Un socio de la grada de animación del Atlético de Madrid será suspendido cautelarmente por los insultos proferidos a Nico Williams durante el encuentro entre el club colchonero y el Athletic Club en el Metropolitano el sábado 27 de abril.
Así lo ha hecho público el club en un comunicado realizado esta misma tarde en sus canales oficiales. En el que ha quedado acreditada la identidad del responsable por parte de la Policía. Así, “el Atlético de Madrid, aplicando su normativa interna, ha decidido suspender cautelarmente su condición de socio por tiempo indefinido mientras se resuelve su caso en los órganos sancionadores competentes”, enuncia el comunicado.
Según explican en el mismo texto, el club considera faltas muy graves las que “supongan un deterioro de la imagen, prestigio y consideración social del Club Atlético de Madrid y que vayan contra el compromiso de este club en su rechazo y oposición a cualquier forma de violencia verbal o física y a todo acto racista, xenófobo o intolerante”.
El Atlético de Madrid ha aprovechado también para reiterar su “condena rotunda y sin paliativos ante cualquier acto que ataque la dignidad de personas o instituciones y nuestro compromiso para luchar y erradicar todo tipo de violencia en el deporte”.
El club se considera un espacio “abierto e integrador” y asegura que no permitirán que “la actitud de unos pocos manche la imagen de miles y miles de aficionados atléticos que apoyan a su equipo con pasión y respeto al rival”.
La Policía ha identificado a ese socio como un miembro veterano del Frente Atlético, el grupo ultra que se sienta en la grada de animación del fondo sur del estadio Metropolitano.
Apelación
El club fue sancionado por el Comité de Competición con el cierre de dos partidos de este sector del estadio por estos hechos y una multa de 20.000 euros. Un cierre parcial que afectaría a los encuentros ante el Celta y Osasuna. No osbtante esta decisión fue objeto de un recurso de apelación por parte de los servicios jurídicos rojiblancos.
Desde el seno colchonero reiteran su predisposición máxima en la colaboración con la policía y en la condena de estos hechos. Así, como ya le ocurriera recientemente al Getafe por los insultos al sevillista Marcos Acuña, se confía en la posibilidad de que se estime el recurso presentado y se evite la sanción tanto del cierre como la pecuniaria.
Algo ha debido de ver Simeone para abandonar su clásico "partido a partido" en Champions. El técnico argentino dice que el objetivo en Europa es la final, aunque la primera valla fuera un Top 8, que certificaron ante un débil Salzburgo. Este Atlético se ve guapo y lo es. Tiene equipo e individualidades y no se despista ni ante los grandes ni ante los pequeños. Hizo cuatro, pero pudo caer alguno más.
No es baladí quitarse dos partidos europeos en un apretado calendario. El Cholo lo sabía y quiso salir con todo a por el encuentro. Lo hizo con un once que ya la parroquia se sabe de carrerilla salvo las obligadas ausencias y una actitud que no daba pie a las sorpresas. Un gol y dos disparos en cinco minutos. El tanto inicial, por cierto, fue para Giuliano, el primero en Europa para el hijo del técnico, que logró con un buen disparo cruzado tras un pase de Julián Álvarez.
El segundo llegó en los siguientes cinco minutos. Lo protagonizó, aunque no lo marcó el mismo jugador. Giuliano se adelantó a la salida de un lento Schlager y puso en bandeja el tanto para la llegada de Griezmann. El duelo estaba encarrilado y el top-8 asegurado. La noche se ponía de transistores y de chatgpt. Tocaba preguntar a la inteligencia artificial los posibles rivales del Atlético en este endiablado nuevo formato.
Lejos quedan las épocas de los Qarabags y otros débiles rivales que se encontraban, muchas veces, un equipo desconcentrado. La fiabilidad de este equipo está a prueba de bombas. Ganó lo obligatorio e hizo los deberes tras el titubeo inicial igualando su mejor racha de victorias seguidas en Europa con cinco.
Tras la primera media hora y con 0-2 en el marcador, el Salzburgo se quiso estirar hacia la portería de Oblak. El Atlético que conoce ambos oficios, el de la posesión y el de la contra, se siente igual de cómodo con cualquier papel que le asigne el encuentro. Así que era cuestión de esperar, con las flechas que tiene Simeone arriba, que los austríacos se confundieran.
Casi caza otra Giuliano en un balón rebotado en la que Schlager, esta vez sí, llegó antes que el argentino. Era el gran partido para el Cholito. Con gol, como le había pedido su padre en varias ruedas de prensa. Sin embargo, no le estaba saliendo a De Paul, acompañado de Koke en la medular por la sanción a Barrios, perdía demasiados balones el argentino y le costaba sujetar el centro del campo rojiblanco sin el físico del canterano y Gallagher.
Perdonó Griezmann en primera instancia el tercero antes del descanso tras una jugada de vértigo. El pie de Schlager impidió inicialmente el doblete del francés, que conseguiría solo unos minutos más tarde. Una contra de tres pases, de esas que tanto le gustan al Cholo, dio otra oportunidad al galo ante el portero del Salzburgo que aprovechó con un buen disparo cruzado.
Descanso a Julián
La segunda parte comenzó con un Salzburgo más respondón, como queriendo dar una última alegría a su parroquia, pero se le apagaban las ideas cuando pisaban el área de Oblak. Simeone, mientras, quiso dar descanso a su estrella, Julián Álvarez, que lo había jugado todo o casi todo. Y casi sin querer, justo después de los cambios, Llorente hizo el cuarto.
Volvió Sorloth a jugar con el conjunto rojiblanco tras tres duelos fuera por una lesión muscular. Se le vio activo y con ganas de continuar su racha goleadora, nueve goles en trece partidos, y la gran mayoría como suplente. Necesita Simeone al noruego para desatascar partidos como el último ante el Villarreal o los que vengan en esta Champions. Pero el equipo estaba más en contemporizar y de hecho encajó el de la honra del Salzburgo. El camino a la final va a ser duro y con muchos baches. Esa final a la que aspira Simeone. Esa en la que espera el argentino tener mejor suerte.
No se puede dejar de valorar el esfuerzo a Simeone por encontrar la ansiada estabilidad fuera de casa. La que, como ha manifestado en múltiples ocasiones, es su "responsabilidad". El técnico mueve el once y prueba cosas por las que, quizás, nunca hubiera apostado a principio de temporada. Y al final las cosas, salen. [Narración y Estadísticas, 1-2]
En este duelo ante el Villarreal, fue la dupla Riquelme- Lino como titulares el resultado del laboratorio del Cholo. Habitualmente recambio el uno del otro, este lunes juntos de inicio para desgracia del submarino amarillo. Los jóvenes se complementan mejor de lo que se presumía y así lo mostraron.
Si la primera fue de Lino tras un pase maravilloso de Griezmann respondida con maestría por Jorgensen, la segunda, de hecho desde el mismo córner que concedió el arquero sueco, fue del canterano. La puso Riquelme desde el ángulo para que Witsel, en el primer palo, se inventase un escorzo de cabeza que terminó en la escuadra de la portería amarilla. Golazo del belga, el segundo desde que es rojiblanco y, de nuevo, beso al cielo.
Witsel celebrando su tanto dedos al cielo.ANDREU ESTEBANEFE
La dupla, esta vez aliada con Memphis, siguió haciendo de las suyas frente a una defensa, la amarilla, que no esperaba la movilidad del ataque rojiblanco. En esta ocasión, los tres combinaron en una gran jugada por el carril del 10 finalizada flojo y al centro por el nueve.
El Atlético había aprovechado el parón para respirar, para relajar, para recargar energía y para hacer borrón y cuenta nueva tras la dura derrota sufrida ante el Barça en su estadio, la primera de este curso como local. Se aprovechaban los colchoneros, además, de un once muy físico y con un Griezmann recuperado.
El francés parecía jugar con la capa de invisibilidad de Harry Potter... y quizás también con su varita. Cada toque del francés mejoraba las jugadas rojiblancas y, en ocasiones, dejaba solos a sus compañeros. Esa magia la había echado mucho de menos el Atlético en los últimos duelos en los que empató ante el Almería, ganó por la mínima al Betis y perdió ante el Cádiz. Quizás también la media parte ante el Barça, el tobillo seguía tierno.
El partido comenzó rojiblanco hasta que Giménez abofeteó a Mosquera en el área. Por menos se han pitado penaltis. La bofetada pareció dársela a sus compañeros que se acularon y empezaron a conceder metros al Villarreal y al 'Griezmann' amarillo. Gerard Moreno empezó a dirigir las operaciones del submarino y junto a él creció el equipo. Suya fue la más clara de la primera parte, tras una dejada de cabeza de Sorloth, pero se le fue arriba.
Manejaba el cuero el submarino, pero sin llegar a amenazar seriamente a Oblak. De hecho, quizás lo más peligroso fueron dos latigazos de Riquelme que se marcharon alto por muy poco. También una contra en la que le faltó picardía al madrileño y permitió a Mandi rebañar el balón con la punta de la bota cuando ya enfilaba el marco de Jorgensen.
No pareció este Villarreal de la primera parte el equipo que ha renacido de la mano de Marcelino y que encadenaba cuatro victorias seguidas y nueve encuentros sin perder. Retiró Simeone en el descanso a Riquelme por Savic y pareció dar la señal a los amarillos para que atacaran. En el primer minuto de la segunda mitad una entrada de Gerard Moreno por esa banda casi termina en un gol de chilena de Coquelin.
Sorloth, tras anotar ante el Atlético.JOSE JORDANAFP
Llegaría el gol en el siguiente acercamiento amarillo tras una pérdida de Griezmann en campo propio. Combinación rápida entre Capoue, Gerard y Sorloth, y el noruego metió un latigazo casi sin poder armar la pierna desde el borde del área. El Atlético pagaba su cambio de actitud demasiado pronto.
Triple cambio del Cholo y aviso a navegantes, el empate no vale. Morata y Correa dieron otro aire a los colchoneros, pero cuando se frena el transatlántico, cuesta volver a meterle velocidad y el partido perdió algo de intensidad. Hubo acciones aisladas de Morata, Barrios, Parejo, pero ningún equipo terminaba de romper arriba.
Hasta que apareció Saúl para romper las tablas. El más inesperado, con celebración polémica al banquillo. Primer gol en la temporada. El que pone cuarto al Atlético antes del Dortmund. Casi nada.
Hace casi 20 años que el Villarreal no gana al FC Barcelona en su estadio en Liga, pero también hacía 10 que los culés no perdían en Sevilla. Las estadísticas son meros números, no pueden cambiar la sensación que transmite que un duelo entre amarillos y blaugranas sería más favorable a los intereses del conjunto de Marcelino si se disputa en La Cerámica ante los más de 23.000 aficionados locales. No obstante, ese partido se jugará, si nada cambia, el 20 de diciembre en el Hard Rock Stadium de Miami y entre los 65.000 aficionados, pese a la iniciativa de Fernando Roig de pagar el vuelo a los fans que quieran ir, ondearán más banderas blaugranas que amarillas.
"Adulteran la competición porque uno juega como local sin serlo", apuntan desde AFE. El sindicato de futbolistas ha sido el organismo más beligerante contra el duelo que LaLiga lleva años persiguiendo. Dicen desde la asociación que no se oponen per se al encuentro, sino que requieren más información y, sobre todo, una protección contra unos futbolistas que ya hacen frente a un calendario saturado.
Para AFE fue una sorpresa el comunicado de la UEFA en el que se escribía tanto el pecado como la penitencia. Por un lado el organismo autoriza la realización del encuentro de la 17ª jornada de LaLiga EA Sports entre el Villarreal y el FC Barcelona en Miami, así como el Milán - Como en Australia. Por otro, habla de que "no sienta precedente" y su propio presidente, Aleksander Ceferin, califica de "lamentable" permitir que se juegue en otro país, ya que se pretende garantizar y proteger que el fútbol y sus ligas locales sigan arraigadas en su entorno local.
Reunión de los 20 capitanes
Ese entorno, liderado por la Agrupación de Peñas del Villarreal en lo que respecta al duelo en Miami, asegura: "En general el deseo es disfrutar el encuentro en España, pero comprenden las necesidades económicas del club para poder seguir creciendo". Una postura política en una guerra entre el deporte y el espectáculo con muchos actores de por medio, pero solo unos protagonistas: los futbolistas.
Estos días, los capitanes de los 20 equipos de Primera se volverán a reunir para estudiar las implicaciones que puede tener ese partido. En su primer encuentro, del 21 de agosto, la sensación era de "cabreo" por la falta de información. Sus principales puntos de preocupación es que este partido abra la veda para otros encuentros fuera, que les suponga un esfuerzo extra sin beneficio económico y que no se respeten los descansos preceptivos en un calendario tan ajustado.
Desde LaLiga creen que esas posturas podrían cambiar cuando se les informe de todo lo relativo a un encuentro por el que la patronal lleva años peleando. Y les interesa que la realización de este partido aglutine la mayor cantidad de consenso posible. Apuntan que aún no está confirmado 100%, falta la autorización de la CONCACAF y la FIFA, pero entienden que se va por un buen camino y seguirán trabajando para que se consume pese al esfuerzo que supone para las plantillas de ambos clubes.
Eric García, durante el último Villarreal-Barça, en septiembre de 2024.BARÇA
La realización de este encuentro vulnera varios de los artículos del convenio colectivo del fútbol profesional. El octavo, que habla de un máximo de horas de concentración antes de un partido: 36 para el equipo local y 72 para el visitante y el noveno, que cuantifica los descansos en, mínimo, un día y medio para los protagonistas tras un choque.
El 16 y 17 de diciembre están planteados los dieciseisavos de la Copa del Rey y no es descartable que uno o los dos equipos estén inmersos en la competición. La RFEF debería buscar nuevas fechas para esos duelos para no vulnerar esos artículos, lo que no sería fácil dado el calendario. Desde la Federación no quieren hacer valoraciones sobre algo aún por confirmar y explican que han sido meras "correas de transmisión" de la petición de los clubes a la UEFA.
Adaptación y fatiga
Varios especialistas en salud deportiva explican a EL MUNDO que las consecuencias físicas para los futbolista no deberían ser graves dependiendo del tiempo de adaptación del que dispongan para hacer el viaje y acoplarse al cambio horario que, entre Madrid y Miami, es de seis horas menos. Juanjo Álvarez especialista en medicina deportiva dice que la clave son los días de adaptación que tengan entre partido y partido para evitar insomnio, fatiga y aumento de riesgo de lesión.
Para el preparador de deportistas de élite Vicente Calvo entre seis y siete días sería tiempo de sobra para poder jugar en la ciudad norteamericana. "Una semana de Champions es mucho más agresiva desde el punto de vista adaptativo", cuenta el especialista, que apunta a que los deportistas profesionales tienen un umbral de adaptación más alto. El fisioterapeuta y director de Fisio Dynamic, Miguel Ángel Cordero, coincide con Calvo en que los futbolistas disponen de "estructuras corporales adaptadas" a ese tipo de desplazamientos y los equipara a los parones internacionales. Asegura que lo peor es la inactividad del vuelo que puede generar fatiga adicional.
"Una semana de Champions es mucho más agresiva desde el punto de vista adaptativo"
Vicente Calvo, preparador físico de deportistas de élite
Que sea el último duelo antes del descanso navideño suaviza el impacto en la salud de los profesionales en esta guerra perpetua entre deporte y espectáculo/beneficio. De hecho, este encuentro puede suponer entre cinco y seis millones de euros para sus participantes, un poco más para el Villarreal por la pérdida del ticketing.
Con la FIFA trabajando aún en un reglamento específico para la organización de estos partidos, desde AFE se preguntan quién impedirá que dos equipos de LaLiga quieran llevar un nuevo duelo fuera de nuestras fronteras. Se entiende que el Real Madrid, cuyas fuentes cercanas califina de "anomalía" este partido, no será una de ellos, pero podrían ser otros. Atlético y Girona ya fueron candidatos a jugar frente al Barcelona en Miami, pero Luis Rubiales, entonces presidente de la RFEF se opuso.