El jugador ha anunciado en sus redes que el club le rescindió el contrato a finales de junio. Es probable que el Girona de Marc Gasol sea su nuevo destino.
El Barça ha llevado a cabo una espectacular remodelación en su sección de baloncesto este verano. Pero, una vez más, le han fallado las formas a la hora de tratar a su capitán. Si hace un par de años no estuvo demasiado fino a la hora de cerrar la etapa de Ante Tomic en el club, ahora ha vuelto a caer en el mismo error con Pierre Oriola.
A pesar de que a lo largo de los últimos meses se ha estado hablando mucho de la posible llegada del jugador al Girona de Marc Gasol y Aíto García Reneses, prácticamente todo el mundo daba por hecho que seguía aún ligado a la disciplina barcelonista, mientras trataba de encontrar de nuevo su mejor forma física tras una temporada demasiado marcada por las lesiones.
La realidad, en cambio, es muy distinta: el club le rescindió el contrato a finales del pasado mes de junio, a pesar de que su compromiso se prolongaba en principio hasta 2024. Así lo ha señalado el propio interesado a través de las redes sociales.
“Hoy pongo punto y final a un sueño. Mi sueño. Cinco años vistiendo la camiseta del mejor club del mundo, defendiendo estos colores en cada partido y, sobre todo, consciente en todo momento de qué es el Barça y qué significa este escudo”, señala Oriola en el inicio de su particular carta abierta de despedida de los seguidores azulgrana.
“Me voy por decisión técnica a falta de dos años para finalizar mi contrato (rescindido unilateralmente por el club el día 30 de junio de 2022), pero sabiendo que he dado siempre lo mejor de mí cuando he tenido la oportunidad. Me marcho con la tranquilidad y el orgullo del que se entrega al 100% del primer al último día, pero esto no quita que este no era el final que yo deseaba en este club“, reitera el ala pívot, quien quiso también agradecer a todos los que le han apoyado en esta etapa que ha tenido un final tan poco lucido.
“Gracias Palau”
“Gracias a todos los compañeros que he tenido a mi lado estos años, y a toda la gente que hizo posible que formara parte de esta gran familia. Por último y, más importante, gracias Palau. Sólo tengo palabras de agradecimiento hacia todos vosotros. Para todos aquellos que siempre habéis sido fieles al equipo y que habéis tenido siempre buenas palabras hacia mí. Me habéis hecho sentir como en casa desde el primer día y esto lo llevaré siempre conmigo. ¡Hasta pronto, culés!”, asegura Oriola.
Esta es una intervención que supone, de hecho, su adiós oficial a un club al que llegó en 2017, procedente de las filas del Valencia, y con el que ha ganado una Liga y cuatro Copas del Rey. En 2020, después de que la entidad decidiera no prolongar su compromiso con un Ante Tomic que había sido su capitán durante las dos campañas anteriores y tras pasar nada más que ocho años en las filas del club, al que llegó procedente a coste cero después de que el Real Madrid prescindiera de sus servicios.
La llegada de Jasikevicius al banquillo azulgrana fue una de las claves para que el club se desprendiera de Tomic, pero las formas, desde luego, no estuvieron precisamente a la altura de las circunstancias. El croata, finalmente, apostó por enrolarse en un Joventut de Badalona en el que, año tras año, ha seguido demostrando que aún tiene muchas cosas que decir en la ACB.
Un nuevo destino
En el caso de Oriola, la que ha sido finalmente su última temporada como barcelonista no ha sido precisamente un camino de rosas. Las lesiones le castigaron profusamente a lo largo del curso y no fue, ni mucho menos, un habitual en los planes del técnico lituano.
Tal vez en el Girona, si se cierra finalmente su fichaje, podrá volver a disfrutar del baloncesto al lado de jugadores como Marc Gasol o Kameron Taylor y bajo las órdenes del incombustible Aíto García Reneses. Con todo, no cabe duda de que su marcha del Palau podría haberse gestionado de una manera menos traumática y que reconociera la huella que ha dejado en el imaginario barcelonista.