Ante la presión económica de la Premier, el fútbol español se centra en la cantera. Este es el método y las herramientas para formar a las jóvenes promesas. “Sólo hay un camino: la diferenciación”, explican desde el Sevilla
Un equipo de fútbol tiene 3.285 días para convertir a un niño en un jugador profesional. Desde los 10 a los 19 años, más o menos, así lo estiman los responsables de las canteras de España. Nueve años en los que la mayoría de los adolescentes se acaban quedando por el camino, cambian de rumbo, encuentran otra motivación, observan que no les da para llegar a la elite deportiva y se centran en los estudios… En resumen, llegan pocos, muy pocos. Tan pocos que cada detalle es clave en su desarrollo. Cada semana, cada minuto que pasan en la ciudad deportiva se tiene en cuenta para maximizar todo lo posible su potencial. Y las herramientas tecnológicas, el famoso ‘Big Data‘, aparecen como vitales para que nada se deje al azar en la construcción de las futuras estrellas del país y, especialmente, a la hora de adelantarse a otros rivales, encontrar jóvenes talentos en edades tempranas y no caer siempre derrotado en la batalla económica de un mercado cada vez más inflado.
“Nosotros entendimos hace muchos años que sólo hay un camino para poder pelear contra los grandes presupuestos de nuestros rivales, tanto en España como en Europa: la diferenciación“, explica a EL MUNDO Elías Zamora Sillero, responsable del departamento de datos del Sevilla, uno de los clubes españoles pioneros en la utilización del ‘Big Data’ tanto en la cantera como en el primer equipo. “El club revolucionó el universo de los fichajes con un sistema de scouting diferente que creó escuela y en la actualidad la clave se halla en la innovación y el desarrollo tecnológico”, añade.
Para saber más
En la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios uno se encuentra a algunos de los jóvenes más prometedores del fútbol nacional. 321 jugadores seguidos y analizados hasta en el más mínimo detalle. 100 dispositivos GPS que se van repartiendo según los horarios de los entrenamientos de cada categoría, 1 sistema de vídeo para grabar las sesiones del campo principal, 10 sistemas de grabación portátil para no perder atención de los ejercicios que se dan en todos los campos… “Nos costó adaptarnos a la tecnología”, admiten en el conjunto sevillano, pero ya nada se entiende sin ella. “Grabamos los entrenamientos y los partidos y transformamos el dato en análisis para crear nuestras propias métricas y hacer informes de rendimiento de cada jugador”.
Un cuestionario, 25.000 respuestas
Pero, ¿qué datos se pueden recoger y analizar de un jugador, por ejemplo, de 13 años? La respuesta: todo. Cambiamos al Sevilla, un equipo europeo, por el Racing de Santander, por ejemplo, un histórico en la Segunda División, y encontramos la misma profundidad en la estadística. “Analizamos todos los entrenamientos y le damos una puntuación a todas las variables. Desde el alevín al juvenil. Todas las lesiones, datos físicos, estadísticas de cada entrenamiento, valores nutricionales, tipo de ejercicio…”, enumera a este periódico Álex Fernández, uno de los responsables de la cantera del conjunto cántabro. En El Sardinero calibran todo bajo un proyecto llamado ‘Jugador 360‘. Entre todas las herramientas destaca una: “Todos los jugadores rellenan cada cierto tiempo un comentario sobre cómo están, lo que han dormido, el cansancio, la carga muscular, etc. Acumulamos 25.000 respuestas, eso nos ayuda muchísimo a la hora de analizar al jugador y nuestro trabajo”, resume.
En Valladolid, ese cuestionario es diario para los 200 niños que forman parte de la cantera del Pucela. “Medimos la composición corporal, hacemos planes individualizados… Se tiene una valoración de todos los jugadores y les creamos objetivos individuales, con un programa de seguimiento semanal”, cuenta Javi Torres, coordinador de procesos de la cantera vallisoletana.
Dentro del Plan Impulso potenciado por LaLiga, cada club debe preparar un plan de desarrollo tecnológico y llegar a los objetivos mínimos que les detalla la organización. “Si los clubes crecen, LaLiga crece”, asegura Juan Florit, director de Proyectos Deportivos de LaLiga. Esto se resume en una digitalización de la estructura de sus canteras en las que utilicen cámaras GPS, recojan a mano o con herramientas tecnológicas lo que sucede en los entrenamientos, monitoricen la situación física de sus futbolistas y lleven un control de las lesiones que se producen. Para ello hay muchas plataformas: ‘Football ISM‘ o ‘Catapult‘ para datos médicos, GPS y evaluaciones de carga física; ‘Power Bi‘, ‘Nacsport‘ o ‘Cinfo‘ para el tracking y eventing, que son aquellas estadísticas basadas en las acciones que tienen lugar durante los ejercicios; ‘Ligen‘ o ‘Wyscout‘ para el trabajo de los ojeadores… Un resumen: “No voy a fichar a nadie sólo por el dato, pero no voy a fichar a nadie sin el dato“, explica Elías, que coordina en el Sevilla una herramienta que recoge más de 1.000 variables.
En Nervión han creado herramientas propias como ‘AIFootball‘, para el trabajo de la dirección deportiva; ‘AiScouting‘, para optimizar la labor de los ojeadores; ‘AiRadar‘, “una herramienta para la detección del talento precoz”; y ‘AiTracking‘, para rastrear a canteranos del club que salieron a otras ligas y pueden dejar algún porcentaje de venta en el futuro. “El dato debe ir enfocado al desarrollo del jugador, no sólo a su compra o venta en inferiores o en el primer equipo”.
¿El objetivo? Crear la mayor cantidad de perfiles para el primer equipo y para el fútbol profesional. Porque LaLiga, asediada económicamente por la Premier en los últimos años, se ha dado cuenta de que sólo puede crecer desde sus cimientos: su cantera. “Nuestro objetivo es que el 20% de nuestra plantilla sea de la casa. Eso nos da un ahorro en traspasos, en salarios y nos ofrece un sentimiento de pertenencia”, explica Miguel Calzado, director de la cantera del Betis. “Y en 4 años, lo ideal es realizar al menos una venta de un canterano para generar esa plusvalía económica que nos permita seguir creciendo”, argumenta. Al otro lado de la ciudad, el mensaje es parecido. “Lo que queremos es que cada jugador valga muchos millones más en dos años”, señala Elías. Y para ello, el Santo Grial: el dato.
