El fútbol ha cambiado. Se han dado cuenta, ¿no? Si tienen hijos, nietos, sobrinos o primos habrán observado que el deporte que antes se aprendía y se disfrutaba en la calle ahora se enseña en las academias. Que es más rígido, más táctico, más físico, más encasillado en determinadas posiciones. Es menos pícaro, menos mágico. Menos libre. Sin embargo, en lo que quizás no hayan caído es en que los futbolistas también están cambiando. Encerrados casi siempre en esa burbuja mediática que se construye alrededor de este circo, ellos, como el balón, también se van acercando a las escuelas. Los estudios ya no son su AntiCristo, sino una de las causas principales de su éxito deportivo. Ya no se da como imposible que un futbolista sea a la vez futbolista y universitario, sino que ser una cosa potencia la otra. Hay menos juguetes rotos, menos estrellas adolescentes que lo dejan todo por la pelota a los 16 años y a los 21 se encuentran con una rodilla destrozada y la ESO sin aprobar. El futbolista del siglo XXI es también un estudiante aplicado. No puede ser de otra manera.
«Es lo que se conoce como Carrera Dual», explica a EL MUNDO Luki Uriarte, director de fútbol base de la Real Sociedad, en mitad del Encuentro de Canteras del fútbol español al que pudo asistir este periódico. Un término que está marcado a fuego en las canteras de España. Ningún club entiende ya sus categorías inferiores sin prestar la misma atención a los libros que al balón. «La mayoría no llega a profesional. Si sólo nos centráramos en los que van a llegar, estaríamos haciendo mal nuestro trabajo», añade Iriarte.
Según LaLiga, entre Primera y Segunda, el 74% de los jugadores con edad para cursar Bachillerato están escolarizados. El hecho de que el fútbol sea capaz de dar esta estadística habla del trabajo que se está realizando y que no se hacía antes. No existen datos de otras décadas porque nadie prestaba atención. Y no es sólo que estudien más, sino que llegan los que estudian.
“Antes los debutantes eran pillos, ahora son responsables”
«No puede haber chicos de 16 años que sólo jueguen al fútbol. Antes los clubes decían ‘nosotros al fútbol, lo otro es cosa del colegio y de la familia’. Ya no. Existe una correlación entre el perfil de los debutantes. Antes eran chicos de la calle, pillos, creativos… Ahora ha cambiado. Suelen tener un entorno estable, ser responsables en lo académico, tener un estilo de vida tranquilo…», asegura a este periódico Juan Florit, responsable de Proyectos Deportivos de LaLiga.
Un ejemplo de esto es Álvaro Rodríguez, delantero uruguayo de 18 años del Real Madrid Castilla que ya ha debutado con el primer equipo de Ancelotti. A la vez, está estudiando Fisioterapia. «El estudio me parece una vía de desconexión del fútbol muy positiva. Un futbolista tiene que ser futbolista 24 horas y siete días a la semana y eso puede llegar a cansar mentalmente. A mí me ha pasado», confiesa a EL MUNDO, y admite que aunque «los estudios son algo secundario» cuando ya estás en nivel profesional, «te ayuda a desconectar y a la vez aprender».
En la misma línea argumenta otro Álvaro, Aceves, portero de 19 años del Valladolid que debutó con el primer equipo la pasada temporada tras sacar un 13,19 sobre 14 en Selectividad y ahora estudia Administración y Dirección de Empresas. «Creo que el hecho de tener otra responsabilidad me ayuda a mantener los pies en el suelo», admite el jugador en declaraciones cedidas por LaLiga. «Mis padres siempre insistieron en que nunca abandonara los estudios pese a los sacrificios. Ahora me ayuda bastante que otros jóvenes de la plantilla también se estén sacando una carrera. Te ayuda a compartir experiencias y a desdramatizar cuando hay que hacer un esfuerzo extra. Por ejemplo, en el parón por el Mundial estábamos de concentración en Alicante y tuve que llevarme los apuntes y hacer un examen online mientras los demás se estaban echando la siesta», declara.
“El plan A deben ser siempre los estudios”
El Valladolid es uno de los equipos que más insiste en la importancia de esa Carrera Dual. «Deberíamos luchar más para que se viera el ejemplo de estos chicos», señala Diego López, director de su cantera. «El fútbol es una herramienta de motivación excepcional y tenemos una responsabilidad», manifiesta. En Pucela, el 90% de los jugadores en edad juvenil están escolarizados y el 54% cursan estudios universitarios. «El plan A deben ser siempre los estudios», avisa López. «Hacemos seguimiento, estamos en comunicación con los tutores, tenemos horarios adaptados para clases de refuerzo… El estudio es obligatorio».
Según una investigación de la UCAM, el 72% de los deportistas que optan por una Carrera Dual (carrera académica y carrera deportiva) tienen éxito en ambas, algo que defienden profesionales como David Peris, presidente de la Federación Española de Psicología del Deporte. «Está estudiado que si se compagina adecuadamente, se rinde mejor. Te organizas mejor, tienes la cabeza más amueblada, decides mejor por ti mismo… Y hay una cosa importante: si toda tu vida es el deporte y el deporte falla, ¿qué pasa ahí?», se pregunta, algo que también desarrolla Ángel Alcalde, director de fútbol base de Osasuna: «No pueden jugarse su futuro a una carta sabiendo lo complicado que es. No podemos dejar juguetes rotos».
“Ya no es habitual suspender y hacer carrera de futbolista”
A su lado, Patxi Puñal, leyenda del conjunto navarro, valora el cambio que se ha producido en una década. En el primer equipo rojillo, por ejemplo, hay siete futbolistas estudiando una carrera y en todo Tajonar, de los futbolistas con más de 18 años, el 88% está estudiando algo. «Hay excepciones, pero ya no es habitual suspender todas y hacer carrera de futbolista. El que es organizado, tiene cultura del esfuerzo y sacrificio, llega. Sabemos que no tienen que dejar todo por el fútbol, que hay que estar formado», insiste Puñal.
La Real Sociedad, otro ejemplo
Haciendo una visual por el fútbol español, parece que los equipos del norte están más concienciados con este tema. «No es casualidad», asegura Florit. En la Real Sociedad llegan también a siete universitarios en el vestuario de Imanol. Illarramendi ya se había licenciado en Magisterio, Oyarzabal estudia ADE; Guevara, Derecho; Barrenetxea, Educación Primaria; Aihen Muñoz, INEF; Pacheco, Gestión de Empresas; Zubimendi, IVEF… Son, además, 22 universitarias en el equipo femenino y un 100% de escolarizados en juveniles. «Estudiar va a la par que el fútbol. Tenemos un mínimo de dos días a la semana de refuerzo educativo en Zubieta porque tenemos que ayudarles a alcanzar esa Carrera Dual. Hablamos con los colegios, vemos necesidades… Hasta el tercer equipo, están todos matriculados», resume Iriarte. «La universidad a distancia es clave», concreta.
María Luisa Martín, ex futbolista y profesora en la Universidad Europea de Madrid, apunta: «Hace 30 años estudiar era algo secundario si estabas intentando llegar a futbolista profesional. Ahora es esencial. Es vital saber y entender que se puede estudiar y entrenar a la vez. Si eres organizado, eso lo vas a trasladar a toda tu vida». Martín pone de ejemplo a su paisano Óscar Valentín, futbolista del Rayo Vallecano. «Se organizaba muy bien, acabó ADE y es el ejemplo de que se puede compaginar el deporte y los estudios», dice.
El mensaje cala entre todos los equipos del fútbol español. «Nuestro objetivo no es ganar ligas, es desarrollar personas», asegura Álex Fernández, responsable de la cantera del Racing de Santander. «Si no pisa el primer equipo, tenemos que hacer que de ahí salga una persona», sentencia Luis Aragón, su homónimo en el Granada. El fútbol sigue siendo el eje central, pero ya no se olvidan los libros.