Unido a todo el deporte, el fútbol guardó un minuto de silencio presencial en la mayoría de los campos de España y 90 de luto sin testigos en la muda soledad de muchos estadios vacíos. Entre ellos Mestalla, con 50.000 ausencias en las gradas. El partido Valencia-Real Madrid se aplazó porque debía aplazarse. “As time goes by”. No se suspendió porque no puede suspenderse. “The show must go on”. Un aplazamiento no es una suspensión, sino una demora.
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