El lateral de la UD Logroñés Pol Arnau se convirtió en el gran protagonista de la victoria de su equipo frente al Girona en la segunda ronda de la Copa del Rey. Arnau, hijo del fallecido ex guardameta Francesc Arnau, se puso los guantes de portero tras la lesión de su compañero Kike Royo y con los cambios agotados para dar la clasificación a su equipo, que milita en Segunda RFEF.
Arnau demostró haber aprendido de su padre, solventó con acierto el poco peligro que le llegó y en los penaltis paró un lanzamiento, a Abel Ruiz, que, unido a un error Stuani, llevó el éxtasis a la grada y la decepción a un Girona que no se adaptó al partido en ningún momento y al final lo pagó.
El joven, de 19 años, ha asegurado tras el partido que “un ángel” le ha ayudado “desde el cielo”, en alusión a su padre. Pol es lateral, pero tiene un hermano que juega de portero, con lo que “quizás lo llevo en los genes”, ha dicho, y “cuando he visto que alguien se tenía que poner de portero, no he dudado”.
El entrenador de la UD Logroñés, Sergio Rodríguez, ya había consumido los cambios y según el reglamento de Copa -que no es como el de la Liga- no podía hacer más. El técnico confesó que había pensado en otro jugador “pero le he visto tan seguro que le he dado los guantes”.
“Lo primero que quiero decir es que le dedico esto a Kike Royo”, ha afirmado Arnau, en alusión al portero de su equipo, que se ha retirado conmocionado y ha sido trasladado a un centro hospitalario.
“Me he visto con confianza, me he puesto, sabía que podía hacerlo bien y ha salido, aunque si mis compañeros no hubieran metido los penaltis no estaríamos hablando de esto” ha subrayado Arnau, que ha destacado “el gran trabajo de todos”.
Para él “poder competir con el Girona ya es un gran trabajo” y “luego, en el campo, con actitud todo fluye” ha concluido Arnau, que ahora se centra en el próximo encuentro con el filial de la UD Logroñés “y en estar a disposición de este club en lo que me necesiten”.
“Lo más surrealista que he visto”
Por su parte, Sergio Rodríguez ha asegurado que la victoria de su equipo “es de las cosas más surrealistas” que ha visto en un campo de fútbol y “será para recordarlo a lo largo del tiempo” ya que “hemos pasado a penaltis contra un gran equipo, con uno menos en el campo y con un portero que no es portero”.
Rodríguez, que acabó expulsado por protestar, ha iniciado su comparecencia reconociendo que ha pedido perdón al colegiado “por una reacción que no ha estado bien”.
Ha destacado el trabajo de sus jugadores “para equilibrar un partido muy difícil” y también “a la afición por empujar” algo que “nos ha ayudado a creer que lo podíamos conseguir”.