó 15º en el Gran Premio de Gran Bretaña, séptima prueba de la temporada.
Tres semanas después de su salida de pista en Melbourne, tras pisar una zona de grava, Fernando Alonso cometió otro error con el que acabó de forma prematura su segunda sesión de entrenamientos libres en Suzuka. A falta de 25 minutos para el final, tras marcar el tercer mejor tiempo, el asturiano pisó la hierba con la rueda delantera izquierda y dejó varado su Aston Martin en la grava.
De inmediato, los comisarios ordenaron la bandera roja para retirar el AMR-25 de la zona, una de las más delicadas del circuito. Se trataba de la segunda interrupción, casi consecutiva del viernes, porque sólo unos minutos antes Jack Doohan había sufrido un feo accidente en la rapidísima curva 1. Poco después hubo que lamentar otras dos banderas rojas tras detectarse pequeños incendios en una zona de hierba, similares al ocurrido durante el GP de China 2024.
El accidente de Alonso se produjo en los virajes Degner, que combinan una curva rápida a derechas seguida de otra de 90º, la segunda zona más lenta de Suzuka, después de la célebre horquilla. Aunque Fernando intentó una corrección de última hora, ya no pudo hacer nada para recuperar el coche, que por suerte no chocó contra las protecciones. En un principio, los daños quedarán reducidos al fondo plano, lo que no debería comprometer sus opciones de cara al fin de semana.
Lawson, por delante de Verstappen
En ese momento, Alonso montaba neumáticos nuevos, con los que había sido el más rápido en el primer sector (30.65) y pretendía mejorar su crono, entonces a tres décimas de Lando Norris, el más rápido de la parrilla. Alonso apenas pudo completar cinco vueltas y en el tramo final fue superado por la mayoría de rivales, que le relegaron a la decimoséptima plaza. Un cierre torcido a un día iniciado con buen pie, dado que por la mañana, Alonso marcó el séptimo mejor tiempo, a seis décimas de la cabeza.
La sesión vespertina terminó con un doblete de McLaren liderado por Oscar Piastri (1:28.114), con 49 milésimas de ventaja sobre Norris y cuatro décimas sobre Isack Hadjar, que otra vez dio la sorpresa con el Racing Bulls. Entre tantos contratiempos apenas se pudo extrar conclusiones sobre el rendimiento real de los favoritos. De hecho, Liam Lawson acabó quinto, una décima más rápido que Max Verstappen, justo después de su adiós a Red Bull.
El viernes tampoco resultó especialmente propicio para Carlos Sainz, décimo en la tabla, pero víctima de algunos contratiempos en su Williams. Al inicio de la jornada, cuando había completado la vuelta de instalación, el madrileño tuvo que regresar a boxes tras sufrir un excesivo rebote y sentir algún problema en la parte trasera de su monoplaza..
El Barça aprovechó su oportunidad. El conjunto azulgrana, en un partido en el que hizo gala de potencial ofensivo y solidaridad defensiva, se las arregló para imponerse a un Sevilla que vendió cara la derrota. Lewandowski, Fermín, quien fue expulsado con roja directa a instancias del VAR por una imprudente entrada sobre Sow, Raphinha y Eric García se encargaron de marcar los tantos para los visitantes mientras que Vargas envió al fondo de la red el que a la postre fue solo el momentáneo tanto del empate para los sevillistas. [1-4: Narración y estadísticas]
Hansi Flick, con vistas al duelo frente al Rayo del lunes que viene, no podrá contar ni con el onubense ni, tal vez, con un Araujo que se vio obligado a dejar el partido antes de tiempo tras una dura entrada de Saúl que acabaría por provocarle una dolorosísima lesión en su tobillo derecho.
El duelo tuvo unos primeros compases absolutamente trepidantes. El primer aviso serio lo dio un Lamine Yamal cuyo disparo tras una medidísima asistencia de Pedri acabó por encontrarse con una mano salvadora de Nyland. La acción, no obstante, sería solo la antesala del primer tanto del encuentro, obra de un Lewandowski que se las arregló para impactar un balón enviado hacia su posición por Íñigo Martínez para mantenerse fiel a su cita con el gol. La alegría azulgrana fue tremendamente efímera. Apenas un minuto después, el suizo Vargas, quien ha llegado al club de Nervión en el pasado mercado de invierno y tras aprovechar una acción en la que Saúl rompió casi por los pelos el fuera de juego, se encargó de hacer que el 1-1 subiera al marcador. Poco después, sería Szczesny quien le rebañaría in extremis el balón a Isaac en una jugada que acabaría con dura entrada del futbolista cedido por el Atlético sobre Araujo que, a la postre, obligaría al uruguayo a marcharse el banquillo por lesión.
Entrada que le costó la roja a Fermín.Jose BretonAP
El Barça trató de volver a romper el partido apretándole las tuercas a un Sevilla muy ordenado y solidario en tareas defensivas, que esperaba agazapado su opción para lanzarle otro golpe a la mandíbula a su rival a la contra. Lamine Yamal, muy marcado, fue muchas veces su mejor opción, si bien pecó también en alguna ocasión de exceso de individualismo. Por parte de los locales, mientras, fue Lukebakio, al límite del final del tiempo reglamentario de la primera parte y con un remate acrobático, quien obligó a Szczesny a lucirse para propiciar que el empate se mantuviera intacto al llegar al descanso. Un resultado que, desde luego, no les servía en absoluto a los de Flick para aprovechar el hecho de que tanto el Real Madrid como el Atlético se dejaran dos puntos en el derbi disputado este pasado sábado en el Bernabéu.
El que golpeó casi nada más de que se reiniciara el partido, en este caso, fue Fermín. El onubense, que entró en el campo como relevo de un Gavi que se llevó alguna tarascada y una amarilla de su participación en el primer tiempo, picó el balón de cabeza tras otro buen desplazamiento de Pedri y puso el 1-2 en el marcador. Por su capacidad de llegar desde la segunda línea y su excelente manera de manejarse en el juego aéreo, a pesar de que por su estatura muchos no lo dirían, podría recordar en parte a un Jose Mari Bakero que ya brilló con estas credenciales en el Barça hace más de tres décadas. Vargas, casi acto seguido, volvió a enviar el balón al fondo de la red, si bien la jugada sería finalmente invalidada por fuera de juego. Después, protestó, y mucho, la grada del Pizjuán una acción de Koundé sobre Sow que ni Hernández Hernández ni el VAR consideraron como penalti, poco antes de que Raphinha, con un latigazo con su pierna derecha desde fuera del área, pusiera el 1-3 en el luminoso para afirmar un poco más el paso de los de Flick hacia la victoria.
El camino aparentemente diáfano, con todo, acabaría por complicarse, y mucho, para los barcelonistas después de que el colegiado, a instancias del VAR, expulsara precisamente a Fermín por una dura acción sobre Sow con algo menos de media hora de juego aún por delante para llegar al final del encuentro. Flick tuvo que mover sus fichas y sacar a Lewandowski y De Jong para dar paso a Dani Olmo y Eric Garcia, en busca de armarse más en tareas destructivas y contar con más opciones para esconder el esférico. Dos argumentos con los que los barcelonistas lograron apaciguar el final de un partido en el que Szczesny tuvo que estar también muy atento y en el que Eric García acabó por materializar el definitivo 1-4 casi al límite del tiempo reglamentario.