Según el acta del árbitro, siete jugadores del equipo visitante agredieron a seis del local, dos de ellos terminaron en el hospital
Campo de fútbol del equipo de Cristo Rey (Zaragoza)REDES SOCIALES
El Comité de Competición de la Federación Aragonesa de Fútbol ha inhabilitado de forma cautelar a cinco jugadores infantiles (12 años) del equipo de la localidad zaragozana de La Puebla de Alfindén por los incidentes ocurridos el pasado sábado en el partido frente al Cristo Rey, de la capital aragonesa.
Según el acta del árbitro, se produjeron diversas agresiones que acabaron con varios jugadores del equipo local lesionados y dos de ellos en el hospital.
Al no haber presentado alegaciones ninguno de los dos equipos, el citado comité solo ha tenido en cuenta el acta arbitral.
Ésta refleja que durante el partido hubo insultos muy graves y agresiones, patadas y codazos, por parte de hasta siete jugadores del Alfindén a seis del Cristo Rey, en cuyo campo se disputó el encuentro.
Ante la gravedad de los incidentes, el partido tuvo que ser suspendido mediada la segunda parte.
En algunos casos, el colegiado llega a contabilizar hasta “15 patadas” en la espalda a rivales que estaban tendidos en el terreno de juego.
El acta refleja también que seis jugadores locales sufrieron lesiones en la espalda, en el tobillo, en la pierna, en el muslo, en la mandíbula y en la rodilla.
Igualmente, señala que los padres del equipo le pidieron que evaluara las lesiones, ya que iban a acudir a la Clínica a que fueran examinadas.
En su resolución, el Comité de Competición pide al Cristo Rey los partes médicos para comprobar este extremo.
Con esta información y la reflejada en el acta arbitral, dicho órgano de la Federación Aragonesa de Fútbol dictaminará las sanciones definitivas.
Además de las agresiones, refleja insultos graves al colegiado, como “hijo de la grandísima puta, gilipollas, cabronazo y retrasado de mierda”.
Asimismo, el acta también denuncia que, cuando suspendió el partido, “siete aficionados del Alfindén” comenzaron a increpar al colegiado, que fue acompañado a los vestuarios por seguidores del equipo local.
“Uno de ellos -en referencia a los visitantes- me empuja por la espalda, sin causarme lesiones ni tirarme al suelo, y se dirige a mí en los siguientes términos: ‘Tú hijo de puta apúntate mi nombre que te vas a acordar de mí, eres un hijo de la gran puta'”.
El escenario, tan insólito, podría ser el siguiente. Cuando en unas semanas Sergio Scariolo anuncie la convocatoria de la selección absoluta para el próximo Eurobasket y, además, añada los nombres de la novedosa España B que la escoltará en su camino, pensando en futuro, se producirá el siguiente fenómeno: los sueldos de muchos de los jugadores del segundo combinando, más jóvenes ellos, serán superiores a la de la mayoría de los del primero. «Quitando a Santi Aldama (seis millones de dólares el próximo curso en los Grizzlies) y a los hermanos Hernangómez, los tres siguientes mayores salarios de jugadores españoles están en la NCAA», explican expertos en el mercado. La «revolución total».
Aday Mara, Baba Miller, Álvaro Folgueiras o Great Osobor ganan más que Llull, Garuba, Abalde o Brizuela. Por ejemplo. El mayor ladrón de talento del baloncesto nacional está al otro lado del charco y no es la NBA. Desde que en el verano de 2021 la liga universitaria se desprendiera de complejos y empezar a pagar a los jugadores a través del artilugio que denominó NIL (Name, image and likeness), el éxodo ha sido masivo. «Ocho de los 10 mayores proyectos de estrella del baloncesto español están formándose fuera». Ha dejado de ser una competición amateur: no pueden pagar a sus estrellas por sus logros deportivos, pero sí, por ejemplo, por su presencia en redes sociales o por participar en campañas publicitarias.
Lo que antes era rareza es ahora norma. Y al revés. Expoliados han sido Madrid y Barça, en cuyas oficinas empieza a plantearse aquello de para qué sirven sus canteras. Sergio de Larrea, campeón del mundo júnior en 2023 e inmerso a sus 19 años en los planes de Pedro Martínez en el Valencia que disputará la final de ACB, es excepción. «Seguramente ganaría más dinero en otra parte. Pero han cuidado de él y le están dando minutos... Cada decisión es un mundo», exponía hace unas semanas Juancho Hernangómez. El madridista Hugo González también entra en ese grupo, aunque el próximo draft de la NBA escribirá su futuro.
Este verano el fenómeno ha dado otra vuelta de tuerca. Es tal el músculo económico de las universidades americanas, que hasta jugadores que ya han se han asentado en ACB (o están en ello) han decidido dar el salto. Ahí están los casos de Rubén Domínguez (del Bilbao Basket a Texas A&M) o Mario Saint-Supéry (de estar cedido por Unicaja en Manresa a estar eligiendo destino en la NCAA) quien incluso abonará su cláusula de salida, en torno al medio millón de euros. También no españoles, claro. El belga De Ridder, también de Bilbao, dará el salto con casi 24 años. «Es una mezcla de todo. Lo más importante es lo económico, claro. En algunos casos es dinero que nunca van a ganar en Europa. Son salarios a los que en España sólo tiene acceso el Madrid y el Barcelona, oportunidades que no se pueden dejar pasar», explica Guillermo Bermejo, Director Europeo de la agencia You First, que desgrana un fenómeno «imparable».
Raúl Villar, con el Barça.ACB Photo
«Desde el momento en que se aprueba el NIL... El verano pasado ya se empiezan a pagar unas cantidades bastante altas. Y este año ha explotado completamente. Ante el anuncio de las normas que van a regular las cantidades pagar, tras el juicio que se está llevando a cabo, se han gastado el dinero. Va a seguir siendo un mercado que para chavales de 18 ó 19 años no existía antes y se van a seguir pagando grandes cantidades, pero seguramente no al nivel de este verano", explica, añadiendo los otros dos factores. "Por otro lado, la NCAA ha bajado la mano con los criterios de amateurismo. Antes, un jugador que hubiera cobrado de un club, era imposible. Ahora hay ciertos mecanismos que permiten eso", sigue. "Quizá la parte más compleja sea la académica. Lo que no quieren es que vayan jugadores con notas cuestionables o que no hayan aprobado el Bachillerato. Eso lo miran con lupa".
Los casos son incontables. Dame Sarr dejó tirado al Barça en plenos playoffs de la Euroliga para jugar Nike Hoop Summit, un torneo de exhibición. Lo que para cualquiera parecería una locura, tiene una argumentación. El italiano cobrará casi tres millones la próxima temporada en Duke. Del Barça también salta Raúl Villar (a Charlotte) o Mathieu Grujicic (a Ohio State), como el año pasado lo hizo Kasparas Jakucionis hacia Illinois. El éxodo en el Madrid es insólito: Gildas Giménez (Bella Vista CIA) y Sidi Gueye (Arizona) se unen a los que ya se fueron (Egor Demin, Ismaila Diagné, Jan Vide...). Juanma Ruiz, Guillermo del Pino, Lucas Marí, Ian Plattweuw... La lista es interminable.
Saint-Supéry, defendido por Huertas.ACB Photo
Una huida que no tiene por qué ser negativa, porque el panorama en España lleva siendo años desolador para el interés de los canteranos. "Esta temporada el número de jugadores seleccionables en ACB ha sido del 23%, un descenso paulatino cada año", protesta Alfonso Reyes, presidente de la ABP (sindicato de jugadores), que recuerda que los equipos españoles han estado años "esquilmando canteras de Europa y África" y ahora ven cómo el fenómeno se les vuelve en contra. Y que ve con buenos ojos, aunque "llega tarde y sin contar con la ABP", la liga sub 22 que este miércoles anunciarán la FEB y la ACB (con el respaldo económico, unos cinco millones de euros, del CSD) y en la que los equipos que participen (aún por confirmar) deben tener al menos seis jugadores seleccionables.
El caso es que la peregrinación es la comidilla del baloncesto europeo desde hace tiempo. Hace unos días, Juancho Hernangómez razonaba en Piratas del Basket: "Es una puerta que años antes no había y me parece una gran oportunidad. Si los chavales universitarios en cuatro años pueden ayudar a su familia y, por así decirlo, tener la vida hecha, ¿por qué no? ¿Cómo vas a decirle a un chaval de 19 o 20 años que no coja un millón y medio o dos millones?". "¿Quién les va a prometer minutos en ACB? Dime cuántos chavales están jugando en ACB", se quejaba. "Si se van a la NCAA, qué jugadores de 22-23 años va a haber aquí dentro de cuatro años. A qué se va a jugar, si la media de los equipos va a ser de 32 y 33 años. Me preocupa eso", exponía Ibon Navarro.
La FIBA ha intentado reaccionar, temiendo también por sus ventanas de clasificación en mitad de temporada, puesto que los chicos de la NCAA no iban a tener el permiso. "Las universidades están cada día más cerca de ser entidades comerciales, clubes profesionales, y eso desafía nuestro ecosistema", reconocía Andreas Zagklis, secretario general, que avisó: "No podemos quedarnos de brazos cruzados, ni podemos permanecer como meros observadores".
Aprovechar algo tan raro este curso como una derrota del Girona en casa era para el Barça una opción demasiado golosa como para desaprovecharla. Vencer al Almería, descendido hace ya varias semanas, era imperativo. Pero, a pesar de todo, los de Xavi tuvieron que encomendarse al empuje de un Fermín que fue lo mejor de un partido por momentos desangelado y en el que los visitantes, de nuevo, flirtearon en varias ocasiones con el desastre.
El onubense, autor de los dos tantos que acabaron por darle el triunfo a los azulgrana (0-2), hizo méritos más que suficientes como para que su entrenador apueste por convertirlo en un fijo en sus esquemas con vistas a una temporada que viene en la que no quiere que los suyos repitan errores que tan caros han costado en esta campaña.
Xavi señaló en la rueda de prensa previa al encuentro que habría rotaciones. Y las hubo, una de ellas obligada. En la zaga, Héctor Fort le tomó el relevo a un Joao Cancelo que no ha estado precisamente inspirado en sus últimas apariciones como azulgrana. En el centro del campo, mientras, Sergi Roberto se encargó de ejercer las funciones de Christensen y Fermín ocupó la plaza en la que habría jugado Ilkay Gündogan, sancionado por acumulación de amonestaciones. En la delantera, finalmente, Ferran reemplazó a un Raphinha hiperactivo ante la Real Sociedad y tanto Lewandowski como Lamine Yamal se mantuvieron intocables.
Quien inauguraría el marcador, con todo, fue Fermín, aprovechando su capacidad para llegar desde atrás y picando de cabeza un balón milimétricamente puesto en el lugar más oportuno por Héctor Fort. El 0-1, no obstante, lejos de llevar al Almería a bajar los brazos, provocó que fuera el Barça el que se dejara llevar un poco por la inercia cansina que los locales parecían querer imprimir al partido. Y a punto estuvo el equipo de Pepe Mel de sacarle un rendimiento enorme a esa aparente dejadez visitante con una fulgurante contra que Baptistao, tras plantarse prácticamente solo ante Ter Stegen, culminó con un remate que ni siquiera fue entre palos.
Los intentos del Almería
El portero alemán, de hecho, siempre atento, se las arregló más que bien para desbaratar las por otro lado contadas oportunidades en que el Almería acertó a la hora de encontrar el camino de su portería. Sus compañeros, mientras, insistían en ir al trantrán y a punto estuvo Embarba de hacérselo pagar carísimo con un disparo que se estrelló en el poste derecho del marco azulgrana en la recta final del primer tiempo.
La llegada del descanso, con este panorama, fue casi lo mejor que le podía pasar al conjunto de Xavi Hernández, si bien Fermín, casi al límite, protagonizó una acción que forzó a Luis Maximiano a emplearse a fondo para evitar que subiera el 0-2 al luminoso.
Poco cambiaron las cosas tras el descanso. El Barça insistía en permanecer medio adormilado y no tardó mucho el Almería en volver a ponerlo en evidencia con otra opción clarísima de gol, tras jugada tremendamente embarullada en el área azulgrana y con Ter Stegen prácticamente batido, que Lozano envió a saque de portería cuando lo más sencillo, a todas luces, era que el balón acabara besando la red.
El susto tuvo algún efecto en un conjunto azulgrana que empezó a desperezarse, con Fermín de nuevo convertido en su estilete más insistente. Una actitud que, a pesar de todo, no se mantuvo demasiado en el tiempo. Los de Xavi, lejos de tratar de acelerar un poco el juego, parecían conformarse con una mínima ventaja que, a lo largo de la temporada, ha demostrado ser casi siempre insuficiente para corresponder a sus planes.
Y, además de no lograr materializar una sentencia definitiva, dejaban que los locales se acercaran con inusitada facilidad a las inmediaciones del área de Ter Stegen. Hasta que Fermín, cómo no, aprovechando en esta ocasión una buena internada de Sergi Roberto, se las arregló para que el 0-2 se encaramara finalmente al marcador. Si el Barça consigue mantener las distancias con el Girona el próximo domingo, ante el Rayo, la visita al Pizjuán no será más que un mero trámite.