Si Competición confirma el castigo, el uruguayo se perderá el primer mes de la próxima Liga.
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Fede Valverde ya conoce el posible castigo por su puñetazo a Álex Baena en el parking del Santiago Bernabéu. El juez instructor del caso ha propuesto una sanción de cuatro partidos al centrocampista uruguayo del Real Madrid, según adelantó la Cope y ha podido confirmar este periódico. Si el Comité de Competición de la Real Federación Españolade Fútbol lo admite, Valverde se perderá los primeros duelos de la próxima temporada: contra el Athletic, el Almería, el Celta y el Getafe. Un mes de curso.
El jugador del Madrid propinó un puñetazo al futbolista del Villarreal después del encuentro que enfrentó a ambos equipos el pasado 8 de abril en el coliseo blanco. Tras la victoria visitante por 2-3, el uruguayo, que se había enzarzado con Baena durante el duelo, buscó a su rival en la zona de los autobuses y le dio un puñetazo en el pómulo que le provocó un moratón.
Según el entorno de Valverde, las cuentas pendientes entre ambos venían del partido de Copa del Rey de enero, disputado en La Cerámica. En aquel duelo, Baena le habría dicho “llora ahora que tu hijo no va a nacer”, en un momento en el que se había filtrado la información sobre los problemas que la mujer del uruguayo estaba teniendo en su embarazo. Curiosamente, el bebé de Valverde y Mina Bonino, su pareja, nació ayer en perfecto estado una vez superadas las dificultades. Baena y su entorno han negado constantemente estos comentarios. “No es un chico que vaya a reaccionar así sin razones”, explicaban en el círculo cercano del madridista.
Ese mismo domingo 9 de abril, Baena denunció la agresión en una comisaría de Castellón, provocando que el caso entrara en una vía penal que ha desembocado en la propuesta de este miércoles. Ambos han guardado silencio sobre el tema durante todos estos meses, dejando la resolución del conflicto en manos de la justicia. Valverde está de vacaciones antes de incorporarse a los entrenamientos del Real Madrid y Baena está disputando el Europeo sub21 con la selección española, donde se ha negado a hacer declaraciones.
Copa del Rey
ABRAHAM P. ROMERO
Enviado especial
@AbrahamRomero_
Sevilla
Actualizado Viernes,
5
mayo
2023
-
20:03Ver 2 comentarios"Vinicius ha pasado de meme a estrella,...
Endrick tiene 18 años, el fin de semana se casó con su pareja, la modelo Gabriely Miranda, de 21, y ayer, en la primera jornada de la Champions League, en su debut en la máxima competición continental con el Madrid, anotó un golazo para sentenciar al Stuttgart. En la celebración, obviamente, besó su nuevo anillo. Fue en un contraataque, tenía a un lado a Vinicius y al otro a Mbappé, pero decidió jugarse un misil desde más de 20 metros que superó a Nubel.
"Endrick está loco. Ha hecho una cosa que creo que nadie haría", bromeaba Rodrygo Goes en los pasillos del Santiago Bernabéu. "Muy contento por él. Marcar en Champions es siempre especial y entiendo la alegría que está sintiendo ahora", añadió su compatriota.
Un rato antes, en la banda, Rodrygo había hecho de visionario con Endrick. "Cuando estaba calentando, Rodry me dijo 'listo para hacer gol, eh'. Lo estaba. Estaba en mi cabeza", explicó. "Entré de extremo derecho y en la primera acción tenía a Vinicius abierto. Pero en la segunda... no sé, tenía a Kylian y Vinicius, pero la mejor opción era disparar. Y ha sido gol", resumió.
Preguntado por la acción, Carlo Ancelotti admitió que Endrick tuvo "un par" (de huevos). "Ha demostrado ser muy valiente en los últimos días, en todos los sentidos", vaciló el técnico sobre la boda de su delantero, aunque rechazó hacer más comentarios: "No me meto en la vida privada de los jugadores".
El italiano sí analizó el partido del brasileño. "Es capaz de hacer cosas que nadie puede pensar. Yo no pensaba, por lo menos. Tiene el don de que es muy efectivo. Se ve que tiene algo especial. Y un golpeo muy fuerte y muy rápido", declaró.
El origen de 'Bobby'
Endrick, el más joven del vestuario y el más joven en marcar en Champions con el Madrid tras superar el récord de Raúl, es conocido como 'Bobby' en la ciudad deportiva del conjunto blanco. Una historia delirante. En una entrevista, al brasileño le preguntaron quiénes eran sus ídolos futbolísticos, y respondió, entre otros, Bobby Charlton.
El vídeo se hizo viral y llegó al vestuario, que le ha puesto el sobrenombre de 'Bobby'... Y parece que va para largo. "No, no se llama Endrick, se llama Bobby", vaciló Rüdiger en la zona mixta del Bernabéu. En Instagram, cada publicación del delantero se llena de comentarios de sus compañeros con los mismos mensajes: "¡Bobby!", "¡Bobby!".
"Es una alegría para mí formar parte de este grupo y estoy muy contento de estar aquí", admite Endrick, con la timidez del recién llegado. El brasileño tuvo palabras de cariño para Thibaut Courtois, que fue el mejor jugador del Madrid ante el conjunto alemán y que también bromeó sobre el tercer gol: "Si lo falla, lo mato. Pero lo ha marcado y todo el mundo a callar. Tiene confianza y un disparo potente. Demuestra su personalidad al no pasársela a Vinicius ni a Mbappé".
"Cuando estábamos calentando lo estaba comentando con Fran García. Cuando un delantero se acerca, hace así (gesto de extender los brazos) y tapa el gol. Siempre va a estar en mi equipo del FIFA, eso seguro", bromeó Endrick, que lleva dos goles en apenas 20 minutos disputados, repartidos en cinco partidos. En ninguno ha estado más de 12 minutos sobre el campo.
Sabe que con Mbappé, Vinicius y Rodrygo tendrá difícil salir en el once, pero parece decidido a aprovechar sus minutos y sus oportunidades sobre el césped.
El hambre de Endrick ha puesto el primer pie del Madrid hacia la final de la Copa del Rey, que se celebrará en La Cartuja el 26 de abril. El tanto del brasileño empujo a los blancos en rotación ante una Real Sociedad intensa, que asedió por momentos a Lunin y deberá buscar la heroica el 1 de abril en Chamartín. [Narración y estadísticas (0-1)]
Después de varios partidos en el fondo del armario, Ancelotti le puso el traje de titular a Güler y Endrick, olvidados durante las últimas semanas por la importancia del playoff de Champions contra el City y el buen estado de forma del ataque. Y el Madrid, que tiene la Copa en la tercera posición de prioridades de la temporada, respiró con ellos. Especialmente gracias al brasileño, con ganas de comerse el mundo.
La Real Sociedad arrancó pasional, empujada por las bengalas de la previa, que tiñeron de rojo el antiguo Anoeta. El cuadro de Imanol, irregular durante el curso, buscó al Madrid desde el minuto 1, planteó una presión alta para buscar el error inicial y casi lo consigue en el minuto tres. Kubo se plantó ante Lunin tras un error de Camavinga y una pared con Oyarzabal, pero el ucraniano despejó a córner.
Los gritos contra Asencio
El paso de los minutos despertó a los blancos y asentó su plan. Camavinga y Ceballos en el doble pivote, Bellingham liberado, Arda en derecha y Vinicius en izquierda. El Madrid no quiso balones largos, como en otras ocasiones, sino que llamó a la Real a presionarle para salir del agobio en varios toques buscando el espacio libre en el centro del campo. Así llegó el 0-1.
Endrick bajó a recibir y cedió para Vinicius antes de dibujar un desmarque directo a portería. Potente, vertical. El balón se detuvo en los pies de Bellingham, que esperó la carrera del delantero para ponerle un milimétrico balón a la espalda de los centrales. Endrick controló, aprovechó las dudas de Remiro en la salida y definió con el exterior de forma sensacional.
Su hambre de minutos, de goles y de gloria ponía al Madrid camino de la final de La Cartuja, pero la Real, y menos en San Sebastián, no se iba a rendir. Los txuri-urdin enfocaron sus opciones en el lado derecho de la defensa madridista, con Asencio en lugar de Lucas, sufriendo el canterano ante Barrenetxea, que le superó en varias ocasiones para amenazar a Lunin y le sacó una amarilla que provocó el cambio de Asencio en el descanso. Justo después de que la grada le cantara «Asencio, muérete» y obligara a Sánchez Martínez a parar el duelo y aplicar el protocolo contra el racismo, la intolerancia y la xenofobia.
Ceballos, sobre la hierba, tras su lesión en el tramo final.EFE
Antes, Lunin había sacado varios disparos de Brais, Barrenetxea y Oyarzabal y Remiro había evitado el 0-2 de Vinicius tras un contragolpe de Bellingham antes de que el partido entrara en el terreno de las interrupciones y la tensión.
Tras el descanso, Ancelotti retiró a Asencio, lastrado por la amarilla, y dio entrada a Lucas. No cambió demasiado el Madrid, pero el partido creció en tensión y ocasiones. Se rompió. La Real dio un paso adelante en ataque y cambió de banda, insistiendo ahora en el lado de Fran García, con Kubo y Brais buscándole una y otra vez. Ahí tuvo sus mejores opciones, pero Lunin se hizo gigante.
En el 49, el ucraniano salvó un remate a bocajarro de Oyarzabal y se estiró en el rechace para evitar el gol de Kubo. En el otro lado del campo, Endrick envió un misil al larguero cuando en el banquillo del Madrid ya cantaba el gol.
Vinicius, sin acierto
El brasileño volvió a ganar espacio con un desmarque que sorprendió a la defensa de la Real y Vinicius le encontró en largo, pero el palo desvió el disparo. Fue la gran carta de presentación del joven atacante, un gol y un travesaño, para convencer a un Ancelotti al que le ha costado darle minutos.
El Madrid tuvo 10 minutos de espacios a la contra en los que Vinicius pudo sentenciar, pero no estuvo asentado el día en el que estrenaba brazalete de capitán. Tampoco Lucas, que envió el balón alto tras un zigzagueo en el área.
El perdón de los blancos pellizcó a la Real a partir del minuto 60. Los de Imanol se volcaron contra Lunin, pero les faltó punch, como a Oyarzabal, que tardó en definir tras un error de Fran García y permitió la llegada de Tchouaméni, sacando una nota alta como central. Bellingham perdonó en el otro área y Ceballos, clave este año, se rompió, dejando la gran mala noticia del Madrid en la ida de San Sebastián.