Luka Doncic llegó este jueves al partido entre los Dallas Mavericks y los Phoenix Suns vistiendo una camiseta del Real Madrid, el club con el que dio sus primeros y exitosos pasos en el baloncesto europeo antes de triunfar en la NBA.
En un vídeo compartido por los Mavericks en las redes sociales se ve al esloveno caminando con una camiseta del Madrid de color negro.
En un momento dado, Doncic mira a la cámara y le pide que apunte a su espalda, ya que en la parte de atrás de la camiseta aparece “Doncic” y el número “77”, que es el dorsal del genio balcánico en los Mavericks.
Toni Kroos, una de las grandes figuras del Madrid, compartió en X el vídeo de Doncic acompañado de un corazón blanco.
Doncic es un gran fan del Madrid y sigue de muy cerca la actualidad del equipo español tanto en fútbol como en baloncesto.
Por ejemplo, la pasada semana aseguró durante el All-Star de la NBA que estaba siguiendo la Copa del Rey de baloncesto que acabó con triunfo del club madridista.
“Y otra más #HalaMadrid”, escribió en X cuando el Madrid derrotó al Barcelona en la final de ese torneo.
Además, Doncic recibió recientemente una camiseta del equipo de fútbol, firmada por los jugadores de la primera plantilla, con el dorsal 73, un homenaje a los 73 puntos que metió en un partido en enero contra los Atlanta Hawks y que igualaron la cuarta mayor anotación en un encuentro en la historia de la NBA.
La temporada pasada, Fede Valverde tuvo la posibilidad de estar en 71 convocatorias: 55 con el Real Madrid y 16 con su selección. El uruguayo disputó casi 5.000 minutos de los 6.300 posibles o, lo que es lo mismo, el Pajarito jugó a máxima exigencia un partido completo a la semana durante 12 meses.
"Normalmente hay una correlación directa entre el tiempo de juego y el riesgo de lesión. A más minutos de competición, en la que la intensidad es mayor, el riesgo aumenta. Con calendarios más cargados, los jugadores de los clubes de alto nivel tienden a jugar más y su riesgo de romperse es mayor", cuenta a EL MUNDO Roberto Seijas, traumatólogo del equipo del Doctor Cugat. Este equipo fue el responsable de la primera operación de rodilla de Ter Stegen en 2020 (hubo otra en 2021), ambas relacionadas con el tendón rotuliano, el mismo del que fue intervenido, por su rotura completa, ayer mismo.
Y lo cierto es que de un tiempo a esta parte, el calendario no para de aumentar año a año. Por ejemplo, la UEFA ha incrementado cuatro partidos sus dos máximas competiciones: dos para la Champions League (cuatro si quedas entre el 9 y el 24), tras su nuevo cambio de formato y otros dos en la Nations League al añadir una eliminatoria más, cuartos de final, a la fase de cruces (se juega en marzo). Sin contar con el nuevo Mundial de clubes en el que la FIFA va a sumar entre tres y siete partidos más a las piernas de los futbolistas. En total, los jugadores de élite podrían tener que estar disponibles en casi 80 partidos al año sin contar con los duelos amistosos.
"El descanso es muy importante y ahí es donde la competición es acelerante, si no tienes 48 horas para reposar, esas pequeñas roturitas no tienen tiempo de repararse y entonces haces un mal paso o un giro y viene el riesgo de rotura", explica Seijas. El preparador físico y director de Henao Sport, Jonatan Rotaexte, menciona este factor, el descanso, como el único que no les permiten controlar a los jugadores. "Los futbolistas ya hacen físicamente todo lo que pueden hacer, lo que les falta es el descanso", apunta.
Imagen de un entrenamiento del Atlético.EFE
El doctor Seijas habla de un tiempo mínimo de recuperación en torno a tres o cuatro días, que es el que se toman para bajar las enzimas principales inflamatorias. Un tiempo del que no siempre disponen los futbolistas de élite toda vez que, disputen o no una competición; entre viajes, entrenamientos y preparación, apenas hay un momento para dedicarlo al descanso. "Lo normal son de tres a cuatro días, pero si arrastran molestias, excesiva fatiga o lesiones, ese periodo varía bastante", coincide también Rotaetxe. Sin embargo, el prestigioso traumatólogo Pedro Guillén extiende este periodo hasta los cuatro o cinco días ya que "las grandes prestaciones precisan una preparación óptima y una fatiga recuperada".
No obstante, el riesgo de lesión es multifactorial y hay un elemento muy importante que es el mal de este siglo, del que se empieza a hablar ahora dentro del deporte profesional, como es la salud mental. "El estrés psicológico, cuando está desajustado, aumenta el riesgo de lesión", cuenta David Peris, presidente de la Federación Española de Psicología en el Deporte. Y, para el especialista, jugar miércoles/ domingo "incrementa la percepción de amenaza" al procesar la mente que podría no ser capaz, con lo que el estrés aumenta.
Salud mental
Hay numerosos estudios recientes que confirman esa teoría en la que también coinciden los expertos consultados por EL MUNDO. "Es difícil valorar hasta cuánto se puede apretar a un jugador. Si está en forma y psicológicamente está bien tiene más confianza en el juego, en los apoyos... y hay menos probabilidad de lesión", apunta el doctor Seijas.
No hay fórmulas mágicas para evitar lo que un excesivo número de partidos podría generar en los futbolistas de élite. Para Rotaetxe todo se basa en el equilibrio entre cargas y recuperación y que cuando este se rompe, es cuando pueden venir los problemas. Así, el preparador habla de cargas individualizadas y planes de entrenamiento abiertos a las sensaciones del jugador. Algo, por cierto, que no siempre permite el calendario al que están sometidos. El doctor Guillén sugiere una modificación en la política de sustituciones "si se quiere mantener el espectáculo".
Dijo Carlos Alcaraz, en vísperas de su estreno en el Masters 1000 de Montecarlo y, consiguientemente, en la temporada de tierra batida, muy prometedora para el hombre que defenderá título en Roland Garros, ideal para redimirse de la pobre gira estadounidense de pista dura, de donde regresó en blanco por primera vez en cuatro años, que la ausencia de Jannik Sinner, castigado tres meses por dopaje, y la vía libre para pelear por volver a lo más alto del ranking, poco menos que le «mató».
«Mucha gente me está preguntando, diciéndome, que tengo la posibilidad de ser el número 1 si Jannik no está jugando», comentó en la conferencia de prensa previa al inicio del torneo. «Así que probablemente esa presión en cierto modo me ha matado».
Tercero ahora en el escalafón, a casi 1.000 puntos de Alexander Zverev, el español, de 21 años, se siente ahora liberado ante la evidencia de que esa posibilidad se ha esfumado en el tiempo sobre polvo de ladrillo que ahora arranca, con Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roma, antes del aterrizaje en el Bois de Boulogne. «Pienso que estoy muy lejos de Jannik, así que estoy aquí sin tener que pensar sobre ello, sólo dispuesto a salir y jugar. Esa es mi mentalidad ahora», apuntó.
Campeón en Rotterdam, cuartofinalista en Doha, semifinalista en Indian Wells y eliminado de entrada en Miami, suma 6.720 puntos, frente a los 7.645 de Zverev y los 10.330 del italiano, que reaparecerá en Roma a partir del 8 de mayo. «Estoy feliz con la forma en la que estoy jugando. Desde que comenzó el año he hecho un gran tenis, pero este deporte no es sólo golpear la bola, sino que también están la cabeza y el físico».
Su primer rival, este miércoles, será Francisco Cerúndolo, 22º, a quien ha derrotado en sus dos enfrentamientos previos: hace unas semanas, en cuartos de Indian Wells, por 6-3 y 7-6 (4), y el pasado año, sobre la hierba de Queen's, en dieciseisavos, por 6-1 y 7-5. Será, pues, su primer duelo en arcilla, el territorio natural del jugador argentino, donde ha ganado dos de sus tres títulos, Umag, en 2024, y Bastad, en 2022. También salió campeón en pasto: Eastbourne, 2023. Cerúndolo venció este lunes al veterano Fabio Fognini, campeón del torneo en 2109, por 6-0 y 6-3.
Segunda jornada
HUGO COSTA
@hugocostagolf
Liverpool
Actualizado Viernes,
21
julio
2023
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