El caso Negreira ha hecho saltar por los aires al estamento arbitral y cuestiona los éxitos logrados por el FC Barcelona en el siglo XXI
Enríquez Negreira y el FC Barcelona están protagonizando el mayor escándalo deportivo de la historia de España. El ex árbitro de Primera y ex presidente del Comité de Árbitros cobró regularmente, durante 17 años y a manos de cuatro presidentes del club catalán, 6,6 millones de euros por servicios de muy difícil explicación, que están siendo investigados por diversos estamentos jurídicos y deportivos.
¿Quién es José María Enríquez Negreira?
Ex árbitro español adscrito al colegio catalán desde 1975 hasta 1992. Estuvo trece temporadas en Primera División y arbitró 132 partidos. El Real Madrid es el equipo al que más veces pitó a lo largo de su carrera, que finalizó en Segunda División. Dos años después, de la mano de Victoriano Sánchez Arminio, se convirtió en vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, cargo que ejerció hasta 2018.
¿Cómo surge el Caso Negreira?
Cuando la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) de la Agencia Tributaria se pone a investigar a la empresa del ex árbitro, Dasnil 95 SL, por supuestas irregularidades en sus cuentas. En concreto, por el ingreso de 1,6 millones de euros facturados al Fútbol Club Barcelona durante los años 2016, 2017 y 2018.
¿A qué se dedica Dasnil 95 SL?
La empresa tiene su sede en un bajo de la calle Oblit, en el barrio de Guinardó de la Ciudad Condal y nunca tuvo más de dos empleados. Su objeto social son: “Servicios de publicidad para empresas, promociones y objetos de regalo, impresión de textos y realización de vídeos deportivos para su comercialización”. Sin embargo, el 95,4% de sus ingresos procedían del FC Barcelona.
¿Qué servicios prestaba Negreira al Barça?
El club entregó a la Agencia Tributaria un paquete de 33 facturas emitidas por Negreira durante la presidencia de Josep María Bartomeu, cuyo concepto era la “elaboración y envío de vídeos técnicos al club”, o simplemente “asesoramiento de vídeos técnicos”. Sin embargo, de acuerdo con la Agencia Tributaria y tras la declaración ante ellos del propio ex árbitro: “El Barcelona quería asegurarse de que no se tomaban decisiones arbitrales en su contra, es decir, que todo fuera neutral”.
¿Fueron los únicos pagos?
No, los servicios de Enríquez Negreira arrancaron en 2001 durante la presidencia de Joan Gaspar, siguieron con Joan Laporta, Sandro Rosell y llegarían hasta Josep María Bartomeu, quien dejaría de pagar a Negreira en 2018, coincidiendo con su salida de la vicepresidencia del Comité Técnico de Árbitros. El total de las facturas asciende a 6,6 millones de euros.
¿Qué pinta en todo esto Javi Enríquez, el hijo de Enríquez Negreira?
Desde 2008 hasta 2015 Javi Enríquez ejerció de Mental Coach del Comité Técnico de Árbitros. Algunos contrataban sus servicios por privado. “En el arbitraje hay mucha competencia, te pueden subir, te pueden bajar, y te podía venir bien contratar al hijo del vicepresidente“, aseguró a este diario el ex colegiado Pérez Burrull. El almeriense Andújar Oliver cuenta que le llegó que “en los partidos importantes del Barcelona en su campo el hijo de Negreira llamaba a los árbitros para preguntarles en qué hotel estaban, y les llevaba al campo”.
¿Cómo se tomó Negreira que dejaran de pagarle?
Envió un burofax al entonces presidente del Barça, Josep María Bartomeu, pidiéndole que restaurara lo pagos o tiraría de la manta provocando un “escándalo”. Negreira amenazaba con darle: “Publicidad a todas las irregularidades que he conocido y vivido de primera mano en relación con el club”, y que lo haría “sin miramientos”.
¿Qué le puede pasar a Negreria y al Barça penalmente?
Los pagos podrían ser considerados un delito continuado de corrupción entre particulares, tipificado en el artículo 286 bis del Código Penal: “El directivo, administrador, empleado o colaborador de una empresa mercantil o de una sociedad que, por sí o por persona interpuesta, reciba, solicite o acepte un beneficio o ventaja no justificados de cualquier naturaleza, u ofrecimiento o promesa de obtenerlo, para sí o para un tercero, como contraprestación para favorecer indebidamente a otro en la adquisición o venta de mercancías, o en la contratación de servicios o en las relaciones comerciales, será castigado con la pena de prisión de seis meses a cuatro años…”.
¿Y deportivamente?
De acuerdo con el artículo 30 de la nueva ley del Deporte, que entró en vigor el pasado 31 de diciembre: “Las infracciones y sanciones prescribirán, según lo dispuesto en las leyes que las establezcan. Si estas no fijan plazos de prescripción, las infracciones muy graves prescribirán a los tres años, las graves a los dos años y las leves a los seis meses”. Sin embargo, si las investigaciones de la Fiscalía llegaran a probar un delito de corrupción entre particulares, las condenas podrían tener consecuencias incluso sobre la persona jurídica, en este caso el Barcelona. La suspensión de actividad se encuentra en el abanico de las condenas. Fue una de las solicitadas por los fiscales en el caso Neymar. Para el Barcelona significaría no poder tomar parte en las competiciones.
¿Qué dicen los clubes?
Todos los clubes salvo Madrid y Barça califican de “máxima gravedad” el caso Negreira. LaLiga y su Comisión Delegada “rechazan y repudian los hechos, y están profundamente preocupados y trabajando activamente por esclarecer cualquier irregularidad que se haya podido producir alrededor del caso Negreira, ya sea de carácter deportivo o de cualquier otra índole”, señalan en un comunicado. El presidente de La Liga, Javier Tebas, admitió que si la Fiscalía acusa al Barça y a Negreira de corrupción entre particulares, se personarán en la causa en el juzgado correspondiente. Y lo mismo la Federación Española de Fútbol, quien inició un proceso de información reservada con requerimientos al Barça y al Comité Técnico de Árbitros (CTA).
¿Y el Gobierno?
Hasta el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha pronunciado sobre el tema: “Vamos a esperar a que los órganos encargados de la buena gobernanza de la Liga, en este caso española, aclare la situación que, por desgracia, estamos conociendo por los medios de comunicación”.
