Mundial de Baloncesto
Opinión
Le pregunto a la Inteligencia Artificial. Y esta es la respuesta. “En general -me responde-, los resultados de un partido pueden depender de diversos factores, como el desempeño de los jugadores, la táctica utilizada, la condición física de los equipos, los errores cometidos durante el juego y la calidad del equipo contrario”. Rellenemos los epígrafes.
1. Desempeño de los jugadores
En los 38 primeros minutos, ambos equipos encontraron suficientes jugadores con un buen desempeño como para dejar el partido a expensas de las últimas posesiones.
En Canadá, los líderes en ese aspecto fueron los que todos esperábamos. Shai Gilgeous-Alexander, imparable casi siempre (talento puro); DJ Barrett, con ese gen de la Universidad de Duke (máxima concentración, mínimos errores), y Dillon Brooks, el necesario ‘tipo malo’ que jamás quieres tener como rival (a veces tampoco como compañero, pero no fue el caso, lamentablemente para España).
España opuso un desempeño por encima de las expectativas más optimistas, con jugadores ‘esperables’ como nuestro ‘centro sobre el que pivotar ahora mismo’, Willy Hernangómez, con el ‘sabio’Rudy Fernández anticipándose al partido siempre, y con un impactante Santi Aldama, que deja claro que el futuro de España (el vital preolímpico para estar en Paris 2024) pasará en buena medida por la gran condición física, técnica y de entendimiento de los partidos que ya está mostrando.
2. Táctica utilizada
Al llegar empatados a las últimas posesiones, cosa que España estuvo a punto de evitar (recordemos un triple liberado de Víctor Claver que pudo devolver la ventaja de 7 puntos a menos de 3 minutos…), es evidente que Jordi Fernández tenía una herramienta a priori mucho más poderosa, la capacidad de Shai Alexander para tomar decisiones de fuera hacia dentro (tal y como los entrenadores entienden ahora la finalización de los partidos), para provocar ventajas y liberar un triple clave de Brooks, por ejemplo… Sergio Scariolo, sin Lorenzo Brown, sin Ricky Rubio… Sin Llull… sin Juan Carlos Navarro… Sin… había diseñado previamente ese escenario para Darío Brizuela, especialista en buscar esas ventajas en esos escenarios tan diferenciales del baloncesto actual.
¿Y lo demás que apunta la IA?
Claramente, la condición física marca mucho los aciertos y los errores en partidos así. Los escaladores españoles habían llegado a un pico del Himalaya sin oxígeno, con la mente muy nublada, y los canadienses guardaban fuerzas todavía para subir 1.000 metros más, eso ya se intuía antes del campeonato.
Con el partido terminado, cualquier aficionado español (Scariolo el que más) habrá pensado en otras alternativas de último minuto. Sin embargo, para nuestra evidente incomodidad como expertos en quinielas después de los partidos con la camiseta puesta, los estudiosos de miles de situaciones a este nivel, aseguran que, entrando en el último minuto empatados en el marcador, difícilmente se puede anticipar un ganador previo en estos niveles de competición. Aquí nos seguimos resistiendo a creerlo. Nos resulta demasiado ‘artificial’. Y quitaría mucho valor a todas las victorias de estos últimos años que cayeron ‘artificialmente’ de nuestro lado.