El gran vuelo de ‘Martinator’, el nuevo rey del ‘paddock’ que también cautivó a los líderes del ‘prime time’

El gran vuelo de 'Martinator', el nuevo rey del 'paddock' que también cautivó a los líderes del 'prime time'

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Jorge Martín jamás olvidará 2024, un año en el que, por fin, cumplió el sueño de convertirse en monarca de MotoGP. Un campeonato con el que se hizo un hueco en la historia. No en vano, el suyo fue el primer título conseguido por un piloto de un equipo satélite desde que se inició la presente era del motociclismo. Un hito que también logró Valentino Rossi 23 años atrás, pero en 500 cc.

La lucha de Martinator con el italiano Pecco Bagnaia, que consiguió el campeonato en 2022 y 2023, fue un auténtico espectáculo. Con esa pelea trepidante durante muchos momentos del curso se quitó la espinita clavada el año pasado, cuando tuvo opciones de pugnar con el italiano hasta el final por la conquista del título, pero un error de pilotaje y un aparatoso encontronazo con Marc Márquez, cuando pretendía volver a meter el miedo en el cuerpo a su adversario, acabaron por poner en bandeja el triunfo al piloto oficial de Ducati. Esta vez, las cosas fueron muy diferentes, Martín, haciendo gala de un estilo más cerebral en los momentos clave, fue capaz de plantarse en los últimos grandes premios de la temporada con todas las opciones a su favor y rematar la faena como sólo saben hacer los más grandes.

Su triunfo, si tenemos en cuenta sus circunstancias a nivel personal, toma tintes épicos. La pasión por las carreras de motos se la inculcó su padre, cuando el chaval apenas levantaba unos palmos del suelo. La familia tuvo que esforzarse hasta el límite para abrirse camino en la competición. Ni las dificultades económicas que tuvieron que sufrir sus progenitores ni el hecho de que, en un momento determinado, llegaran a pedirles 200.000 euros para que pudiera seguir ligado al mundo del motor frenaron su progresión. Pero, desde luego, el chaval nacido en San Sebastián de los Reyes hace 26 años tiene algo especial, auténtica madera de campeón.

Martinator, para acabar de pulir sus buenas cualidades, pasó por la escuela de pilotos gestionada por Chicho Lorenzo, padre de Jorge Lorenzo (campeón del mundo en tres ocasiones de MotoGP y en dos en 250 cc), que le ayudó a ganar unas décimas de segundo en cada carrera y que, al final, fueron determinantes para marcar la diferencia en la pista.

Martín llegó al Mundial de motociclismo en 2015, a un equipo dirigido por Jorge Martínez Aspar en el que coincidió con su mejor amigo en el paddock: Aleix Espargaró. En el circuito de Montmeló, en la carrera decisiva y última como piloto, el catalán se dedicó a guardar las espaldas del madrileño para que nadie le arrebatara un tercer puesto que le servía para alzarse con su primer reinado en MotoGP.

Gran regularidad

Un título que, si tenemos en cuenta todas las circunstancias, tiene un mérito tremendo. Por un lado, el Pramac, un equipo satélite, logró poner a uno de los suyos por delante de los pilotos oficiales de Ducati. Aunque, a decir verdad, sí es cierto que tanto unos como otros competían con una montura idéntica, a diferencia de los otros pilotos con esta marca, como los de Gresini, que se vieron obligados a utilizar la evolución de 2023. Y, por el otro, por la implacable regularidad que mostró el ídolo de San Sebastián de los Reyes a lo largo de todo el Mundial.

Los datos son demoledores. Pecco Bagnaia triunfó en 11 Grandes Premios y en siete sprint races de los sábado. Martín, por su parte, consiguió imponerse en siete ocasiones en las sprint races y en tres domingos de Gran Premio. La regularidad, por supuesto, fue la clave de su éxito. El corredor español, además de sus triunfos, logró subirse al podio en 21 ocasiones, más entre los sábados que en los domingos, mientras que el italiano únicamente pudo sumar ocho podios a sus victorias.

La agresividad, con ese pilotaje que le lleva a rodar a Martinator al límite de las leyes físicas y de la aerodinámica, con el hombro prácticamente tocando el suelo sin perder el control de su moto y a jugarse el todo por el todo incluso en los momentos más insospechados, no le pasó factura en los momentos determinantes de la temporada. Sobre todo, porque, cuando el título estaba cada vez más cerca, supo aplicar a su estilo belicoso los matices necesarios para alcanzar la victoria y así sumar su nombre a los otros cuatro grandes españoles que dominaron en la máxima categoría del motociclismo: Álex Crivillé, Jorge Lorenzo, Marc Márquez y Joan Mir.

Un nuevo héroe que también se vio inmerso en una polémica mediática por la lucha de audiencias en prime time de la televisión. Pablo Motos y David Broncano se pelearon por él. En 2024, Martinator se convirtió en un fenómeno social y deportivo y voló como nadie hasta la cima.

kpd