Liga de Naciones
La Federación todavía no sabe si las campeonas del mundo aceptan volver tras la dimisión de Rubiales y el despido de Vilda.
El pasado 25 de agosto, cinco días después del beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso, 81 futbolistas, en activo y retiradas, anunciaron, literal o simbólicamente, que renunciaban a la selección española de fútbol. “Todas las jugadoras que firman el presente escrito no volverán a una convocatoria si continúan los actuales dirigentes“, manifestaron en el comunicado conjunto.
20 días después, casi todo, pero nada, ha cambiado en la Federación. Rubiales ha dimitido, Jorge Vilda ha sido despedido y Montse Tomé, hasta agosto asistente del seleccionador, es ahora la nueva entrenadora del combinado nacional. Pero la máxima organización del fútbol español sigue sin concretar el nuevo organigrama de su fútbol femenino y las jugadoras siguen sin creerse de verdad los cambios. Todo, por si fuera poco, a 24 horas de la primera lista de Tomé, válida para los encuentros de la Liga de Naciones de este mes de septiembre (el 22 contra Suecia en Göteborg y el 26 frente a Suiza en Córdoba). Un torneo que reparte dos plazas para los próximos Juegos Olímpicos de París.
Máxima presión deportiva en un momento de máxima presión social. La columna vertebral de la selección campeona del mundo sigue dándole vueltas a su situación. Prometieron no volver hasta que se fueran Rubiales y Vilda, pero la solución que les ha ofrecido la RFEF no les convence: el vicepresidente del dirigente y la asistente del entrenador. Quieren estar en los Juegos, igual que querían ganar el Mundial, pero valoran si merece la pena seguir peleando por más mejoras. En los últimos días, Ana Álvarez, directora de Fútbol Femenino de la Federación, ha mantenido diversas conversaciones con las representantes del vestuario para intentar convencerlas para regresar, pero la situación en Las Rozas todavía no está clara.
Los intentos de Rocha
Este viernes Tomé, de la que no se conoce la duración de su contrato como seleccionadora, dará una lista de la que todavía no conoce las futbolistas disponibles ni tampoco la RFEF ha anunciado el cuerpo técnico que tendrá a su disposición. No hay director deportivo de la sección femenina de la Federación, que hasta ahora era el puesto de Vilda, ni se conoce si los entrenadores y preparadores que dimitieron a finales de agosto regresarán a sus puestos. La mayoría terminaban su contrato este año, por lo que la situación es totalmente impredecible.
Pedro Rocha, convencido de cambiar la imagen del fútbol español antes de que afecte por completo a la candidatura ibérica para el Mundial 2030, ha intentado personalmente tratar con las futbolistas y explicarles los cambios estructurales que tiene pensados para la RFEF, pero no ha recibido una respuesta automática.